Gran Canaria es un lugar cautivador. Un pequeño edén en medio del océano Atlántico que enamora a sus visitantes. Un rincón donde pasear, hacer actividades deportivas, disfrutar de sus playas, de su variada gastronomía y del buen tiempo... En este decálogo te contamos los motivos por los que si viajas hasta Gran Canaria sufrirás un flechazo.
En primer lugar, no podemos pasar por alto una obviedad como es que tendremos el termómetro como nuestro gran aliado durante nuestra estancia. Gran Canaria fue bendecida con una agradable climatología fruto de su privilegiada situación geográfica y la generosa voluntad de los vientos alisios. Esos son algunos de los condicionantes que le confieren una temperatura media anual de ¡24 grados! El sol se esconde, pero nunca duerme. La peculiar orografía de la isla garantiza una atmósfera suave y variable que relativiza el rigor de las cuatro estaciones del año. Así pues, no hablaremos de cuándo es recomendable viajar porque es algo que podremos hacer con garantías a lo largo de todo el año.
Una vez en la isla, lo primero que nos llamará la atención será el espectacular decorado natural que nos rodeará. Aquí tenemos nuestro segundo punto a destacar.
El afán por la conservación de su patrimonio natural ha convertido a Gran Canaria en un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido. Casi la mitad de su superficie es territorio protegido, un legado que asegura un nivel de pureza medioambiental extraordinario. Un empeño que es perfectamente compatible con un disfrute responsable. Además, su origen volcánico es un recuerdo omnipresente.
Su particular localización, así como sus numerosos parajes naturales nos lleva a un elemento fundamental en Gran Canaria: las playas.
La playa es en la isla una forma de vida en sí misma. Gran Canaria alberga 60 kilómetros de playas en sus 236 kilómetros de costa, por lo que su litoral ha sido el patio de recreo de generaciones de isleños orgullosos de poder compartir este tesoro con el visitante. El catálogo es amplio y para todos los gustos, desde las extensas alfombras de arena rubia del sur, a los parajes íntimos que salpican el norte de la isla. No todo el mundo puede disfrutar del placer de una jornada en la playa y ese es un lujo que en Gran Canaria es posible durante casi todo el año.
Un lujo estrechamente ligado a las actividades deportivas ya que los amantes del mar pueden elegir en Gran Canaria entre un variado surtido de actividades como es el surf, el windsurf o el kitesurf, si lo que se buscan es un chute de adrenalina, o incluso la pesca deportiva y el submarinismo si se prefiere una evasión completa bajo la superficie.
Pero en este cuarto apartado no solo nos centraremos en las actividades “acuáticas”, ya que la isla ofrece infinidad de posibilidades a aquellos que prefieran la aventura por terreno más seco y agreste. Una de las ventajas de tener un clima envidiable y un entorno natural afortunado es poder practicar deporte al aire libre todo el año.
Así, los amantes de la montaña están de enhorabuena gracias a la red de senderos que recorre toda la geografía de la isla. De hecho, ya hemos hablado extensamente sobre algunas de estas maravillosas y cautivadoras rutas en Campobase.
Dos claros ejemplos son La 365 Trail, un recorrido que surge con la clara intención de facilitarnos la posibilidad de descubrir la belleza que se esconde en el interior de la isla de Gran Canaria siguiendo un sendero de 115 kilómetros lleno de contrastes que nos hará vivir experiencias inolvidables, o el denominado Camino de Santiago de Gran Canaria que, a lo largo de 46 kilómetros une la Iglesia de San Bartolomé, en Tunte, al sur de Gran Canaria, con el Templo de Santiago de los Caballeros de Gáldar, en el noroeste de la isla.
Además, Gran Canaria también es un paraíso para los apasionados de la bicicleta, testigos aventajados de sus sobrecogedores paisajes, así como para los amantes de la escalada en roca, destacando por encima del resto la escuela de La Sorrueda, o simplemente Sorrueda, como también se la conoce. Esta es una escuela situada en el barranco de Tirajana, de extrema belleza con paredes de un precioso tono rojizo, y muy cerca de la localidad de Santa Lucía de Tirajana, y sobre la que presentamos un extenso artículo hace unos meses.
Actividades que se disfrutan mucho más en buena compañía, especialmente si es en familia. Gran Canaria es por eso un destino ideal para gozar del tiempo libre en compañía de los seres queridos, en pareja, o al calor de los más pequeños de la casa. Merece la pena invertir parte de la estancia en conocer todo lo que la isla tiene que ofrecer y que convertirá el viaje en una experiencia inolvidable.
Y así llegamos al ecuador de nuestro decálogo personal. Momento que aprovechamos para ensalzar las bondades de una tierra llena de historia, cultura y ocio. De hecho, la historia prehispánica de Gran Canaria continúa latiendo seis siglos después de la conquista. El pasado aborigen es conservado con celo en parques arqueológicos y museos que también recogen el mestizaje cultural que reina en la isla. Cristóbal Colón hizo escala en Gran Canaria camino de América dejando una huella imborrable de la que aún se preservan curiosos vestigios.
Y si hablamos de ocio, hay que hacerlo, evidentemente, del Carnaval de Gran Canaria, una de las fiestas más representativas de un rico calendario de ocio que saca a relucir el carácter afable y divertido de los grancanarios.
Al ocio hay que sumar que Gran Canaria puede presumir de un exquisito mar de sabores. Así es, cada rincón de la isla brinda la posibilidad de descubrir deliciosos aromas que emanan de una gastronomía alegre y heterogénea. Una tierra que presume de ser el único lugar de Europa en el que se cultiva café, pero que además luce con satisfacción los encantos de sus productos hortofrutícolas, una jugosa repostería y un icónico ron elaborado en la bodega más antigua del continente. No solo podremos deleitar la vista con maravilloso paisajes, sino también el gusto y el olfato con exquisitos sabores e inolvidables olores.
Y después de tantas emociones proponemos relajarnos y dar paso al octavo punto de nuestro decálogo... Te proponemos: “hacer una pausa en tu vida”.
Si lo que buscamos es algo de tiempo para relajarnos, Gran Canaria es un destino perfecto para descansar y dejar atrás los problemas. La oferta de centros de Spa y Wellness pone tu bienestar en manos de los mejores profesionales. En la tierra donde el aloe vera emerge para velar por el cuidado de tu piel, los grancanarios entienden que la salud debe situarse en lo más alto de las prioridades. Esta es una oportunidad que no se puede obviar ni mucho menos.
Para terminar esta lista de razones por las que visitar Gran Canaria, y por si aún te queda alguna duda, no queremos pasar por alto dos razones especialmente dirigidas a aquellos cuyos viajen giran entorno a las típicas visitas urbanas. A aquellos que optan por empaparse de lo que un lugar tiene que ofrecer a través de sus ciudades y pueblos.
Gran Canaria cuenta con una capital moderna y abierta. El casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria, ubicado en los barrios de Vegueta y Triana, merece una sosegada inspección para contemplar sus casas de estilo colonial. Al igual que el Puerto de la Luz, uno de los principales centros de su actividad económica y, a tan solo un paso, al otro lado del istmo de La Isleta, sobresale como punto de encuentro Las Canteras, una de las mejores playas urbanas del mundo. Además, la capital posee una atractiva propuesta de entretenimiento producto de su esencia moderna y cosmopolita.
Pero aquí no acaba todo, y es que si abandonamos la capital nos encontraremos con pueblos llenos de un encanto tan característico y único como en ningún otro lugar. De hecho, los pueblos son uno de los secretos mejor guardados de Gran Canaria.
Agaete, Mogán, Teror o Tejeda son sólo algunos de los enclaves a explorar para conocer el espíritu isleño. La amabilidad de su gente y la riqueza de sus tradiciones hacen que el visitante se sienta como en casa. Da igual si es en la cumbre o en la costa, o pasando por las medianías, cada municipio contribuye armónicamente a la proyección de de las señas de identidad de una isla mágica y llena de encanto.
Si aún albergabas alguna duda, creemos que las razones aquí expuestas son más que suficientes para hacer la maleta, o la mochila, y disfrutar de unos días en este rincón único independientemente de la estación o los motivos que te lleven hasta esta cautivadora isla.