El entrenador del Tenerife, Pepe Mel, declaró tras el empate ante el Málaga en el estadio Heliodoro Rodríguez López (0-0), que su equipo hizo sesenta minutos buenos, donde a su juicio fue superior al rival y jugó en campo rival, pero el penalti fallado por Enric Gallego en la primera parte les penalizó.
“Prefiero hacer una lectura positiva, no hay tiempo para lamentaciones, el lunes hay otro partido –visita al Racing de Ferrol– y hay que sacar las cosas positivas y fomentarlas”, destacó en rueda de prensa el técnico madrileño.
Mel reconoció que la ocasión más clara fue el penalti desperdiciado porque “el partido hubiera sido muy distinto, y eso pesa, entran los nervios y la ansiedad”, y recordó que en octubre “no hay finales”, por lo que confía en que esa leve mejoría se confirme en sucesivos partidos. “Estoy seguro de que el equipo va a salir”, añadió.
En su opinión, la entrada de Manu Molina en el Málaga hizo que el Tenerife perdiera el centro del campo en la última media hora. “Nos quitó el balón, nos hizo correr y perdimos fuelle”, admitió.
Además, reconoció que sustituyó a los centrocampistas Sergio González y Aarón Martín porque estaban muy cansados y el próximo lunes, en El Ferrol y ante un rival directo por la permanencia, “tendrán que volver a jugar, porque no tenemos más jugadores”.