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''Buenas noches, buena suerte''

Quizás de ahí la utilización de esta frase cinéfila como colofón a su actuación en este debate. Sin entrar en estos calificativos asociados a Clooney también, el candidato le deseaba muy buenas noches y muy buena suerte al Señor Rajoy, contrincante directo para la elección a presidir el Gobierno de España. En suma, Zapatero acabó el debate de forma genial, bajo mi punto de vista. Al igual que la película citada en el Festival de Venecia, Zapatero acabo con premios en las encuestas, críticas excelentes, y aplausos y reconocimientos al igual que se hiciera con Clooney.

Continuando con el símil la película en cuestión, Zapatero y Rajoy utilizaron el pasado para reflexionar sobre el presente. Si bien la administración americana de George Bush se vio atacada por esta película, más aún se encontraron nuestros contrincantes en el plató que la Academia de la Televisión les preparó en la Institución Ferial de Madrid (Ifema), junto a un moderador que moderó más bien poco, como fue Manuel Campo Vidal.

El discurso de ambos era previsible, es decir, lo que leemos a diario en la prensa, lo que les escuchamos a diario en la radio y en la televisión, en definitiva, lo que nos tienen acostumbrados ambos líderes a escucharles en los mítines de campaña y precampaña. La gran diferencia era que en este caso se situaban frente a frente. Un Zapatero tenso al principio, algo monocorde, frente a un empolloncillo Rajoy, que me recordaba a aquellos alumnos nuestros que dicen la lección de carretilla, con alguna que otra miradita hacia los apuntes que tenía delante. Incluso saben realizar gráficos de coordenadas y abscisas, donde mostraban datos de esos que se denominan micro y macro economía. ¡Qué cosas!

Como les decía anteriormente, el pasado venía una y otra vez al plató improvisado. Los reproches estaban cargados de agresividad, sobre todo en el caso del candidato de la derecha, cuando le recuerda al candidato socialdemócrata su agresión a las víctimas del terrorismo, como si se tratara de un clon más de Francisco José Alcaraz, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, en plena manifestación de la Plaza de Colón. Por su parte Zapatero, no contento con estas acusaciones, le recuerda a Rajoy la utilización del bonobús en el caso de los inmigrantes, aludiendo con este hecho a todo lo que realizó Rajoy en su etapa de ministro. ¡Patético!

Lo que si me ha quedado claro es que no ha habido propuesta alguna en este espacio electoral gratuito para ambas formaciones. Hubo alternancia en quien controlaba el debate, Rajoy llegó ganando a costa de la tensión de Zapatero, pero la agresividad y los exabruptos del primero le hizo perder por goleada según casi todas las encuestas.

Yo para ir terminando, me hago algunas reflexiones concluyentes. Los debates vienen bien, sean bienvenidos todos y más. Ahora bien, este tipo de debates presidencialistas son excluyentes, no se convocan otros grupos políticos que se presentan a las elecciones. Y por supuesto, lo peor, es que se trató de un debate áspero, tenso y cargado de reproches y acusaciones. Esperaremos al debate de la semana próxima, y lo más interesante, esperaremos a debates donde se exprese la autentica pluralidad del estado español. Yo, por mi parte, les deseo “Buenas noches y buena suerte”.

Antonio Hernández Lobo

Quizás de ahí la utilización de esta frase cinéfila como colofón a su actuación en este debate. Sin entrar en estos calificativos asociados a Clooney también, el candidato le deseaba muy buenas noches y muy buena suerte al Señor Rajoy, contrincante directo para la elección a presidir el Gobierno de España. En suma, Zapatero acabó el debate de forma genial, bajo mi punto de vista. Al igual que la película citada en el Festival de Venecia, Zapatero acabo con premios en las encuestas, críticas excelentes, y aplausos y reconocimientos al igual que se hiciera con Clooney.

Continuando con el símil la película en cuestión, Zapatero y Rajoy utilizaron el pasado para reflexionar sobre el presente. Si bien la administración americana de George Bush se vio atacada por esta película, más aún se encontraron nuestros contrincantes en el plató que la Academia de la Televisión les preparó en la Institución Ferial de Madrid (Ifema), junto a un moderador que moderó más bien poco, como fue Manuel Campo Vidal.