Innsbruck, Austria, ha visto como este fin de semana dos de sus figuras más importantes de la escalada se hacían con la victoria en casa en el Campeonato del Mundo de Escalada de Dificultad. Un fin de semana apasionante durante el cual los mejores del mundo se han dado cita ya pensando en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
En mujeres, diez escaladores pasaban a las finales. La surcoreana Jain Kim salía antepenúltima y se colocaba en cabeza al llegar más alto que las seis competidoras anteriores, asegurándose así al menos una medalla, aunque esperando repetir el éxito de 2014, cuando lograba el oro.
Tras ella llegaba la joven austriaca de tan solo 21 años Jessica Pilz, apoyada por todo su público, y quien ganaba su primera prueba de la Copa del Mundo tan solo unas semanas antes. La austriaca regaló toda una exhibición al público asistente, dejando claro su magnífico estado de forma, y apuntándose el primer top de la final.
Legaba el turno para la última escaladora, la eslovena Janja Garnbret quien necesitaba, no solo hacer top, sino en menos tiempo que la austriaca. Janja no defraudaría, escalando de forma fluida y elegante hasta el top, e igualando a Jessica. Sin embargo, la austriaca lo había logrado en menos tiempo lo que hacía estallar de alegría al público al conocer que su escaladora se convertía en campeona del Mundo.
Pero ahí no acabarían las alegrías para los asistentes, ya que, en categoría masculina, el austriaco Jakob Schubert, de 27 años, se coronaría también campeón del Mundo de Escalada de Dificultad por segunda vez en su carrera tras el título conseguido en París en 2012. El checo Adam Ondra sería plata, y el alemán Alexander Megos, bronce.