Iris Gutiérrez: “Cada vez hay más mujeres en todos los ámbitos y, sobre todo, cada vez hay más referentes femeninos, algo indispensable para motivar a las más jóvenes y a las niñas y transmitirles el mensaje de que ellas pueden”

Oriunda de Lugo, Iris Gutiérrez, deportista del equipo Rab, es actualmente una de las escaladoras más activas y destacadas del panorama nacional. Tras convertirse en campeona de bloque de Madrid, Galicia y Castilla La Mancha, Iris dio el salto a la escalada en roca y, especialmente en adherencia, donde se ha apuntado varias primeras femeninas y se ha convertido en la mujer con más octavos encadenados en este estilo en España con hasta tres vías de 8b.

¿Cómo empezaste a escalar? ¿Qué te atrajo de este deporte?
Hace muchos años me acuerdo que vi unos vídeos de Catherine Destivelle escalando en África sin cuerda y me impactó muchísimo. Fue lo primero que vi del mundo de la escalada y me acuerdo que me motivó mucho. Ver a Catherine escalando así, subiendo en “free solo”, me pareció una locura. Pero una locura que me sedujo completamente. Acababa de llegar a vivir a Madrid y después de eso me apunté a escalada.
¿Quién es tu referente en el mundo de la montaña?
Hay muchas mujeres referentes que pueden ocupar ese puesto como Lynn Hill, Isabelle Patissier, Josune Bereziartu, pero sin duda fue Catherine Destivelle la que hizo que empezara toda mi pasión. Todas estas mujeres han roto barreras en la escalada en un momento en que el deporte era prácticamente de dominio masculino, y todas ellas consiguieron hacer grandes logros. Creo que además de sus logros deportivos les ha tocado enfrentarse a un mundo en un momento histórico que era mucho más difícil para la mujer.

¿Practicas asiduamente otros deportes? ¿Cómo los compaginas con la escalada, una disciplina tan exigente a nivel físico?
Me gusta correr y la bici de carretera. En verano bajo un poco mi actividad de escalada porque me voy a Galicia a estar con mi familia donde aprovecho para correr y coger la bici mucho más. Dependo absolutamente de la meteorología, si llueve invierto un poquito más en hacer otras cosas, porque realmente toda mi actividad de escalada está concentrada en la roca.

¿Cuál ha sido tu escalada más importante hasta la fecha?
La primera ascensión femenina de Artherencia (8b). Aunque ya tenía 8b de adherencia, Artherencia es una vía que tiene una logística súper complicada. En primer lugar está a más de una hora caminando del coche. Además es una chorrera negra, lo que implica dos cosas, que en cuanto llueve, está mojada, y además se crea un depósito encima de la vía que, aunque deje de llover, hace que permanezca mojada muchos días.
Al ser negra, en cuanto le da un pelín el sol coge muchísima temperatura y, claro está, para poder escalar adherencia de dificultad tiene que ser a la sombra y con mucho frío porque es una escalada de fricción. Además, y para más inri, es cara sur, así que a las 9.30 le entra el sol y ya no puedes escalar. Generalmente los días nublados, que son necesarios en una cara sur, van acompañados de agua, lo que hace que no se pueda escalar esta vía. Durante el día y no me ha quedado más remedio que ir a dar pegues a las 5 de la mañana en invierno.
En general es una inmensa placa negra situada en El Hueso, una de las joyas de La Pedriza, y me ha costado lidiar con la presión de encadenar cayéndome hasta ocho veces cuando ya estaba arriba del todo y después de haber pasado todo lo duro de la vía.

Si tuvieras que quedarte con una zona, o escuela, de escalada, ¿cuál sería?
La Pedriza. Particularmente me gusta la soledad que se respira en las vías a las que voy. No sólo eso, el entorno es una ciudad gigante de roca en la que hay mil sitios nuevos por descubrir.
El estilo de escalada me encanta y además es mucho más variado de lo que aparenta ser. No sólo son placas de adherencia, hay muchos tipos de fisuras, vías de largos, bloque… Es un pequeño paraíso en el que te puedes adentrar para perderte y desconectar.

¿Qué es actualmente la escalada en tu vida? ¿Qué te aporta?
Es mi todo. Realmente es lo que me sigue reteniendo aquí y hace que todavía no regrese a Galicia. Es pasión, motivación, frustración…Es un mar de emociones en el que he aprendido a lidiar con ellas. Es amistad, es empatía y es superación. Es honestidad y es deportividad. Es la parte de la vida que me sigue enseñando y en la que sigo creciendo personalmente.
Entonces, como dices, es tu gran pasión... Pero ¿hay algo que te guste incluso más que escalar?
La escalada es ya mi forma de vida. Creo que ya forma parte de mí y no sé si sabría vivir de otro modo. Pero a pesar de ello hay muchas otras cosas que me gusta hacer como lo comentado anteriormente y... ¡el ajedrez! Juego todos los días, la verdad que es una forma de evadirme por un tiempo en mi día a día.

Ahora que se habla tanto de la igualdad, ¿sigues viendo una brecha en el mundo de la montaña entre hombres y mujeres?
Sí. Claramente la hay. Es cierto que poco a poco esa brecha se va haciendo menor y sobre todo hay mucha gente trabajando en ello. Pero sigue existiendo y es una realidad. Al final es responsabilidad de todas y de todos que esta brecha disminuya. Aunque afortunadamente cada vez hay más mujeres en todos los ámbitos y, sobre todo, cada vez hay más referentes femeninos que es indispensable para motivar a las más jóvenes y a las niñas y transmitirles el mensaje de que ellas pueden.

¿Qué le dirías a esas niñas que se inician en este mundo de la escalada, del alpinismo y la montaña?
Primero, que lo disfruten. Que todo lo que hagan que sea por pasión y desde el corazón. Que busquen el pasárselo bien, el compartir y el compañerismo como piedra angular de sus vidas. Y que a partir de ahí podrán lograr todo aquello que se propongan. Que a veces las cosas no salen como queremos, pero que no dejen de luchar, que es parte del proceso. Que no pierdan de vista nunca sus principios y que la montaña y la roca les espera para hacer todo lo que ellas quieran.

¿Qué planes tienes de cara al futuro más cercano?
Pues tengo vías pendientes que me gustaría hacer como Inuit, que es 8b+ que este año la dejé con una caída. Tengo ganas de meterme en algún fregado en pared, y de meterme en dificultad con cacharros.
Y a largo plazo, ¿dónde te ves?
Siempre ligada a la montaña y a la escalada. La vida da muchas veces sorpresas y nunca sabes lo que ésta tiene preparada para ti, pero lo que no me cabe duda es que seguiré ligada a este mundo.
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