El Tenerife logró por fin ante el Nástic de Tarragona el tranquilizador triunfo que le separaba de garantizar su continuidad en la categoría una temporada más, en un partido entretenido y en el que no faltaron las ocasiones de gol para ambos equipos.
Una avispada acción de Culebras nada más iniciarse el encuentro vaticinaba una cómoda victoria local sobre el tarraconense, pero resultó efímera, puesto que los catalanes no se amilanaron ni un ápice, sino que realizaron méritos suficientes como para no irse al vestuario en desventaja.
La primera llegada local al marco catalán supuso un duro mazazo para Raúl Pérez, no tanto por el gol encajado en el minuto cuatro sino por la forma de hacerlo, puesto que no atajó lo suficiente un disparo de Nino, dejándole prácticamente en bandeja el tanto a Culebras que, se limitó simplemente a empujar el cuero a la red.
Un arrebato de ira de los discípulos de César Ferrando por el tanto encajado, junto a una idónea y efectiva lectura táctica del juego, propició una más que eficiente reacción, puesto que también acertaron de pleno en su primera incursión en el área tinerfeña, por mediación de Calle.
Esta igualdad en el marcador asentó más aún a los tarraconenses, que bajo la dirección de Jandro meneó a merced a su rival durante una buena fase de este periodo, aunque sin precisión en los metros finales, destacando únicamente un incursión de Calle truncada por Raúl Navas.
Este mayor dominio no impidió que los tinerfeños llegasen también con peligro al marco de Rubén, de hecho lo pusieron en serios aprietos en varias ocasiones, primero fue Longás el que al filo de la media hora envió el balón al larguero, y después fue Nino el que le batió de nuevo, después de un largo pase de Héctor.
Con esta mínima ventaja en el marcador concluyó la primera parte, para reanudarse el encuentro con un dibujo táctico de ambos contendientes mucho más ávido y, sobre todo, osado.
Un expeditivo tiro de Iriome nada más reanudarse el choque fue una de las primeras muestras de este claros propósitos, y casi que a renglón seguido fueron los tarraconenses los que dispusieron sendas y francas oportunidades ante Navas, pero primero fue Jandro el que malogró la suya y luego Rubio emuló de forma similar a su compañero.
Calle, si en su primer intento resultó letal, en el segundo se mostró bastante dadivoso, puesto que culmino una centro de Campano con un flácido cabezazo que Raúl Navas atajó sin dificultad alguna.
Este ímpetu inicial pronto se deshizo, puesto que a partir de estos instantes decayó considerablemente el ritmo en el juego, y ya con la única incertidumbre de conocer el resultado final concluyó un encuentro en el que los locales, no sólo lograron romper una nefasta racha de jornadas sin ganar, sino que, además, quisieron hacerlo de la mejor manera ante su afición.
Ficha técnica:
CD Tenerife (2): Raúl Navas; Marc Bertrán, Culebras, Pablo Sicilia, Héctor (Blanco, min. 87); Manolo Martínez; Iriome (Juanma, min. 77), Óscar Pérez, Longás, Santos (Ayoze, min. 60); y Nino.
Nástic de Tarragona (1):
Rubén Pérez; Campano (Maldonado, min. 69), Abraham, Mairata, Óscar López; Jandro, David Medina, Diop (Pinilla, min. 66), Óscar Rubio, Adrián González (David Sánchez, min. 55); y Calle.
Goles: 1-0, min. 4: Culebras, tras un erróneo blocaje de Rubén Pérez. 1-1, min. 9: Calle, a placer tras pase de Óscar Rubio. 2-1, min. 39: Nino, en jugada personal tras un largo pase de Héctor.
Árbitro: Pedro Jesús Pérez Montero (Comité Andaluz). Mostró cartulina amarilla a los locales Culebras, Pablo Sicilia, Marc Bertrán y Nino, y a los visitantes Mairata y Campano.
Incidencias: partido disputado en el Estadio Heliodoro Rodríguez López ante unos 4.800 espectadores.