El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).
En el Ayuntamiento de Madrid vieron por internet los dibujos de la ilustradora Mercedes DeBellard y la llamaron para que hiciera la campaña de las fiestas de San Isidro 2018. “Fue una alegría pero les dije que teníamos que hablarlo. Soy animalista y relacioné San Isidro con los toros. Pero me dijeron que el Ayuntamiento no haría ni promocionaría nada taurino y acepté”, cuenta a El caballo de Nietzsche.
“Querían retratos de mujeres alegres con las que identificar Madrid, reivindicar a las madrileñas”. Los carteles enamoraron de manera unánime. Eran mujeres vitales, coloristas, que representaban la diversidad y feminizaban la ciudad. Transmitían una alegría que se viralizó y que dio al trabajo de DeBellard una enorme popularidad. Su reputación profesional venía avalada, no obstante, con trabajos para distintas agencias, grandes marcas y prensa nacional e internacional, sobre todo inglesa. Ha ilustrado también carpetas de discos, cubiertas de libros, portadas de revistas, etc.
Los carteles para San Isidro 2018 tenían, además, un secreto: en todos ellos, DeBellard incluyó la V verde que es símbolo mundial del veganismo. “Quería hacer un guiño a la gente vegana y animalista de Madrid e incluí el símbolo del veganismo en los estampados de los mantones de Manila que llevan todas”. Ese guiño, que parece una travesura, comportaba un compromiso: “Soy vegana y animalista. Para las personas como yo es muy difícil disfrutar de las fiestas al 100%. Aunque desde el Ayuntamiento no se promocionen las corridas, las fiestas de San Isidro son conocidas fuera de Madrid principalmente por eso. Quería aprovechar la oportunidad de hacer un cartel de San Isidro vegano y me dije que tenía que hacerlo sí o sí”.
Nadie dio cuenta, hasta que, con las calles de Madrid ya estaban inundadas de las risas y flores de sus carteles, alguien se percató y lo sacó a la luz. En el Ayuntamiento “no se lo tomaron mal, solo hubo cierta polémica con prensa amarillista”, pero a las personas animalistas “les flipó” y se entusiasmaron con Mercedes DeBellard y con su trabajo. “Tienes la opción de utilizar tu trabajo para mostrar algo, dar a conocer un problema o que a la gente le suene. Imagino que muchas personas han conocido el símbolo vegano gracias al ruido que generó en la prensa el incluirlo en los carteles de San Isidro. Y a partir del símbolo pueden haberse preguntado qué es ser vegano, haber curioseado, buscado información”.
Cuenta que en el mundillo de la ilustración hay cada vez más gente comprometida con los otros animales, “gente concienciada, vegana o en el proceso de serlo”. A ella, que convive con dos perras adoptadas, siempre le ha gustado “dibujar animales para difundir en redes la causa y dar a conocer el movimiento”, y colabora con santuarios y otras organizaciones animalistas.
Por ello ha cedido sus dibujos a Capital Animal para la agenda que esta plataforma de arte, cultura y derechos animales publica desde 2016 y que ha contado en años anteriores con los ilustradores Paco Catalán y Joaquín Secall. “En Granada teníamos un colectivo de ilustradores que se llamaba 'Cuarenta Patas'. Hacíamos un calendario colaborativo, cada ilustrador un mes, y donábamos los beneficios a diferentes refugios de perros y gatos. Lo hicimos varios años, hasta que me vine a Madrid. Era muy chulo, me gustaría retomarlo”, recuerda DeBellard. Con la agenda Capital Animal 2019 podremos disfrutar de su exquisito activismo.
En el Ayuntamiento de Madrid vieron por internet los dibujos de la ilustradora Mercedes DeBellard y la llamaron para que hiciera la campaña de las fiestas de San Isidro 2018. “Fue una alegría pero les dije que teníamos que hablarlo. Soy animalista y relacioné San Isidro con los toros. Pero me dijeron que el Ayuntamiento no haría ni promocionaría nada taurino y acepté”, cuenta a El caballo de Nietzsche.
“Querían retratos de mujeres alegres con las que identificar Madrid, reivindicar a las madrileñas”. Los carteles enamoraron de manera unánime. Eran mujeres vitales, coloristas, que representaban la diversidad y feminizaban la ciudad. Transmitían una alegría que se viralizó y que dio al trabajo de DeBellard una enorme popularidad. Su reputación profesional venía avalada, no obstante, con trabajos para distintas agencias, grandes marcas y prensa nacional e internacional, sobre todo inglesa. Ha ilustrado también carpetas de discos, cubiertas de libros, portadas de revistas, etc.