Murillo desoye el interés de otros clubes

Jeison Murillo convenció desde los primeros minutos. Su firmeza al corte, colocación, solidez y salida del balón no han pasado desapercibidos ni para la grada, ni para Lobera, ni para otros clubes que han visto el potencial que tiene este joven colombiano de 20 años. Varias informaciones en internet dan por hecho que son muchos los conjuntos que miran al central con el rabillo del ojo, pero Murillo tiene claro que no es momento de mirar fuera de las paredes amarillas.

“Yo ahora estoy pensando solo en Las Palmas”, sostiene un defensa ilusionado con la buena marcha del club grancanario y deseoso de seguir sumando para alcanzar el objetivo que se ha marcado el club.

Murillo llegó a la Unión Deportiva en el pasado mercado invernal después de que se llegase a un acuerdo con el Granada para su cesión por un año. Su presidente, Quique Pina, se frota las manos viendo como su club contará con un central ''idóneo'' para la próxima temporada, pero, según publican medios granadinos, en sus planes no está el forzar una reincorporación en el próximo mercado invierno, por lo que Murillo podrá luchar para que el amarillo de su actual camiseta aterrice en Primera División a final del curso.

El sueño de vestir 'la mayor'

El colombiano solo piensa en evolucionar como futbolista. “Tengo 20 años y muchas cosas que mejorar”, sostiene. Indudablemente, por su cabeza pasa el triunfar en un club de altura, pero siempre estará presente el sueño de calzarse la camiseta de la selección colombiana. “Creo que algún día me llegará la hora de ponerme 'la mayor'”, asegura un futbolista con el objetivo de alcanzar el próximo Mundial de Brasil.

Disponible para el Huesca

Murillo no entrenó junto a sus compañeros en la sesión preparatoria del miércoles para el próximo encuentro ante el Huesca, lo que hizo saltar las alarmas en el entorno del club. Sin embargo, el propio jugador confirmaba que “solo fue una sobrecarga en el cuádriceps izquierdo” que no le supondrá impedimento para seguir acaparando su lugar, con su nombre grabado a fuego, en el centro de la defensa.