Con sede en Bonn (Alemania), el Consejo de Administración Forestal, más conocido por sus siglas en inglés, FSC (Forest Stewardship Council), es un organismo respetado en el ámbito internacional. Una organización global, sin ánimo de lucro, cuya función es promover la gestión forestal responsable, y que emite certificados que ayudan a los consumidores a la hora de comprar un determinado producto, especialmente cuando se trata de madera: si lleva el sello de la FSC, muchos tienden a pensar que tras él hay un respeto a los bosques y al medio ambiente.
Pero la certificación de FSC va más allá de la madera, y se hace extensible a todos aquellos productos y subproductos “elaborados y producidos a partir de recursos forestales maderables”, según explican en su propia web. Caucho, corcho, resina, castañas, miel o plantas aromáticas son susceptibles de obtener su codiciado certificado. Entre esos productos está también, de un tiempo a esta parte, la carne de animales cazados en cotos que FSC considera “sostenible”.
De la escopeta al plato
Recientemente se produjo una importante reunión en la que, pese a no estar presente, FSC jugaba un papel protagonista. Por un lado, Félix Romero Cañizares, director general de Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, junto a otro consejero del Gobierno autonómico. Por otro lado, el representante de una gran cadena de supermercados.
“El objetivo de la reunión era buscar patrocinio por parte de esa empresa, de cara a que se comprometiera a distribuir en sus supermercados carne con la etiqueta FSC de 'sostenible'”, explica a El Caballo de Nietzsche una fuente anónima, que ha decidido dar su testimonio al verse obligado a participar de algo que no considera “ni justo, ni ético”. “De la mano de FSC, Romero quiere fomentar la caza como una actividad ligada a la protección del medio ambiente. Algo que es totalmente absurdo: un coto de caza cerrado no deja de ser una gran granja. Si a eso añadimos la atención veterinaria, el hecho de que se ceba a los animales antes de matarlos a balazos… Eso no tiene nada de natural, ni mucho menos de sostenible”, añade.
Entre los cotos cuya carne se certifica con el sello FSC destacan algunos como el de Sevilleja de la Jara (Toledo) ubicado en el monte de Cañadillas, El Burdel y Peñascosas Altas, y calificado como de Utilidad Pública. En total, consta de una superficie de 2.921,14 hectáreas de terreno, cuya principal actividad es la cinegética. Un lugar donde se abaten, sobre todo, ciervos y jabalíes en monterías multitudinarias. Por su parte, entre las empresas que distribuyen la carne, hay nombres como Catedral de la Caza, ubicada en Los Yébenes (Toledo); Vencaza, de Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo), o Cárnicas Dibe, en El Gordo (Cáceres). La carne certificada acaba en las estanterías de grandes cadenas de supermercados como Carrefour.
Se da la circunstancia de que, antes de desempeñar su cargo en la Administración Pública, Romero fue directivo de FSC. Concretamente, trabajó de 2014 a 2019 como Responsable del Desarrollo de Mercados de los productos forestales certificados por el FSC a nivel mundial. Antes había trabajado como consultor, gestionando proyectos para entidades que, como la organización ecologista WWF España, trabajan mano a mano con FSC.
El propio Félix Romero participó el pasado mes de enero en una montería en este coto, durante la que puso en valor “el esfuerzo del Gobierno de Emiliano García-Page por integrar el valor de la caza como herramienta de gestión a favor de la biodiversidad de la región”, tal y como recogieron los medios locales. En aquella jornada de caza, Romero también se refirió al preciado certificado de la empresa para la que trabajó años atrás. “El certificado FSC nos permite transmitir a la sociedad que respondemos a los estándares más exigentes de gestión, y ponemos en valor los productos y los servicios de estos montes”, declaró a la prensa.
Cotos “sociales”
Cotos como el de Sevilleja de la Jara están calificados como cotos sociales. Se trata de una tipología presente en muy pocas comunidades autónomas, con especial arraigo en Castilla-La Mancha, y cuya titularidad en cuanto a los derechos cinegéticos corresponde a la Administración pública. Una figura que cobró especial relevancia en los años 80 con el supuesto objetivo de que todos los interesados en cazar pudieran hacerlo a precios asequibles y con una regulación más estricta.
“Apellidar como sostenible la 'producción' cinegética de un bosque es como calificar de sostenibles las plantaciones de esclavos del sur de Estados Unidos si aún existieran y cumplieran con determinados criterios”, denuncia la fuente consultada por El Caballo de Nietzsche. “Lo siguiente para FSC puede ser certificar las dehesas de toros de lidia para poder hacer corridas de toros sostenibles”, ironiza. “Lo cierto es que con este tipo de argumentos podrían plantearlo perfectamente”.
“Independientemente de la opinión que cada uno tenga sobre la caza, lo que pretende hacer el Gobierno de Castilla-La Mancha en connivencia con FSC es intrínsecamente insostenible y un greenwash de manual”, argumenta. “Quieren vender como sostenible una actividad que, en primer lugar, se basa en que hay que 'mantener' las poblaciones con la caza ante la ausencia de los depredadores -que previamente han eliminado también cazando- y que mantienen artificialmente con comederos y hasta con atención veterinaria para mantener sanos a los 'trofeos', cuando precisamente las enfermedades y la falta de alimentos son las formas naturales y sostenibles de mantener las poblaciones en la naturaleza”, explica.
“Incluso si hubiera que eliminar animales hasta que el plan de implantación de los depredadores naturales fuera efectivo, esa eliminación debería llevarse a cabo por guardas forestales, en ningún caso haciendo negocio de ello”, añade. “Si la carne de caza de un bosque de madera sostenible también lo es, la carne de una granja construida con madera sostenible también lo sería”. En opinión de la fuente, “la sostenibilidad y el ejercicio ocioso de la crueldad con los animales son incompatibles. También inaceptables en una sociedad que avanza hacia el trato humanitario con los animales y hacia la reducción al máximo de su sufrimiento”, concluye.
La versión de FSC
El Caballo de Nietzsche se ha puesto en contacto con FSC, organismo desde el que argumentan que su certificación “indica que la carne de caza proviene de bosques gestionados de forma responsable, cumpliendo estrictos estándares medioambientales y sociales recogidos en el Estándar Español de Gestión Forestal FSC, cuya última versión es del 2020”, explica Patricia Viñes, Responsable de Comunicación de FSC. “Nuestros certificados son auditados por entidades certificadoras independientes”. En el coto, según FSC, existe “un recuento y un procedimiento riguroso”. Y si dispone de un certificado emitido por FSC, es porque la actividad que en él tiene lugar “está realizada con vocación de preservación y respeto por la naturaleza”.
“La sostenibilidad que se acredita no es sólo de la carne, es de la gestión del monte en su conjunto”, apunta Viñes, que hace una defensa cerrada de la caza. “Las especies de fauna cinegética objeto de caza forman parte de esa gestión. Se trata de fauna silvestre herbívora que, ante una explosión demográfica de su población, supondría un problema de conservación en el propio monte, sobre la vegetación, y un riesgo de enfermedades que podrían transmitirse incluso a la ganadería. Los ciervos y los jabalíes se cazan con arreglo al reequilibrio que ha de existir entre vegetación y fauna. Los cazadores juegan un papel de control de estas especies cinegéticas, necesario especialmente ante la ausencia de grandes predadores como el lobo”.
Para FSC, la alimentación de los animales “no es artificial” en modo alguno. “Solamente se permite cebarlos unas semanas antes para facilitar que los animales no se dispersen de la zona en la que se va a cazar el día de la montería. Se hace con el objeto de mantenerlos en la zona prevista, y así mejorar la eficiencia de las capturas”. El resultado es, a su juicio, “carne de caza procedente de una gestión responsable. Una opción saludable para el consumo y, bajo parámetros de la certificación FSC, respetuosa con la ecología”.
En lo que respecta a la labor de Félix Romero Cañizares, la Responsable de Comunicación de FSC no ve incompatibilidad alguna en el hecho de que el director general de Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha haya trabajado hasta hace escasamente un par de años como alto cargo en el mismo organismo. “Desde nuestra óptica, no vemos nada extraño en que una persona que ha estado vinculada a la creación de valor sostenible decida dar un paso más y trabajar desde una Administración pública, para así dar impulso a la sostenibilidad desde la primera fila. No sería la primera vez, ni será la última en que desde las administraciones buscan talento profesional donde tienen que buscarlo”.
El Caballo de Nietzsche también ha intentado ponerse en contacto con el propio Félix Romero a través de varias vías, sin obtener respuesta alguna.