El CD Tenerife también da la cara en la Copa y elimina al Real Valladolid
La fe mueve montañas y el compromiso colectivo hace mejores hasta a los equipos en proceso de regeneración como el CD Tenerife de Rubén Baraja. La previsible apuesta del técnico reservando a medio equipo titular se perfeccionó con un partido sobresaliente de los blanquiazules en el que no desmereció ni uno solo de sus jugadores. La consecuencia fue un triunfo vitamínico (2-1) y la eliminación del Real Valladolid, un Primera que jugó con fuego hasta quemarse.
Por décima vez en su historia copera, el CD Tenerife fue capaz de apear a un equipo de la máxima categoría desde su condición de club de Segunda. No lo hacía desde 2001, cuando se quitó de encima al mejor Deportivo de siempre. Y, como entonces, la épica de las remontadas estuvo presente porque después de una primera parte en la que ambos pudieron adelantarse, lo hizo el Valladolid con un tanto de Sandro que heló la ilusión local.
Antes, Baraja había arrancado como acabó el domingo para proteger el 1-0 frente al Girona. Dispuso a Javi Alonso como pivote entre los centrales y la línea de medios, que ocuparon Milla y Undabarrena, con Moore y Elliot en los costados. Arriba, Joselu como única referencia de ataque.
La idea del nuevo preparador local abunda en su intento de devolver al Tenerife la solvencia defensiva que no tuvo desde el tiempo de Álvaro Cervera, entendida por no permitir remates fáciles, tratar de hacer suyas las segundas jugadas y resolver las pugnas sin riesgo de que habiliten ocasiones. En todo eso, el Tenerife fue sobresaliente casi siempre. Concedió lo justo, las menos de las veces por alguna entrega mala y las más porque enfrente tenía a un rival de Primera que percutía diagonales con Hervías y Toni Villa, cuando no aprovechaba la movilidad de Sandro. Jugaba cómodo, además, el grupo de Sergio González porque tuvo franca la salida hasta que los locales fueron a buscar la victoria tras el 0-1.
Y aunque la posesión fue más visitante, el Tenerife tuvo llegada, ahora con un remate de Elliot (min. 12), luego con otro de Moore (min. 25) y, especialmente, con otra ocasión de Elliot (min. 33) tras hacerse un lío Caro con un control. En el debe (min. 17), un tiro de Nacho, a bocajarro, que Ortolá detuvo.
Solo la aparición de Sandro para hacer el 0-1, tras un pase maravilloso de Óscar Plano que superó dos líneas, puso en cuestión la estrategia de Baraja, no tanto porque el gol del Vallladolid se explica por un golpe de calidad del mediopunta madrileño como porque estaba por saberse la respuesta local.
El Tenerife, que había ido creciendo y creciendo mientras avanzaba el partido, no se descompuso. Primero avisó con un cabezazo imperial —como imperial toda su labor— de Alberto que salvaron los reflejos de Masip (min. 64) y a la siguiente, tras un centro de Elliot que encontró la cabeza de Joselu. En la primera que tuvo, gol. No se puede pedir más.
No, desde luego, a Joselu, que se fue en el 73. Sí a Dani Gómez, la carta que guardaba Baraja para buscar al Valladolid. Una contra que se inventó Aitor Sanz con un pase al espacio de treinta metros permitió la pugna del delantero con Alende, convertida en penalti, primero, y en el 2-1, luego, engañando a Masip con un lanzamiento por el centro.
Con tres minutos y cuatro de prolongación por delante, el CD Tenerife acabó de ser maduro gracias a un trabajo coral en el que no hubo tachas. Recuperó hoy las versiones más deseables de Sipcic, Isma López y Undabarrena, apuntó a Joselu como el nueve que lleva tantos años echando de menos y consolidó las figuras de dos frutos de su cantera como Javi Alonso y Elliot. El uno sigue tomando pinta de jugador solvente —más cuando se atreve a filtrar pases verticales— y el otro tiene la habilidad de los buenos extremos capaces de colgar un pase desde la banda en un requiebro. Medio gol de Joselu es mérito suyo.
El mérito global, mientras, habla de un equipo comprometido que empieza a generar competencia en todos los puestos mientras gana argumentos ante el derbi en el Estadio de Gran Canaria. Hasta el sábado, disfruta de saberse en los octavos de final de la Copa del Rey y en comunión con su parroquia. Football it’s coming home.
CD TENERIFE: (2) Ortolá; Luis Pérez, Alberto, Sipcic, Isma López; Javi Alonso; Moore, Luis Milla, (Aitor Sanz, min. 67), Undabarrena, Elliot (Alex Muñoz, min. 87); y Joselu (Dani Gómez, min. 72).
REAL VALLADOLID: (1) Caro (Masip, min. 52); Pedro Porro, Alende, Javi Sánchez, Nacho; Óscar Plano, El Hacen, Toni Villa (Miguel, m.70); Hervías (Fede San Emeterio, m.63), Sandro y Waldo.
GOLES: 0-1, min. 51: Sandro. 1-1, min. 66: Joselu. 2-1, min. 85: Dani Gómez (penalti).
ÁRBITRO: David Medié Jiménez (Comité Territorial Catalán). Amonestó a Aitor Sanz (min. 88) y a los visitantes San Emeterio (min. 73), Nacho (min. 88) y Miguel (min. 92).
INCIDENCIAS: Partido de dieciseisavos de final de Copa de S.M. el Rey, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 8.403 espectadores.
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