El exjugador del CD Tenerife Lorenzo Cruz falleció este miércoles a los 79 años de edad. Formado en el infantil Laurel y el Real Unión de Tenerife, había nacido en la capital chicharrera el 13 de julio de 1943 y militó en el representativo entre las temporadas 64/65 y 67/68, al que llegó después de una etapa en el fútbol peninsular en el Imperial (filial del Real Murcia) y la Cultural y Deportiva Leonesa.
Interior izquierdo y delantero centro, Lorenzo Perrachica, como era conocido, disputó 36 partidos y anotó siete goles como jugador blanquiazul en su cuatrienio en el Heliodoro. Sus mejores registros fueron en su primer curso –a las órdenes de Satur Grecha y de Santiago Villar tras la destitución del entrenador alicantino–, cuando firmó 19 partidos (doce de Liga y siete de Copa) y cuatro goles, aunque no debutó hasta la sexta jornada en el Tenerife-Hércules (3-0) disputado el 18 de octubre de 1964.
Cruz Reyes llegó al CD Tenerife el mismo verano en el que incorporó a tres jugadores de mucho peso en la segunda mitad de los años sesenta: el portero levantino Antonio Gómez y los palmeros Adolfo Sicilia (defensa central) y Erasto León. Con Lorenzo coincidió también aquella campaña y la siguiente, antes de su traspaso a la UD Las Palmas, José Juan Gutiérrez.
El legendario delantero tinerfeño recuerda a Lorenzo –“un par de años más joven que yo”– como un compañero “muy noble, algo tímido, buena gente, muy sano, que se integró muy bien en el grupo en una época en la que casi todos éramos de aquí”. Y añade que ambos tuvieron trayectorias paralelas, “porque luego también estuvo unos meses en la UD Las Palmas, pero en el Tenerife apenas coincidimos un par de años”.
Futbolísticamente, José Juan describe a Lorenzo. “Como jugador, ocupaba mi misma posición como delantero centro, aunque jugamos juntos muchas veces. Técnicamente era bueno, pero destacaba sobre todo por su remate de cabeza. Era muy fuerte, de esos arietes puros de antes e iba muy bien por arriba en los balones aéreos”, dice.
Condicionado por la realización del servicio militar, Lorenzo no contó con la misma continuidad en su segunda temporada (65/66) como jugador tinerfeñista, con solo cinco partidos en bajo la dirección de José Iglesias, Joseíto en el banquillo). Uno menos en la siguiente –con José Luis Riera en el banquillo– provocó que negociara la carta de libertad tras una dura negociación con el presidente López Gómez.
Fichó entonces por la UD Las Palmas, pero no llegó a debutar en el equipo amarillo, que lo cedió de nuevo al representativo para disputar el segundo tramo del campeonato de Segunda División 67/68, donde fue fijo en las nueve últimas jornadas –tanto con Ramón Cobo como con Santiago Villar–, aunque cerrara su estadía en el Tenerife con el amargo descenso a Tercera División, pese a ser décimo clasificado de 16 equipos, por la desmesurada reforma de la categoría de plata que fijó la Federación Española para reducir la competición a un solo grupo.