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Juanito Oiarzabal y Alberto Zerain alcanzan los 7.100 metros del Dhaulagiri y esperan al buen tiempo para el ataque final a la cima

Juanito Oiarzabal y Alberto Zerain han alcanzado los 7.100 metros de altura en el Dhaulagiri (8.167 metros) y esperan ya desde el campo base una ventana de buen tiempo para el ataque final a la cima. Durante los últimos días han trabajado duro para la instalación del campo 3 (7.550 metros) pero las malas condiciones climatológicas les han obligado a descender hasta el campo base. “Esta montaña no da tregua: nieve, viento y frío”, asegura Juanito Oiarzabal satisfecho por el trabajo realizado en altura y consciente de las malas condiciones que presenta esta primavera la montaña. “Hemos abierto huella hasta los 7.100 metros y dejamos la equipación del campo 3 para cuando ataquemos la cima. Todavía nadie ha llegado tan alto como nosotros”, completa Alberto Zerain dentro de la expedición 2x14x8000 junto a Saunier Duval.

Tras un mes de expedición, los dos alpinistas alaveses han trabajado duro por aclimatar el cuerpo a la altura y por equipar al máximo la ruta a la cima. El miércoles descendían a toda velocidad hasta el campo base de nuevo por una fuerte nevada que hacía peligroso pasar una noche más en el campo 2. “El riesgo de aludes es muy elevado a esa altura. Decidimos abrir huella hasta los 7.100 metros y descender al base a descansar y esperar al buen tiempo”, señala Zerain. “Estamos muy fuertes, muy ilusionados y disfrutando lo que nos deja la montaña”, añade.

Las previsiones meteorológicas para los próximos días no son buenas y retrasa a la semana que viene las opciones de atacar con éxito la cima. “Toca esperar y ser pacientes”, asegura Juanito Oiarzabal a sus 60 años, 48 expediciones al Himalaya y 26 ochomiles escalados. El Dhaulagiri (8.167 metros) es una de las cuatro cimas que le faltan a Oiarzabal para alcanzar su reto personal de conquistar por segunda vez las 14 montañas más altas del planeta y cuenta con la fuerza de Alberto Zerain como el compañero de cordada perfecto para conseguirlo.

Dos hombres ante una gran montaña

Alberto está disfrutando como si fuera su primera expedición. Yo disfruto viéndole a él tan ilusionado”, asegura Juanito Oiarzabal tras un mes de expedición en la Montaña Blanca. “Damos por concluida la aclimatación, hora queda esperar”, continúa orgulloso del trabajo realizado hasta ahora. Tras ochos días de trekking por el valle del Khumbu, la cordada vasca alcanzó el campo base del Dhaulagiri (8.167 metros) el pasado 18 de abril, desde entonces todos sus esfuerzos se han centrado en aclimatar el cuerpo a la altura y en instalar los diferentes campos. “Me siento muy fuerte pero la nieve nos impide avanzar”, asegura Zerain tras abrir huella hasta los 7.100 metros y pasar la noche en el campo 2. “Nadie ha llegado todavía a esa altura. Dejaremos la instalación del campo 3 al ataque a cima y esperemos que llegue una ventana de buen tiempo la semana que viene para lanzarnos a la cima”.