Hola,
Agarra un café y vamos al lío. ¡Buenos días!
Por dónde va el día
Aunque sea por egoísmo
Hay unos cuantos argumentos éticos y humanitarios para defender la integración en el sistema de las personas que viven en España sin papeles. Pero hay también argumentos prácticos, económicos, egoístas, para apostar por una regularización de cientos de miles de nuestros vecinos inmigrantes. De entrada, aumentaría inmediatamente la recaudación fiscal y daría oxígeno a las pensiones, a las de ahora y las que tendremos que cobrar los que nos jubilemos en unas cuantas décadas.
No es una teoría. Ya ha pasado. Zapatero hizo una regularización de 600.000 inmigrantes en 2006. Como contamos en este reportaje que trata con datos y con personas, el efecto sobre la vida de esas personas fue inmediato, el efecto en la economía fue inmediato:
Me gusta recordar que de aquella regularización no presumió mucho luego el PSOE. Se dijo que creó “efecto llamada”, aunque hay datos en nuestro reportaje que lo cuestionan. El ministro que impulsó la regularización, Jesús Caldera, acabó apartado. Su lugar lo ocupó Celestino Corbacho, que acabaría yéndose del PSOE al Ciudadanos más de derechas. Ahora los sindicatos, las organizaciones sociales, Sumar, Podemos y una iniciativa legislativa firmada por un millón de personas empujan para que se vuelva a aquel camino.
- Perdidos. Mientras tanto, el nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, laborista y progresista se supone, dice que quiere aprender de la gestión de la migración de Giorgia Meloni porque es “pragmático”. No ha tenido otra manera de quedar bien con ella al ir a visitarla.
El taxista y el hombre de la túnica mojada. Hoy en el podcast, nos subimos a un taxi. Durante unas horas, ese taxi se convierte en un refugio, en un escondite, en un diván. Es el taxi en el que viajaba Gabriela Sánchez, compañera de elDiario.es, cuando al conductor le pareció ver algo: “Ese hombre acaba de cruzar nadando desde Marruecos”.
Los criptobros de Alvise
Problemas en el universo Alvise, el líder de la nueva ultraderecha española que hizo campaña diciendo que está contra los mafiosos y asegurando que no cobraría su sueldo de eurodiputado. Ahora sabemos que una especie de club financiero digital que él mismo apadrinó en un evento hace unos meses, y en el que según El Confidencial acabaron parte de las donaciones de sus seguidores, ha tenido que cerrar porque sus cuentas han sido bloqueadas. Hemos ido a ver la sede. Cerrado también. La Comisión Nacional del Mercado de Valores lleva tiempo alertando sobre esta plataforma, el Madeira Invest Club, que tiene un nombre exótico pero que está dirigida por un tal Luis, que aparece en vídeos de YouTube con ese nombre falso y mascarilla, y que ahora dice que todo es una operación contra ellos por su relación con Alvise. Lo cierto es que el Madeira Invest Club es un chiringuito que promete rentabilidades del 53% a inversores en “arte digital”, coches de lujo y criptomonedas a los que además garantiza anonimato total. Un imán para negocios turbios.
Que no se te pase
- Las armas, las armas. El segundo intento de asesinato contra Donald Trump en pocos meses pone en entredicho al Servicio Secreto y vuelve a sacudir la campaña en EEUU. El detenido es un tipo obsesionado con Ucrania, con más de 100 antecedentes y, por supuesto, con problemas por la tenencia irregular de armas. A ver si el problema van a ser las armas.
- Conciliación. La nueva presidenta del Poder Judicial, la progresista Isabel Perelló, ha propuesto a un juez conservador como vicepresidente del Tribunal Supremo. Y no a uno que ella se haya buscado por ahí para hacer maquillaje sino al que ha propuesto el PP. ¿Sucedería al revés?
- El cerebro embarazado. Un estudio científico ha revelado los cambios que redefinen la forma y el funcionamiento del cerebro en las mujeres cuando se quedan embarazadas. Por ejemplo, pierde materia gris y mejora la conectividad. Ese cambio es “probablemente”, dice el estudio, para conseguir una mejora funcional, pero aún no sabemos cuál exactamente. Aquí los detalles.
Todo es política
- Las máscaras son política. En una sociedad de selfies y filtros y retoques para mostrar el rostro, es interesante pensar en el papel que tienen las máscaras. ¿Por qué cubrirse lo vivo con algo muerto ha sido un fetiche para civilizaciones y culturas de todo el mundo y la Historia? “Sirven de puente entre lo real y lo mitológico; lo físico y lo que se encuentra en el más allá”, responde el filósofo Mario Saez. “Las máscaras diluyen la individualidad, someten al rostro y por tanto al individuo, que se hace parte de la comunidad”. Más reflexiones.
- El ruido es política. El Real Madrid ha decidido suspender los conciertos programados en el estadio Santiago Bernabéu, y que suponen un importante negocio para el club de fútbol, tras las protestas vecinales por el ruido. Mucha gente dice que qué casualidad que al barrio rico le hacen caso con los ruidos. Los vecinos se defienden: “Nos hacen caso por tener razón, no por pijos”.
- Un Lamborghini es política. Ni el Porsche ni los Ferrari, ahora el coche que simboliza el lujo ostentoso son los Lamborghini. Lo tienen los reggaetoneros, los pseudogurús financieros y los grandes influencers de Internet, los youtubers que quieren demostrar su éxito. Y es un coche que simboliza lo políticamente incorrecto: ni motor eléctrico, ni lujo silencioso, ni transporte público, ni bici, ni patinete. Digamos que es un coche reaccionario. El Gobierno lo sabe y ha hecho un vídeo que, como casi todos los vídeos que intentan bienintencionadamente hacer música urbana para colar mensajes gubernamentales, ha quedado regular.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Un abrazo,
Juanlu.