Miguel Concepción ha hecho balance del mandato como presidente del CD Tenerife que acaba el próximo día 14 en el podcast Centenario de una pasión, producido por la entidad dentro del programa de actos de su primera centuria de vida.
En la charla mantenida con los periodistas Maite Castro y Juan Carlos Castañeda reconoce su admiración por los seguidores tinerfeñistas –“hay que ver lo que es la vida depositada en un escudo”– y cree que el Tenerife estará “muy pronto” de vuelta en la élite, por lo que apuesta por la construcción de un estadio “para entre cuarenta mil y cincuenta mil espectadores”.
Juan Carlos Castañeda: Estamos celebrando muchísimos actos del centenario del club, de este equipo entrañable, de este equipo del alma como el CD Tenerife, pero hubo un momento crítico relativamente reciente en el que estuvo a punto de desaparecer con manos negras detrás e historias extrañísimas, pero hubo una reunión de empresarios en el restaurante La Ermita. Y a partir de ahí se genera la supervivencia del CD Tenerife. ¿Qué recuerda de esa época que pueda compartir con los aficionados?
Miguel Concepción Cáceres: Es cierto que en la famosa comida había en torno a cuarenta empresarios, el precursor de esa invitación en parte era Paulino Rivero y por supuesto que estaba allí, como no podía ser de otra manera, y de ahí salieron compromisos de todos que sí que apoyaban. Pero realmente, unos días después, lo que había sentado en una mesa del Ayuntamiento de El Sauzal éramos ocho empresarios que estaban dispuestos a comprometerse y a firmar para tratar de salvar momentáneamente la situación, aunque ninguno quería ser presidente.
Eso ya lo he contado muchas veces. Paulino salía de un despacho a otro despacho y decía: “Pónganse de acuerdo”, volvía y no había no había acuerdo de ninguno. Al final, ya llevábamos allí más de dos horas, y me dije que la responsabilidad moral que tenía yo, como en ese momento mi grupo se había convertido en el primer accionista del Tenerife, era dar a dar un paso. Saqué el compromiso, por lo menos de los que estaban en la mesa, diciendo: “Bueno, yo estoy dispuesto a asumir la responsabilidad, pero ustedes tienen que estar ahí para firmar y para culminar la primera negociación”, que era con CajaCanarias, porque se arrastraba una deuda de más de 15 millones de euros y había que había que resolverla. Había que resolverla porque el club ya llevaba tiempo declarado insolvente, tenía una deuda que superaba los 50 millones y estaba en quiebra y una empresa en quiebra no vale nada.
Ahí empezamos a avanzar y han sido muchos años difíciles, pero con una administración austera, con mucho orden, controlando siempre el ingreso con el gasto. Hemos llegado al final de un recorrido que ha durado más de más de quince años. Hemos llegado a sanear el club, que ahora está sólido económicamente y tiene unas buenas bases para un club profesional. Para que se haga una composición de lugar, la plantilla del CD Tenerife prácticamente vale más que la que la deuda que tiene, fuera de los activos que tiene el club. Al final salvamos la Ciudad Deportiva, que es del club, y seguimos avanzando todos con la ilusión. Esta temporada pasada no pudo ser, pero, bueno, seguimos con la llama encendida para volverlo a intentar“.
Maite Castro: ¿Qué fue lo que le movió a dirigir al CD Tenerife?
M.C.C.: Sinceramente, nunca me pasó por la cabeza la presidencia del CD Tenerife. Yo traté también de ayudar porque aquí lo que lo que primaba era el CD Tenerife. Traté de ayudar a Víctor Pérez Ascanio en su gestión y muchas veces me lo preguntó: “¿Tú qué quieres ser, el presidente?” y le decía: “No, no, yo lo que quiero es ayudar, quiero que el club se mantenga y que esta institución que no se caiga”. Más bien fue por un sentido de la responsabilidad. A mí se me hacía cuesta arriba porque no pensaba, no estaba mentalizado, presentarme en una junta como candidato a la presidencia. Y ahí fui, un poquito asustado, pero fui y hoy estoy orgulloso del trabajo hecho y de que hayamos conseguido levantar este club“.
La plantilla del CD Tenerife prácticamente vale más que la que la deuda que tiene, fuera de los activos que tiene el club
J.C.C.: Usted es el presidente que más años ha estado al frente del club y ha vvido de todo. ¿Cómo valora esas situaciones?
M.C.: Yo soy empresario desde que tenía uso de razón, eso lo aprendí de mi padre y la magia en el CD Tenerife ha sido emplear política empresarial. Muchas veces, el sentimiento es una cosa, pero los números son otra. Aquí se han llevado con mucho rigor las cuentas, el gasto se ha manejado muy bien y eso nos ha dado el resultado de que hoy tengamos una institución sana. Es algo que sí sé hacer, aunque quizás el ámbito deportivo no sea mi fuerte porque tengo que reconocer que no tengo más conocimiento que el de un aficionado normal y más bien del corte bajo. Pero este es un club profesional y para eso se contrata a los profesionales, para que fichen a los jugadores y para que busquen la mejor de las plantillas. Lo único que siempre hemos vigilado es que hay que moverse dentro de un presupuesto, porque, si no, en un momento dado las salidas son más que las entradas, mal nos va a ir. Se trata de administrar lo que tienes y administrarlo bien.
También es verdad que con los cambios que ha habido en la Liga de Fútbol Profesional nos han ayudado, hay que tener en cuenta que estábamos en dos millones y medio de venta de derechos televisivos y cuando se consiguió meter por ley la venta de los derechos centralizados, se dio un impulso alto y hoy, que estamos sobre los 6,5 millones, te ayuda a tener jugadores profesionales que no son la élite, pero compiten.
Y las limitaciones presupuestarias también han venido precedidas de toda esa ampliación del presupuesto de venta y han servido para tener una Segunda División bastante lineal en cuanto a los presupuestos. Aquí, a no ser los tres equipos que bajan, que tienen la ayuda descenso que está entre 15 y 20 millones, los demás estamos todos en alineados presupuestariamente o sea que las diferencias son pocas, a no ser los cuatro equipos que ascienden, que sí tienen un escalón importante porque esos están prácticamente con la mitad. También se han negociado los patrocinios para intentar mejorarlos y hemos tratado de mantener los abonos a un precio asequible, porque hemos vivido años de mucha dificultad a nivel familiar y las familias tienen escasez de muchas cosas.
Lo que sí que he defendido siempre es que no creo en los desequilibrios de plantilla. Yo creo en la regularidad, en el rendimiento y digo regularidad en cuanto a que once jugadores a un 75% de rendimiento te dan un bloque y ese bloque consigue éxito. Los desequilibrios salariales dentro de la plantilla te dan problemas.
Yo creo en la regularidad, en el rendimiento y digo regularidad en cuanto a que once jugadores a un 75% de rendimiento te dan un bloque y ese bloque consigue éxito
J.C.C.: En el área deportiva usted ha contado con un momento de aplauso de la afición y también con momentos de rechazo de la afición o de discrepancia del CD Tenerife. Quería preguntarle por los recuerdos que tiene del ascenso a Primera División y de las dos promociones fallidas para subir a la máxima categoría.
M.C.C.: En el ascenso a Primera me llevé una impresión. Yo soy de la isla de La Palma y en la llegada a ese Aeropuerto de Los Rodeos me impresioné. De las dos finales, en la de Getafe había ilusión, Madrid y Getafe se llenaron de camisetas azules y blancas. Nos conformamos con llevar un resultado favorable y allí nos pasaron nos pasaron por encima, ellos sí estaban convencidos. Todos sabemos el entrenador que era Bordalás y la línea de trabajo que hemos visto en los últimos años y nos ganó la partida.
Pasaron los pasaron años y nos vuelve otra vez la temporada pasada la oportunidad aquí, en nuestro estadio con nuestra gente, un espectáculo, el año del Centenario, el campo a reventar, el himno cantado por toda esa masa de aficionados… esas son imágenes que se te quedan grabadas en el subconsciente para toda la vida y no le dimos la alegría a nuestra afición, tampoco estábamos mentalizados… Muchas veces no solo basta con trabajar en el campo físicamente, también hay que trabajar a veces mentalmente. Entonces, fallamos, pero la llama la hemos dejado encendida y prueba de ellos es que este año ya vamos por casi tres mil abonados más.
M.C.: El club está viviendo un proceso de modernización, digitalización e internacionalización de la mano de la Liga. ¿Cómo de importante es que un club como el Tenerife se adapte a estos nuevos retos“
M.C.C.: Nosotros estamos preparando a la plantilla que tenemos en todas las áreas. Hay muchas cosas que tenemos que actualizar a los nuevos tiempos. Yo apuesto por eso para que nuestro club esté en la misma línea que la Liga, que está haciendo mucho esfuerzo también por avanzar en la venta de los derechos. Tenga en cuenta que hace diez años, los derechos televisivos del fútbol profesional español estaban en 500 millones de euros y ahora estamos en 1.500 y vamos a más. El presidente Tebas es una persona muy ambiciosa que no se conforma, que ha modernizado la Liga y ha creado plantillas en el área de nuevas tecnologías… Está avanzando, igual que la práctica de la mujer, yo tenía claro que había que introducir el área femenina en el CD Tenerife, de la cual también estoy muy orgulloso, que hemos hecho a través de nuestra fundación, que estaba dormida y que ahora está funcionando muy bien, haciendo una labor por el fútbol base y en otros proyectos sociales en nuestra comunidad importantísimos.
Tenía claro que había que introducir el área femenina en el CD Tenerife, de la cual también estoy muy orgulloso
J.C.C.: ¿Qué cree que supondrá para las futuras generaciones la remodelación de la Ciudad Deportiva Javier Pérez?
M.C.C.: Es el mayor proyecto que se ha hecho en el CD Tenerife y se ha trabajado durante muchos años hasta llegar a ese a ese convenio con el Cabildo convenciéndole de que es bueno para el fútbol base de la Isla. Nos vamos a sentir todos orgullosos, no solo las generaciones actuales, sino las venideras, porque vamos a tener un sitio, incluida la residencia, donde nuestras futuras promesas tengan un sitio, donde van a van a estar con todas las necesidades cubiertas, también los estudios porque para nosotros es muy importante que los niños sigan sus estudios pegados a la Universidad. O sea, creo que reúne todas las condiciones para que sea un éxito y estoy seguro de que así lo será.
M.C.: Somos seres racionales, emocionales y, en el fútbol, pasionales. ¿Desde los cordales que sujetan ese corazón blanquiazul, qué representa para Miguel Concepción Cáceres el CD Tenerife?
M.C.C.: Cada año sales con la misma pasión, y la misma ilusión, de decir: “Este año vamos a subir”. Eso nunca se me ha apagado… es que tú ves tanta gente, lo que significa el Tenerife para la Isla y para tantos miles de corazones que te paras y lo piensas y te quedas chiquitito, te quedas acongojado porque no hay nada más que ver cuando pierde, que esa semana se te enrarece la Isla, la gente, los negocios… y cuando ganas es que hay mucha muchísima gente que la única ilusión de su vida es ir al fútbol el domingo y que su equipo gane. Entrar ahí, entrar en ese corazoncito, es una responsabilidad que tú asumes y hay que ser muy respetuoso con eso. Lo que sueñas es darles esa ilusión, más que por ti por ellos, porque ellos de verdad sí se lo merecen, más que tú. Hay que ver lo que es la vida depositada en un escudo, en la ilusión del éxito que te pueda dar ese escudo, esa gente tiene un corazón que late igual que el tuyo, pero ellos son especiales, ellos no tienen otra vida sino el Tenerife.
La tensión que vivo en cada partido tardo en descargarla dos horas haciendo otra cosa, viendo otra cosa, dos horas. Pero hay gente que se pasa toda la semana esperando el partido, el próximo partido, a ver si desconectan de ese disgusto, de esa carga que le ha significado el partido anterior.