El coche es mío, no de él

10 de junio de 2016 20:37h

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“El año pasado fui a comprarme una moto de 125 cc con mi novio. Ya había visto varias por internet y sabía qué características y prestaciones quería. Cuando entramos al concesionario, el hombre solo se dirigía a mi pareja pese a ser yo la que preguntaba, decirle que la moto era para mí y que la iba a pagar yo. Como siguió con lo mismo, nos fuimos. Al parecer no comprendía que una mujer pudiera entender de motos. Finalmente, la compramos en otro sitio”

Pau

“Hace unos años fui a comprarme un coche acompañada de mi chico. El coche era para mí y así se lo dije al vendedor. No sólo se dirigió todo el rato a él para explicarle las características del mismo, sino que cuando a mí se me ocurrió preguntar si lo tenían en morado me respondió que ese color era muy hortera. No contento con eso, cuando miré la tapicería y comenté si había otra opción le dijo a mi pareja: ”como son las mujeres, sólo se preocupan del color del coche, nosotros miramos la potencia, la cilindrada... lo importante“.

Paloma

“Fui con mi padre al taller para llevar mi coche. Sólo había que explicar que las luces de freno, intermitentes, y las de emergencia no funcionaban. El empleado sólo miraba a mi padre. Tuve que intervenir de palabra y mirada intensamente para que me atendiese, ¡el coche era mío!”

Raquel

“Yo voy en bici a trabajar todos los días. Siempre que la llevo al taller para cualquier cosa y voy con mi compañero, el señor del taller me ignora y solo se dirige a él. ¡Aunque sabe que no es su bici! Por mucho que al hacerle preguntas a él, yo sea quien las conteste, le da igual, me da la espalda y me ignora. Es frustrante y me cabrea enormemente, y me ha pasado unas cuantas veces en varios sitios”

Sol

Sobre este blog

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