Ser bisagra o amalgama

La cualidad de los partidos insulares en Canarias consiste en ser formaciones bisagra que alteran las políticas del gobierno resultante desde la perspectiva de su territorio. Consiguen un doble éxito cuando además gestionan las instituciones del territorio local – municipios y cabildo - llevando recursos desde el poder central hacia su isla.

Esta cualidad les permite formar nuevas coaliciones en cada momento político a favor de su interés territorial. No son capaces de condicionar los momentos políticos, pero sí que se aseguran un buen repositorio de medidas que desarrollar en su tierra gracias a suntuosos pactos con la metrópoli.

Los intereses que nacen de lo local, en la dinámica centro-periferia, se disgregan cuando estos partidos se unen a partidos de otras islas. Es peligroso esto, porque realmente el interés primigenio se difumina. Cuanto más quiere abarcar una formación política en sensibilidades territoriales, menos fuerza tiene la voluntad territorial del discurso, y más importancia toma una nueva cualidad que les une, lo cual complejiza la lealtad de los apoyos a la organización.

En ese sentido la unidad que propuso ASG y la Asamblea Herreña, restó importancia al interés que imprime ASG en La Gomera, y aumentó el interés que pueda haber sobre las llamadas “islas verdes”, es decir; La Palma, El Hierro y La Gomera, en el discurso de la candidatura. Eso significa que ya no era tanto una candidatura pro intereses de El Hierro y La Gomera, si no una candidatura que defiende la manera más rural de vivir en Canarias, la protección de la agricultura o las ayudas al transporte y el combustible.

Estas organizaciones buscan cubrir una debilidad que entienden tiene su territorio por cómo funciona internamente el archipiélago, dinámica que está sostenida en el modelo económico del turismo de masas. Recordemos que Canarias es el lugar con más turistas del mundo por habitante, siendo Fuerteventura el caso más impresionante, con más de 3 millones de turistas anuales en un territorio de algo más de 120.000 personas censadas. Los ingresos anuales que genera el turismo en Canarias son de 16 mil millones de euros, de los cuales solo cuatro mil se quedan en las islas nuestras.

La conformación de Coalición Canaria en 1995 parte de una unión de varios partidos de carácter meramente insular, como fueron la Agrupación Palmera de Independientes o la Asamblea Majorera. Sin duda este junte dejó de lado las aspiraciones marco de estas organizaciones respecto a su isla, pero muy al contrario de romper su tendencia electoral, estas organizaciones mejoraron su resultado electoral hegemonizando lo político en sus territorios por casi una década, hasta que en febrero de 2005 Román Rodríguez decide escindirse de Coalición Canaria y desarrollar el que hoy es el eje del nacionalismo progresista en las Islas, con base en Las Palmas: el partido Nueva Canarias.

¿Qué quiere decir esto? A ciencia cierta nunca sabemos lo que hace que una organización tenga unas bases y unos sentidos, dado que la capacidad de las élites políticas en aprovechar imaginarios o generar otros es bastante alta. Véase el caso de Teo en Gáldar o Morales desde Agüímes. Vienen a la mente Casimiro Curbelo, Román Rodríguez o Narvay Quintero, por nombrar algunos líderes de partidos capaces de abrir y cerrar las puertas de la política canaria.

Canarias es muy reactiva en la activación de intereses de carácter insular y en cualquier momento puede surgir la construcción de un imaginario en alguna de nuestras islas alrededor de una buena oportunidad, puesto que aunque el Archipiélago ha ido desarrollando una identidad común cada día más coherente y cohesionada, sigue siendo un reto para las organizaciones políticas que surgen fuera del panorama estatal, lograr una apuesta que sea similar en todas las islas.

A ello nos remitimos cuando analizamos el desarrollo actual de Drago Canarias, con datos cercanos al 5% de voto en Tenerife y Fuerteventura, pero lejos de él en Lanzarote o Gran Canaria. A ello nos remitimos también en la diferencia de Nueva Canarias en la provincia de Las Palmas y la provincia de Santa Cruz. Ambos partidos son nacionalistas y ambos partidos buscan una construcción nacional de Canarias. Inevitablemente vemos como Drago es más poderoso en Tenerife y Nueva Canarias en Gran Canaria.

Enarbolar un interés insular es goloso, y como a nadie le amarga un dulce seguiremos viendo esas apuestas en el futuro de la performance de nuestras élites políticas.

¿Qué lectura podemos sacar de esto para las Generales? 

Pues que sin duda las alianzas que estamos viendo entre partidos de diferentes comunidades autónomas van a darle menos vigor a las identidades del territorio, dando enfoque más nítido a lo que une a las organizaciones. Si en el caso de ASG y la Asamblea Herreña la cualidad pasa por el desarrollo de las islas verdes, en el caso de SUMAR tal cualidad es la cooperación progresista en España. 

Estamos viendo en ese sentido dos comportamientos contrapuestos. Mientras la izquierda se está uniendo alrededor de SUMAR, el centro-derecha “se tira del barco” a favor de un fortalecimiento de PP y VOX en la Cámara Baja. Ya hemos leído como PRC y Foro Asturias renuncian a presentarse a las Generales, alegando que tienen muy difícil llegar a las instituciones. No sabemos si algún partido progresista tomará una iniciativa similar, en vez de unirse a SUMAR, pero desde luego que el panorama actual es de una derecha que deja espacio al PP y VOX, y una izquierda que acuerda alrededor de SUMAR. En ese sentido CC está más cerca del PP, y NC más cerca de los partidos del bloque progresista-plurinacional, como Compromís o la Chunta Aragonesista, con quien ya concurrieron a las Elecciones Europeas de 2019.

Los partidos que renuncian a presentarse pareciera que ya perciben que las elecciones se repetirán, o que quizás sus votantes dejarán a un lado el folclore y podrán por delante el cuerpo, ante un panorama marcado por la pugna entre Yolanda Díaz y Santiago Abascal: quizás la verdadera pregunta de estas elecciones.

Así, con 1982 en la cabeza y a la espera de las sensaciones que pueda transmitir SUMAR, aguardamos la siguiente escena de esta película. Una película que podría tener un final más polarizado que el actual o bien encontrar consensos más amplios a favor de una España encaminada en la estabilidad institucional y la consolidación de las medidas desarrolladas durante esta legislatura que recién acaba.