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“Trail running” por La Pedriza

“Trail running” por La Pedriza

Por Salvador Martínez

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Hay pocos sitios que sean tan agradables y atractivos para salir a correr por el monte como puede ser La Pedriza de Manzanares en Madrid. Su perfecta combinación entre paisajes graníticos y genuinos bosques lo convierten en un escenario casi perfecto. Su variada y rica flora, que incluye multitud de diferentes especies de pinos, así como avellanos, castaños e incluso tejos, hacen de este lugar un paraje que invita a ser descubierto y que nos permite conectar intensamente con la naturaleza y el entorno. Es por ello que se ha convertido para Campobase en un escenario ideal para probar diversos productos a lo largo del año.

En este caso, no obstante, lo que nos ha llevado a transitar sus caminos es la idea de completar una carrera corta, pero con mucho encanto, y que os proponemos a continuación como toma de contacto con la zona. Es una actividad perfecta para esos días que no disponemos de mucho tiempo, pero queremos escaparnos al monte a trotar un poco, o simplemente para esos momentos en los que no nos apetece darnos la “paliza” y queremos disfrutar de un entrenamiento algo más suave.

Además, esta ruta que os planteamos es ideal también para la gente que se esté iniciando en las carreras de trail running o, simplemente, para dar un paseo bonito olvidándonos de correr y las prisas ya que es una ruta preciosa para saborear y disfrutar.

La ruta

Apuntar que el circuito propuesto se puede realizar durante todas las épocas del año, incluso en verano, cuando más aprieta el calor, ya que discurre constantemente por bosques, lo que nos protegerá del sol y nos permitirá salir y disfrutar del día pese al calor. No obstante, en otoño es especialmente bonita ya que el paisaje se viste con tonalidades mágicas (amarillos, ocre...). El color que adopta el bosque hará de la ruta una actividad muy especial que no olvidaremos.

Por otro lado, para controlar nuestro entrenamiento, el recorrido y demás datos, en esta ocasión hemos optado por aprovechar y salir nuevamente con el Amazfit T-Rex3 que os presentamos en un artículo recientemente. Un reloj completísimo, cuyo test completo podéis ver en este enlace, y que una vez más, y tras esta nueva salida, nos reafirmamos en la idea de que es un modelo top que nos gusta muchísimo, tanto por su funcionamiento, como por sus opciones.

Tras leer este artículo, puede haber gente que piense que no le sacamos defectos a este modelo, pero la verdad es que no le hemos encontrado ninguno reseñable más allá de aquellos que se ciñan estrictamente a gustos personales y subjetivos. Y como ya dijimos en su momento, un producto como el Amazfit T-Rex3, con esa calidad y a ese precio, es absolutamente imposible encontrar en otras marcas consideradas a día de hoy referencia dentro de este mercado.

Dicho esto, y volviendo a la actividad que aquí os presentamos, el punto de salida será Canto Cochino, más concretamente el aparcamiento. Desde aquí cruzaremos el puente que atraviesa el río y nos dirigiremos por el camino de la izquierda hasta alcanzar un cartel muy característico y fácil de identificar que nos indica varias direcciones a seguir. En este caso, nosotros optaremos por la senda que nos lleva a la izquierda hasta el collado Cabrón.

Este camino es muy sencillo de seguir, ya que está muy bien marcado en todo momento con el característico símbolo de PR blanco y amarillo. Desde este punto, eso sí, es una subida constante, aunque no demasiado brusca, que nos permitirá correr la mayor parte del tiempo a buen ritmo. Después de unos 3 kilómetros, y unos 300 metros de desnivel positivo, alcanzaremos el collado. Una vez en este punto proseguiremos por el camino que continúa hacia la derecha en claro descenso. Durante este tramo la carrera hacia el valle se vuelve mucho más rápida y ágil gracias a una senda que hará las delicias de los que más disfrutan de las bajadas.

Una vez lleguemos abajo, nos cruzaremos con el camino principal del valle, la famosa autopista, y nos incorporaremos a ella dirigiéndonos hacia la derecha. Durante este tramo también podremos correr a buen ritmo si queremos. En cuestión de minutos alcanzaremos el punto desde dónde habíamos iniciado la ruta, es decir, el aparcamiento de Canto Cochino.

Como veis, una carrera corta y dinámica que, en nuestro caso, nos llevó unos 40 minutos, y que nos supuso una maravillosa manera de desconectar del día a día y poder disfrutar de esta preciosa naturaleza a tan solo un paso de Madrid.

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