La portada de mañana
Acceder
Aldama zarandea al PSOE a las puertas de su congreso más descafeinado
Corazonadas en la consulta: “Ves entrar a un paciente y sabes si está bien o mal”
OPINIÓN | Días de ruido y furia, por Enric González

El Tenerife más eléctrico gana para cambiar de foco

Disparo de Aitor Sanz para el 1-0 del Tenerife-Mirandés

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —

0

El CD Tenerife derrotó al Mirandés y a sus fantasmas para enlazar su segunda victoria seguida tras dos fiascos postpandémicos. El 4-1 de este miércoles permite al grupo de Baraja colocarse más cerca de la promoción que del descenso y da un margen de dos jornadas con la zona roja. La victoria ante uno de los mejores equipos de toque de la Liga responde a la chispa de los blanquiazules, hiperactivos en la primera mitad y capaces de jugar al espacio luego, cuando el grupo de Iraola puso el 2-1 y amenazó el resultado.

Baraja volvió a optar por el cambio de central (Lluis López por Alberto) y mantuvo, fiel a su estilo de tocar solo lo justo, el resto del once. Sin más variaciones, la salida del Tenerife tuvo el punto de ambición para aprovechar la generosidad de un Mirandés que llegaba tarde a las pugnas y optó por no ensuciar el juego de Milla. El seis que hace de ocho tuvo siempre espacio y tiempo para pensar y eso explica la capacidad del Tenerife para caer en el área de Limones.

De la segunda presencia se sacó un córner y del córner vino el 1-0. Moore —un tipo que no moja, pero empapa— la jugó en corto fuera del área para que Aitor Sanz le pegara con su pierna mala desde veinticinco metros. El balón se envenenó al tocar en un defensa y sorprendió a Limones con el bote alto.

El gol acomodó aún más al Tenerife mientras el Mirandés se desnortaba. Hizo ancho el campo cuando Bermejo dejaba su banda para dársela a Álex Muñoz y siguió percutiendo con Moore por el otro lado. El acordeón que a ratos fue el ataque local tuvo premio con otra llegada al área. Dani Gómez no llegó a un centro, Bermejo semi remató en fallo y, cuando fue a hacerlo, Álex Muñoz fue atropellado por Joaquín. Milla hizo el resto marcando de penalti. 2-0 y 75 minutos por jugar.

La reacción del Mirandés hasta el descanso no fue tal. Desconcertado, apagado físicamente, no molestó a Ortolá (con un tiro blando de Malsa) hasta la media hora. Incapaz de encontrar a De Sousa, el grupo de Iraola ni dio con la tecla, ni ganó el medio juego cuando tuvo, que la tuvo, la pelota.

Tanta placidez no podía esperarse de un partido entero. El Tenerife volvió de la pausa sin la electricidad del comienzo y se permitió diez minutos especulativos que en otro tiempo y en otro ambiente le habrían matado. La fase de riesgo local hizo posible el remate de De Sousa para el 2-1 —ganó la espalda a Aitor Sanz mientras Ortolá se quedaba clavado en la línea de gol— y, poco después, otra ocasión de gol para el brasileño, que solo salvó el poste.

El Tenerife reaccionó a tiempo jugando entonces al espacio que dejaba el Mirandés tirándose a la búsqueda del empate. Recurrió a los servicios de Moore al área y rozó el acierto con un remate de Dani Gómez (55’) que no fue letal porque la agarró en carrera con el pie izquierdo. Lo arreglaron los locales —mientras seguían sufriendo con la habilidad de González y Joaquín cerca del área— con los mismos protagonistas. Moore volvió a poner un balón espléndido a Dani Gómez y, ahora sí, el madrileño lo mató de cabeza, impecable.

El 3-1 descolocó del todo al Mirandés. Iraola recurrió a un triple cambio –incluido De Sousa— insustancial, mientras Baraja respondía a su libro de estilo: Lasure por Joselu para dejar a Bermejo como segundo delantero. Y luego, Undabarrena por Bermejo para alambrar la segunda línea y Miérez (por Dani Gómez) para que hiciera lo suyo. Queda por saber si rotará con Jorge Padilla en el relevo del ariete o lo del canterano en Santander fue episódico.

La puntilla de Milla, hiriente para el rival, habla, finalmente, de la ambición de un equipo simbolizada por su capitán e insignia. Contó Suso ni diez minutos, pero reclamó el papel, secundario, que merece. Una asistencia suya tuvo premio con el segundo remate tras el inicial de Mierez repelido por Limones. Pasaba, pasaba por allí, Milla para hacer doblete y cerrar una fiesta en la que solo faltó el público.

(4) CD TENERIFE: Ortolá; Luis Pérez, Šipčić, Lluis López, Álex Muñoz; Moore (Suso, 89’), Aitor Sanz (Undabarrena, 75’), Milla, Álex Bermejo; Joselu (Lasure, 62’) y Dani Gómez (Miérez, 75’).

(1) CD MIRANDÉS: Limones; González, Odei (Álvaro Rey, 45+3’), Sagnan, Kijera; Joaquín (Íñigo Vicente, 73’), Guridi, Malsa, Merquelanz; Álvaro Peña (Crisetig, 88’) y Marcos de Sousa (Ohemeng, 73’).

ÁRBITRO: Jon Ander González Esteban (Comité Vasco). Amonestó a los locales Joselu (45’) y Undabarrena (90+3) y al visitante Malsa (90’).

GOLES: 1-0 (8’) Aitor Sanz. 2-0 (14’) Milla, de penalti. 2-1 (47’) De Sousa. 3-1 (64’) Dani Gómez. 4-1 (90+6’) Milla.

INCIDENCIAS: Partido de la 35ª jornada de Liga, cuarto desde la suspensión de la Liga por la COVID-19, jugado a puerta cerrada en el estadio Heliodoro Rodríguez López.

Etiquetas
stats