En los últimos años, la cantera del tenis de mesa canario ha sacado nuevos valores que han triunfado a nivel nacional y, sin duda alguna, en la actualidad Lorena Gil Gómez es la referente de este deporte en las Islas, jugando en el Hotel-Museo Patria Chica Priego TM de Córdoba, en División de Honor, ciudad donde además reside y cursa estudios.
Desde muy pequeña, Lorena acompañaba a su hermana Leticia Gil, junto a su madre Nuria Gómez, a todos los partidos y campeonatos a los que acudía aquella, comenzando a coger la raqueta cuando apenas tenía la altura de la mesa. Esa constancia de ir a las canchas hizo que esta joven tinerfeña, poco a poco, comenzara a entrenar y por consiguiente a jugar en las competiciones de la Federación Insular. Adiestrada por buenos entrenadores y con los consejos de su madre desde la banda, la consecuencia es un gran currículum que ya posee, pese a que Lorena cuenta únicamente con 15 años.
¿En qué equipos ha militado a lo largo de su vida deportiva?
“Empecé con mi hermana Leticia. Ella tenía ficha en ese momento con un equipo de Gran Canaria, el Yacal. Después ella ficharía en el Temesurte, que era un equipo del Sur de Tenerife, así que yo también me fue allí con ella. Luego fiché con el Acoroma de Candelaria, y a mitad de temporada, para poder hacer equipo y jugar los campeonatos de España, lo hice con uno de Madrid, con Las Rozas. Ahí estuve varios años. Cuando tenía 13 años fiché por un conjunto de Ibiza, y ahora, finalmente milito en el Hotel-Museo Patria Chica Priego TM, de Córdoba”.
¿Qué recuerdo tiene de sus comienzos en el tenis de mesa?
“Lo primero que recuerdo es estar siempre en pabellones, porque mi hermana, al ser siete años mayor, ya había empezado a competir, tanto a nivel regional como nacional. Siempre iba a todos sus entrenos y torneos, porque nos llevaba mi madre, por lo que yo también quería juga… más bien molestar (risas). Era la ‘mascota’ de todos los amigos de mi hermana, ellos con 14 o 15 años y yo con siete. Una vez que ya empecé a mejorar, cada vez quería más y más, ir siempre, entrenar, ganar a los más grandes. Tuve la ventaja de que fueron muy buenos conmigo. Todos han puesto su granito de arena en cada entrenamiento que hacía”.
¿Cuál ha sido el aprendizaje que ha tenido de su hermana Leticia Gil y de su madre, ya que ambas también han jugado a este deporte?
“De mi hermana creo que su sacrificio, el trabajo y la constancia… siempre luchadora. Mi madre ha sido el gran apoyo. Aprendió a jugar lo justo para poder ir con nosotras a los campeonatos y estar en la banda. Años después, sacaría el título de entrenadora de nivel 1 y 2. Así que es ella la que siempre está ahí, cuando gano, pierdo, lloro o rio…”
En benjamines fue ya campeona de España. ¿Qué supuso esa inyección de moral?
“Justo antes de ganar, me estaba planteando dejarlo, pues no tenía amigas aquí que jugaran al tenis de mesa, era la única niña… Así que el conseguir una medalla a nivel nacional fue una inyección de moral. Ese año 2014 parece que todo estaba para mí, pues no solo conseguí ser campeona de España individual, también junto a mi compañera fuimos campeonas por equipos y subcampeonas de dobles. Que una niña de Canarias ganase, sin entrenadores personales, o sin tantos medios como tenían mis otras compañeras, me hizo pensar que si trabajaba duro, podía conseguir estar entre las primeras. No es fácil, hay mucho sacrificio detrás de esto”.
Poco a poco, comenzó a participar en los campeonatos de Tenerife y de Canarias. ¿Cómo ha fue esa experiencia?
“Los campeonatos de Tenerife y de Canarias normalmente se disputan por categorías, masculinos o femeninos. Recuerdo que en los primeros campeonatos de Tenerife a los que acudí, yo era muy pequeña, pues no tenía más de 7 añitos. Era gracioso porque casi no llegaba a la mesa. Yo solía ir a todos los certámenes de Canarias, fueran en la isla que fueran, pues necesitaba competir para luego al ir a la Península y así estar acostumbrada a la competición”.
Esos campeonatos de Tenerife y de Canarias luego eran ‘complementados’ con la asistencia a campeonatos nacionales. ¿Cómo fueron esas experiencias y de cuál guarda mejor recuerdo?
“Gracias a que yo iba a todos los campeonatos de Tenerife y de Canarias, incluso de categorías superiores a la mía, cuando viajaban a la Península lo hacía con un punto a mi favor…. Pero vamos, sin perder de vista que la gente allí me doblaba o triplicaba en entrenos y en competiciones, porque ellos hacen muchos más que nosotros, pues tienen la ventaja de poder desplazarse en coche a cualquier sitio, mientras aquí nos vemos muy limitados. No tengo un recuerdo mejor que otro, pero cada campeonato tiene sus cosas. Claro que el haber ganado el campeonato de España o cualquier otro donde consigues pódium… Esos te gustan más (risas) ”.
¿Es muy complicado para un canario competir en la Península?
“El problema de cualquier deportista canario es salir fuera a competir. Dependerá de si tienes dinero para poder costearte todo, pues por mucho que el Cabildo o el Gobierno te puedan subvencionar con algo, siempre los gastos superan con creces a lo que recuperas. Conozco a un montón de amigos a los que les era imposible ir a los campeonatos”.
¿Ha tenido muchos entrenadores a lo largo de su trayectoria?
“Pues lo mismo que he estado en un montón de equipos a lo largo de mi trayectoria, ni qué decir tiene de los entrenadores. ¿Por dónde empezar? Pues con Óscar Pérez, entrenador en la Universidad de La Laguna. Creo que la mayoría de los jugadores de Tenerife empezaron con él o alguna vez pasaron por sus manos. Luego casi tuve ”personal trainer“, que se dedicó con mucho cariño a entrenarme. Me refiero a José Antonio Fariña, actual presidente de la Federación Canaria. Una vez que fiché por equipos de la Península, pues entrenaba cuando iba allá con ellos, pero en general entrenaba aquí con Marina Vintila, una jugadora rumana afincada en Canarias, a la que le tengo mucho cariño. Con el tiempo iba mejorando y necesitaba más. En ese punto no le quedó otra salida a mi madre que pagar por los entrenos y ahí estuve con Antonio García y con Vicente Pérez, jugadores de gran nivel. Cuando fiché por el Ibiza, y viajaba para partidos o concentraciones, entrenaba con Rafa Ramírez, hermano de la gran jugadora Sara Ramírez. Antes de irme a Córdoba, para seguir mejorando, estuve entrenando con Luis Martín, jugador del Círculo de Amistad, que también me preparaba personalmente dos veces a la semana, y mejoré mucho. Ahora estoy en el Centro de Tecnificación de Córdoba, allí entrenamos con José Luis Machado, Luis Calvo y el físico con Alex Calvo, aparte de contar con varios ‘sparring’. Y por supuesto, mi hermana, que siempre fue mi gran apoyo, a cualquier edad y en cualquier momento.
Se ve que está agradecida a muchas personas.
“Sobre todo a aquellos que han confiado en mí y han hecho que sea posible todo esto que estoy viviendo. Estar donde estoy es gracias a ellos. Por eso se los dedico, ya que me han estado llevando de la mano desde el principio. Este deporte me ha hecho una persona fuerte, que entiende que sin sacrificio o actitud no llegas a ningún sitio. De lo contrario, tu carrera será muy corta, y ésta es una carrera de fondo”.
¿Qué pasa en este deporte que hay pocas chicas en Canarias?
“Creo que al no ser un deporte de equipo, sino más bien individual, y que no es muy conocido, pues las chicas no se sienten atraídas. Yo me metí en esto porque estaba mi hermana y porque una vez que empiezas a competir es cuando te gusta, porque conoces gente, viajas… pero eso no lo sabes a no ser que tengas a alguien en este deporte”.
¿Cómo ha sido el cambio con la beca que tiene actualmente en la Península?
“En enero del año pasado empecé a tener claro que si quería mejorar tenía que salir de Tenerife e irme a un centro de alto rendimiento. El que me hayan dado la oportunidad supone que, a base de entreno y sacrificio, me hará mejor y podré estar entre las mejores. Cada vez es más complicado. No por más entrenar vas a ganar. Eso es lo más duro de asimilar”.
¿Cómo es el día a día en el Club del Hotel-Museo Patria Chica Priego en División de Honor?
“El día comienza temprano, para ir a clase de 8:30 a 15:00 horas. Lunes y miércoles entrenamos de mañana también, porque tenemos convalidada la Educación Física, más la media hora del recreo.
A medio día comemos en un bar que está muy cerca de la residencia. Una vez terminamos, sobre las 4, toca estudiar, hacer tareas… A las 17.45 ya estamos preparados con la ropa deportiva, y subimos al pabellón donde entrenamos, que está justo encima de la residencia, para comenzar a las 18:00 a entrenar hasta las 21:00. Son entrenos duros, tanto en mesa como físicos. Luego ducha y a cenar al bar, volver a la residencia y terminar de estudiar, hasta que por fin descansamos. Se entrena toda la semana. Luego si hay partido el ‘finde’, pues depende. Si jugamos en casa el domingo, entrenamos el sábado, a veces por la tarde y otras por la mañana. Otras veces tenemos desplazamientos dobles o solo de un partido“.
¿Qué balance haría de la presente temporada?
“Pues esta temporada ha sido un poco de altibajos. En un principio, en la liga iba ganando algún partido, pero sobre todo suelo perder con la jugadora extranjera del rival, con ese fichaje que hacen los equipos para mantenerse en esta competición. Luego vino la primera competición clasificatoria (el Zonal) y perdí en cuartos, lo que supuso que cediera muchos puntos, y como consecuencia bajé en el ranking. Luego en la segunda vuelta de liga seguí con la mala racha. Mi estado de ánimo no era muy bueno, porque te hunde saber qué haces tantos sacrificios y no tienes recompensa. Pero bueno, este deporte es así como ya dije antes, y en uno de los campeonatos más importantes, el Estatal que se celebra en Valladolid, mi suerte cambió. De un grupo de seis jugadoras y partiendo de cuarta por haber bajado en el ranking, conseguí ganar todos los partidos y pasar de primera. Eso supone estar en octavos, una gran ventaja que encima pude aprovechar, y pese a jugar con una gran jugadora, logré ganar, metiéndome así en cuartos. Esa ronda es la más complicada siempre, pues supone poder lograr pódium o quedarte a las puertas. Pero esta vez ya venía con confianza de no haber perdido ningún partido y salí con mucha fuerza, consiguiendo ganar y entrar así en las semifinales. Perdí mi siguiente partido, pero había conseguido algo increíble, siendo Juvenil de primer año. Parece que si no eres la primera no has logrado nada, sin embargo, yo me alegré muchísimo. Constituyó una recompensa después de tanta lucha”.
¿Cuáles son las aspiraciones para el futuro?
“Pues ahora con esto de la cuarentena ha cambiado todo. En un principio, el haber conseguido quedar semifinalista en el Estatal suponía estar en el Top 8, que se iba a celebrar en mayo, pero con el confinamiento no se podrá. Igual que aspiraba con mi equipo de juveniles a conseguir medalla en el de España en junio, pero creo que tampoco se va a celebrar. Ahora sigo haciendo mucho físico, para no perder la forma, y cuando pueda volver, seguir con más fuerza y más ganas”.
Sus logros
- - Campeona de España individual, categoría Benjamín, Antequera 2014
- - Campeona de España por equipos, categoría Benjamín, Antequera 2014
- - Campeona de Canarias, categorías Benjamín Alevín y Juvenil, 2014
- - Subcampeona del Top 8 Nacional, Cádiz 2015
- -Campeona de Canarias categorías Alevín, Infantil y Juvenil 2015
- - Semifinalista Torneo Zonal de Alicante 2016
- - Campeona de Canarias categorías Alevín, Infantil y Juvenil
- - Campeona del Torneo Zonal de Báscara, Gerona, 2018
- - Campeona de Canarias categorías Infantil, Juvenil y Sub 23
- - Subcampeona del Campeonato Escolar de España, Murcia 2019
- - Campeona de España por equipos, categoría Infantil, Tarragona 2019
- - Subcampeona de España por equipos, categoría Juvenil, Tarragona 2019
- - Campeona de Canarias, categorías Infantil, Juvenil, Sub 23 y Absoluta 2019
- - Semifinalista del Torneo Estatal, Valladolid 2020
- - Actualmente 4 en el Ranking Nacional.