La selección española cierra la liga de octavos de final del Europeo contra Israel con el liderato del Grupo E, al que también aspira Rusia, en juego y la vista puesta en los resultados que se produzcan veinticuatro horas después en el bloque F para saber qué rival le corresponde en cuartos de final.
España es la gran favorita para el oro en todos los pronósticos. Su trayectoria en la segunda fase del campeonato es impecable. Ha derrotado por 76-58 a Grecia, actual campeona de Europa y subcampeona del mundo, y por 69-81 a Rusia, que exhibe una de las plantillas más completas del torneo, desarrolla un baloncesto de alta calidad y sumaba sus partidos por triunfos hasta encontrarse con España.
El equipo de José Vicente Hernández ha ido de menos a más. Cada día juega mejor. Ya ha alineado a Jorge Garbajosa en un quinteto inicial -ante los rusos-, también ha recuperado a Juan Carlos Navarro y las sensaciones que transmite se acercan poco a poco a las que desprendía en el Mundial de Japón 2006.
España lidera el grupo E gracias a la victoria sobre Rusia. Los dos equipos cuentan con tres partidos ganados y uno perdido, pero la diferencia global de puntos favorece a los campeones del mundo. Les basta con imponerse por un punto a los israelíes para pasar a las eliminatorias de cuartos desde la primera posición hagan lo que hagan los ex soviéticos.
Israel, no obstante, siempre resulta un rival incómodo. Sobre todo para la selección nacional. El modelo de baloncesto del equipo dirigido por Zvi Sherf y las características de los jugadores hebreos rompen la norma. Israel da vida a un estilo atípico, que puede fracasar rotundamente ante Portugal, pero que también es capaz de superar a Croacia, el único equipo que ha ganado al bloque español en los dos últimos años.
Los israelíes han entrado en la liga de octavos de refilón, con un único resultado positivo en la última jornada de la primera fase contra Serbia (87-83).
Ya en Madrid han superado a Croacia (80-75) y han caído de forma inesperada ante Portugal (94-85). Por tanto, sólo podrían acceder a las eliminatorias si rebasan a España y, además, Grecia desbanca a Croacia.