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Vendrá Conde-Pumpido y te comerá los higadillos

20 de enero de 2024 22:04 h

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Frondoso comienzo. Al Tribunal Constitucional, no a su presidente, Cándido Conde-Pumpido, no se le ocurrió otra cosa que dar la razón a dos rojazos de aúpa: el podemita Alberto Rodríguez, que para más inri peinaba rastas, y al odiado Arnaldo Otegi. Como fieras.

Por ejemplo, El Debate, gran acumulación: “El TC golpea de nuevo al Supremo y ampara a Otegi”; “Indignación entre los jueces con el TC por convertirse en juzgador del Supremo”, eran los titulares. Venían luego los opinadores, en rigurosa formación militar. Luis Ventoso: “Chavismo habemus, el TC ya corrige las penas del Supremo”. Texto: “El Constitucional está excediéndose en sus funciones de una manera bananera. Sánchez y Pumpido lo han convertido en un tribunal de casación que enmienda al Supremo y en una tercera cámara, desvirtuándolo así de la función para la que fue creado. Se están dinamitando ante nuestros ojos los cimientos de nuestro sistema jurídico, en realidad, de nuestra democracia (…) Un paso que ha dejado demudados e indignados a los jueces más rigurosos y preparados de este país”. Mismo medio. Antonio R.Naranjo: “Atacar al Supremo y legislar desde el Constitucional es propio de un Golpe de Estado”. Aun más: Juan Carlos Girauta, “Los sanchistas han depositado toda su confianza en el TC para hacer creíble la viabilidad de normas inconstitucionales, como la amnistía y otras concesiones”.

No podía faltar El Mundo y su estrella rutilante, Federico Jiménez Losantos: “Todo lo que se negocia en el cuarto de las ratas del Parlamento son delitos de alta traición y lesa patria, de cuya legalización se encarga Pumpido”. Ni Abc. Carlos Herrera: “Sánchez, como buen déspota al que se enfrenta esta democracia, está creando un deterioro tan visible como quiera ver aquel que se fije un tanto en la actualidad (…) Conde-Pumpido le hace el trabajo sucio necesario (…) El Poder solo soy Yo. Cualquier cosa que decida el Supremo y que, por lo que fuere, moleste a Sánchez, en tanto no lo pueda controlar, utilizará a Pumpido para enmendar la plana (…) Así se ha visto en el caso de Otegui, donde los esbirros del presidente del TC…” .¿Los magistrados del TC son esbirros? ¡Cuán respetuoso es el también locutor estrella de la Cope a quien tan copiosamente riegan los señores obispos con salarios de abundantes ceros! 

Se preguntarán ustedes por las repercusiones que ha tenido entre la alegre muchachada la infame Operación Cataluña orquestada en el Ministerio del Interior cundo lo regía el veedor de vírgenes variadas, Jorge Fernández Díaz, durante el mandato de Rajoy. Hay que buscarlas con lupa, losas de hormigón armado sobre esa información para silenciarla. Pero aún hay valientes que se lanzan en su defensa. Nos jugamos mucho y los héroes de la patria estamos para eso. ¿Defender la indignidad, dicen? Pues también. El Mundo, por ejemplo, el papelín en el que se depositaba toda aquella inmundicia para llenar páginas y titulares, ¿dice ahora algo de su protagonismo esencial en aquel cúmulo de falsedades? Responde su conspicuo articulista Arcadi Espada, que niega la mayor: “Borrando el crimen y escribiendo la novela”, titula. Y afirma: “El pacto entre el PSOE y los delincuentes nacionalistas incluye, además del borrado del crimen, la escritura de la ficción llamada 'Operación Catalunya’”. ¿Ficción, Arcadi, ficción? Más defensa esquinada, que no se atreven a encarar la desvergüenza por derecho. Ignacio Camacho, en Abc: “Al poderoso aparato propagandístico de Moncloa le va a costar trabajo camuflar eso (la operación Cataluña’) bajo un 'watergate' forzado con una década de retraso. Puede funcionar para proveer de argumentos a los muy partidarios, pero hay que armar mucho escándalo para compensar el de estar gobernando con 'Puchi' de la mano”. Cierto que hay tipos incombustibles y directores de periódico nauseabundos. ¿Cómo es posible que el exministro Jorge Fernández-Díaz siga con sus columnas habituales en La Razón, tiene bemoles, poniendo a parir, les ahorro sus largos exordios, a ERC o Junts? ¿Y cómo es posible que Francisco Marhuenda, el director del medio, mantenga esa infamia? 

En general, como saben, todo es culpa de Sánchez, el íncubo. Andrés Trapiello, en El Mundo: “Si Puigdemont trata de profundizar en el caos y Sánchez de normalizarlo (o sea, naturalizarlo), no queda otra que asistir a esos aquelarres con los pinceles de Goya. En plan figurativo. El único plan decente, hoy por hoy, para alguien que como uno sólo tiene este teclado. Sin cuartel. Hasta que las brujas salgan volando y el cabrón figurado no tenga quien le escriba”. Sigamos. The Objective. Antonio Caño. “Tiempo de rebeldía”, título: “Ante el [la] evidencia de que [el] Gobierno no va a defender nuestro modelo de democracia unida e igualitaria, le corresponde a la sociedad asumir esa tarea (…) Bajo el perfil de serenidad y fortaleza que le trazan los medios afines, se esconde un personaje inseguro y acomplejado que caerá con más facilidad de la que algunos creen. Los bravucones sin escrúpulos siempre parecen imbatibles acodados en la barra del bar, pero tiemblan en cuanto alguien con principios les dice dos verdades a la cara”. O Vozpópuli, Ignacio Ruiz-Jarabo: “Además de meretriz, poner la cama: ¡ay, Sánchez! lo que sucede es que sí, que además de tener que prostituirse Sánchez asume feliz y alborozado su sumisa relación con el independentismo catalán (…) Moncloa bien vale mi desfloración parece decir Sánchez, aunque los españoles debamos pagar la cama utilizada para llevar a cabo el acto”. Y en el mismo medio, más sencillo, Miquel Giménez: “A ver si Sánchez se pira de una puñetera vez”. Último en este apartado. Pedro de Tena. Libertad Digital: “Cuando gente como Pedro Sánchez o Yolanda Díaz mandan en un gobierno es que la autodestrucción de España, incluidos todos en ella, galopa atizada por tiranos, bandidos y golpistas”.

Cambiemos de tercio. Un animado popurrí de asuntos económicos. 

Jesús Cacho, Vozpópuli. “El problema de fijar los sueldos por ley, por ideología en el caso de esa analfabeta funcional que responde al nombre de Yolanda Díaz, es que genera graves distorsiones si no se ajusta a las reglas del mercado”. Editorial Abc: “En España, como en los mejores años del socialismo soviético, todavía existen los planes quinquenales bendecidos por la autoridad”. José María Rotellar. Okdiario: “Subir el salario mínimo es un error (…) Con la subida del SMI, el Gobierno sólo conseguirá destruir tejido productivo y generar desempleo”. Carlos Higueras, La Razón: “La tragieconomedia del SMI: destrucción de empleo, incertidumbre empresarial y la cosecha fiscal. El aumento del salario mínimo supondrá una destrucción de empleos menos cualificados y más vulnerables”. Y en Vozpópuli, contra Montero. “La rebaja fiscal improvisada por el SMI mantendrá a rentas bajas tributando al nivel de Amancio Ortega”.

Davos. Qué horror Sánchez. Ya lo dice Okdiario, “Sánchez suelta en 30 segundos 8 mentiras en Davos sobre la economía de España” y Abc: “Sánchez usa Davos para aleccionar a las empresas: Sin estado del bienestar sus negocios caerían como un castillo de naipes”. Menos mal que por allí apareció Milei, oh, capitán, mi capitán. Mismo medio: “Milei invita a Occidente a retomar el camino de la libertad económica frente al socialismo empobrecedor”. Tibio, porque claro, ¿quién gana a Libertad Digital?: “Milei rompe los esquemas en Davos con una magistral oda al capitalismo”. Cómo sería la cosa, que The Objective, siempre tan neoliberal, se extasía ante el éxito de su gran ídolo: “La defensa enconada del nuevo presidente de Argentina del capitalismo ha revolucionado el Foro Económico Mundial. El discurso del líder del Ejecutivo argentino ha acaparado todos los focos en Davos y las cifras de audiencia de su alegato demuestran que Javier Milei no tiene competidor entre el resto de líderes mundiales. Las intervenciones de Pedro Sánchez, Emmanuel Macron, Christine Lagarde o Volodimir Zelenski no han logrado acercarse mínimamente a la repercusión que ha tenido la del dirigente libertario” ¿Quieren una guinda sobre ese foro? Miquel Giménez en Vozpópuli: “En Davos faltan pilinguis. Si, señoras y señores, lo repetiré tantas veces como sea preciso, me quedo antes con la puta que con el accionista. Y ni que decir tiene si el accionista, político, financiero, magnate o similar es, además, un hijo de la gran puta”.

Vayamos acabando a paso sincopado de saltamontes. Cosas de ministros. Antonio Pérez Henares, El Debate: “Salió primero a la carrera el mastín de Valladolid (Óscar Puente) y pareció coger ventaja. Demostró que tenía lo que se pedía de él: zafiedad, grosería, ningún respeto a la decencia y menos aún a la verdad (…) Y de inmediato, raudo y veloz, ha aparecido en todo su esplendor Patxi Lopez, imbatible en torpeza, sobrado de chulería y el mayor maestro en indignidad que en toda España se pueda encontrar”. ¿Acaban aquí sus descripciones de cargos socialistas? En absoluto; dos días después: “El ministro de Cultura es un asno, un ignorante absoluto”. Asco también el feminismo. The objective. Jorge Vilches. “El feminismo discriminatorio que nos domina convierte a los varones en presuntos delincuentes y en seres humanos defectuosos que deben echarse a un lado para que pasen las mujeres (…) Enfrente, dice ese feminismo discriminatorio, está ‘la mujer’, que reúne todas las bondades mentales y morales, a la que hay que venerar -salvo que sea de derechas- y resarcir de una historia de opresión. Esta monserga hay que escucharla y sufrirla todos los días porque la difunden los medios, la escuela, la política y la cultura”.

Tampoco les gusta, qué le vamos a hacer, ese anuncio de medidas contra el porno y los chavales. Arcadi Espada, El Mundo: “El Gobierno detallará las conductas sexuales adecuadas (…) El Gobierno, en su pose de cuidador jefe, prepara una ley sobre la protección de los menores ante la ola de pornografía que nos invade. Una ley tan perfectamente inútil como la mascarilla, pero utilísima para sus propagandas políticamente transversales”. Y aquí tienen un ejemplo de esas propagandas. OKdiario: Título: “Menos penes, menos semen y un poco más de cerebro, señores”.

 “La biblioteca municipal del bastión socialista de Dos Hermanas tiene una sección infantil con títulos como ‘El semen mola”. Parece evidente que la izquierda pretende imponer sus códigos en todos los órdenes por la vía del adoctrinamiento (…) No es cuestión de escandalizarse, sino de movilizarse para impedir que el pene sirva de instrumento para que el socialcomunismo perpetre su particular lavado social de cerebro“.

Ahí lo dejamos. Ahítos.

Frondoso comienzo. Al Tribunal Constitucional, no a su presidente, Cándido Conde-Pumpido, no se le ocurrió otra cosa que dar la razón a dos rojazos de aúpa: el podemita Alberto Rodríguez, que para más inri peinaba rastas, y al odiado Arnaldo Otegi. Como fieras.

Por ejemplo, El Debate, gran acumulación: “El TC golpea de nuevo al Supremo y ampara a Otegi”; “Indignación entre los jueces con el TC por convertirse en juzgador del Supremo”, eran los titulares. Venían luego los opinadores, en rigurosa formación militar. Luis Ventoso: “Chavismo habemus, el TC ya corrige las penas del Supremo”. Texto: “El Constitucional está excediéndose en sus funciones de una manera bananera. Sánchez y Pumpido lo han convertido en un tribunal de casación que enmienda al Supremo y en una tercera cámara, desvirtuándolo así de la función para la que fue creado. Se están dinamitando ante nuestros ojos los cimientos de nuestro sistema jurídico, en realidad, de nuestra democracia (…) Un paso que ha dejado demudados e indignados a los jueces más rigurosos y preparados de este país”. Mismo medio. Antonio R.Naranjo: “Atacar al Supremo y legislar desde el Constitucional es propio de un Golpe de Estado”. Aun más: Juan Carlos Girauta, “Los sanchistas han depositado toda su confianza en el TC para hacer creíble la viabilidad de normas inconstitucionales, como la amnistía y otras concesiones”.