Las empresas canarias que importaron carne de zonas deforestadas de la Amazonía se ahorraron 3,5 millones de euros de tasas aduaneras

Imagen de archivo de terminales de contenedores en el puerto de Santa Cruz

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

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De abril de 2018 a junio de 2019, un total de 27 empresas españolas importaron 1.452,91 toneladas de carne de bovino a dos multinacionales de Brasil que, según una investigación de las ONG GreenPeace y Reporter Brasil, obtuvieron, de forma indirecta, parte de su ganado de granjas protegidas y deforestadas ilegalmente de la Amazonia (aunque el contenido de ese informe ha sido rebatido por las mercantiles señaladas). Todas esas empresas españolas excepto una, con sede en la Comunitat Valenciana, están radicadas en Canarias, donde importar este y otros productos de terceros países está exento del pago aduanero impuesto en la Unión Europea.

De forma estimada, esto supone que las empresas canarias se ahorraron 3,5 millones de euros aproximadamente, una cantidad calculada en base al Arancel Aduanero Común de la Unión Europea (UE) para la carne de bovino procedente de Brasil (12% + 176 euros por cada cien kilos importados, fresco o refrigerado) y el valor total de las toneladas importadas por empresas españolas reflejado en el informe (8.366.000 de dólares USA). Pero desde 1992, en las Islas se aplica el Régimen de Abastecimiento Específico (REA), que exime del pago de este tributo para paliar la lejanía e insularidad del Archipiélago como región ultraperiférica y se sufraga con el gasto fiscal comunitario.

Se trata de un mecanismo diseñado por la UE en 1992, enmarcado en los Programas de Opciones Específicas por la lejanía y la Insularidad (POSEI), que tiene como objetivo garantizar el suministro y abastecimiento de productos agrarios esenciales en las Islas, tanto los destinados para el consumo directo como a la transformación o el insumo. Entre otros, carnes bovina y porcina fresca o congelada; mantequillas; más de 50 tipos de leche; 21 variedades de quesos (sobre todo fundido o amarillo); huevos; papas para siembra; hortalizas de vaina seca; cebada, lúpulo o malta; arroces; trigos o maíces; aceites de oliva; azúcares; frutas como piña, peras o melocotones; cereales para pienso, paja o forrajes.

Mientras que la importación de terceros países queda exenta del pago de tasas aduaneras, para los productos que provienen de la UE se aplica una ayuda directa por cada tonelada, hasta un cupo máximo determinado. El Gobierno de Canarias modifica y actualiza cada año un listado de los productos acogidos al REA con su cuantía y ayuda correspondiente, que nunca debe superar los 72,7 millones euros asignados, y tiene que ser ratificado por Madrid y Bruselas.

En el Tratado Fundacional de la UE están recogidos todos los productos esenciales susceptibles de incluirse en el REA y los agentes económicos que quieran solicitar la ayuda deben inscribirse en el Registro de Operadores, entre otros requisitos recogidos en el Reglamento de la UE 228/2013. Por otro lado, el importe se determinará por los costes adicionales de transporte o de los precios de exportación a terceros países. La normativa establece que los productos incluidos en el REA no pueden ser reexportados, excepto aquellos transformados en las Islas que contengan materias primas recogidas en el listado. Además, como requisitos fundamentales, la ventaja fiscal que proporciona debe repercutir en el consumidor final y nunca puede afectar negativamente a la producción local.

En este sentido, organizaciones del sector como la Plataforma Agraria Libre de Canarias (Palca) han criticado la desvirtuación del objetivo del REA cuando se han subvencionado productos que directamente compiten con la producción local. Esta práctica es contraria a los objetivos del REA y de la soberanía alimentaria en las Islas, donde el sector primario aporta un 1,5% al PIB regional, un concepto que desde las instituciones canarias se reitera como objetivo a incrementar y fortalecer; de hecho, todos los grupos políticos apoyaron por unanimidad en una comisión parlamentaria celebrada en mayo de este año avanzar en un plan dotado con 250.000 euros que establecerá un diagnostico y una hoja de ruta para favorecer el autoabastecimiento.

Leche en polvo y forraje

Leche en polvo y forrajeEn 2016, ganaderos denunciaron un supuesto fraude por la elaboración ilegal de quesos con leche en polvo, subvencionado por el REA. Esto perjudicaba a los productores locales que se veían obligados a tirar la leche fresca, como reconoció Narvay Quintero, consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca en ese entonces, cuando se decidió realizar inspecciones sin previo aviso para detectar estas practicas.

En el listado que entró en vigor el 1 de enero de 2020, hay un total de 400 productos con un presupuesto global de 63 millones de euros, según la Consejería. Entre ellos, se incluye la leche en polvo con una ayuda de 700 euros por cada tonelada importada, hasta un máximo de 1.700 procedentes de la UE. Y con la crisis sanitaria generada por la COVID-19, ganaderos han expuesto de nuevo sus dificultades para dar salida a su producción al cerrar sus canales de venta y no poder competir con la importada.

En estos momentos, el área asegura que está trabajando con el sector para establecer modificaciones de forma conjunta, sobre todo después de que los ganaderos hayan reclamado un aumento del cupo para la importación de cereales para pienso o diferentes tipo de forraje. La cantidad establecida en el REA para cereales dedicados a la transformación en piensos asciende a 245.000 toneladas con una ayuda de 92 euros por cada 1.000 kilos; de 37.000 para la paja (65 euros), y la de la alfalfa y raigas se sitúa en 63.000 toneladas (72 euros). Estas cifras se establecieron después de que se aprobara un incremento en septiembre de 2018 tras agotarse en cinco meses el cupo establecido, algo que se produjo también el año anterior.

La Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) en Canarias, que participa en los procesos de modificación del REA, explica que el agotamiento de las cantidades fijadas para el forraje se produce por el acaparamiento del producto por parte de grandes operadores, motivado por la existencia de una oferta menor a la demanda. La medida tomada en 2018, separar del mismo balance de aprovisionamiento a la paja de la alfalfa y el raigrás para ampliar sus cupos, o la realización de inspecciones, no han servido para solucionar el problema.

Además, la organización estima que en las próximas semanas se llegará al tope y se deberá ampliar nuevamente. Así, propone incrementar el cupo un 20% sin reducir la ayuda y, en 2021, aumentar un 10% más, una cantidad que considera suficiente para atender la demanda. Ante el cierre de los canales Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), plantea la posibilidad de trasvasar parte de la subvención de determinados productos, que no tendrán salida, a la importación de los insumos.

COAG afirma que si el Archipiélago quiere apostar por la soberanía alimentaria a través del REA, debe trasvasar partidas destinadas a productos de consumo directo hacia insumos agrícolas o ganaderos. La organización propone que las modificaciones se realicen a medida que se incremente la cabaña ganadera en las Islas o se aumente el autoabastecimiento, con horizontes de actuación a largo plazo. “No hay que demonizar el REA, si hay competencia a la producción local, hay que plantear ajustes”, pero si en las Islas no se elaboran ciertas mercancías, es preciso que se mantengan las ayudas a esas importaciones de forma “adecuada” y modificable en función de los avances en el sector agrario, concluye.

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