Formalidad máxima y uso de las redes sociales marcan ahora la relación del mundo del fútbol con público y periodistas, cada vez más alejada de la conversación hasta reducirla a comparecencias tasadas, escasas y frías. El contacto ahora es vía Twitter o Instagram. O un blog, el escaparate que permite conocer por dónde respira, al hablar de fútbol, el nuevo entrenador del CD Tenerife, Luis César. Es palabra de Sampedro.
El técnico llamado a resolver en cuatro partidos la permanencia del equipo blanquiazul eligió hace casi diez años un cuaderno de bitácora en internet para mostrar su cara oficial. Una presentación cuidada, una estética fresca y un protagonista que nunca sonríe en las fotos para dos secciones estáticas y dos dinámicas, pero con poco dinamismo.
En la página de inicio de su web, un titular —“Persigo que una idea futbolística cale en un equipo de 23 personas— y un sumario —”Llega el domingo, […] el momento de poner en práctica nuestra manera de jugar, conseguida mecanizando, automatizando e interiorizando las aptitudes de todos para alcanzar un objetivo común: facturar tres puntos en este partido“—, resumen al Luis César balompédico.
Bajo el epígrafe Mi método pueden adivinarse los principios del fútbol según Luis César, media docena de sentencias para que jugadores despistados y aficionados descreídos sepan a qué atenerse. “Establezco vínculos a medio y largo plazo con los que mejorar el rendimiento” es la primera, de escaso recorrido para esta etapa inicial en el CD Tenerife.
Y sigue: “Trabajo codo con codo junto a mi equipo para vencer o como mínimo que no te venzan” y recuerda el valor del reciclaje: “Me sigo formando día a día porque el fútbol es efímero y los éxitos se diluyen en poco tiempo.
Una sobre el carácter que viene muy bien para este mayo convulso —“Tomo las decisiones con la cabeza fría, sin tener en cuenta la presión del momento y del entorno”— y otra muy de este siglo: “Aprovecho las tecnologías para saber en qué pueden mejorar mis jugadores y detectar las debilidades de los rivales”.
Todo rematado con una frase que valdría para un claustro de profesores, una oficina bancaria o un grupo de futbolistas, que es el caso: “Busco que el equipo se convierta en un ecosistema en el que todos podamos crecer profesionalmente”. Suena a manual de organización empresarial, pero lo hace suyo Luis César.
Al blog propiamente dicho, mientras, le falta movimiento hasta dejar traslucir un cierto desinterés. Así, la sección Desde la banda, que recoge en forma de artículos las impresiones de Luis César, tuvo su última entrada el 22 de enero y la precedente en noviembre del año pasado, hasta cuatro en el último año. La que abre la serie, dedicada al Barça de Guardiola, data de un ya lejano 5 de octubre de 2009, justo en la temporada en la que el CD Tenerife firmó su última estancia en Primera.