Espacio de opinión de Canarias Ahora
Caballerosidad
Me refiero, claro está, a la reacción luzardina ante el desastre del solar de Pavía en la penúltima de las sentencias seriadas que han dejado al Ayuntamiento de Las Palmas con lo puesto; y le ha quitado a Jerónimo Saavedra las ganas de disfrazarse por Carnaval, que no sé qué es peor.
Y no les cuento, oye, si también es contrario al municipio el fallo judicial, que se espera, sobre el concurso de venta de Emalsa, la compañía del agua, a Unelco y la francesa Saur. Todavía colea aquel asunto, oye. Aunque, en este caso, el partido que esté libre de culpa que tire la primera piedra.
Creo que Unelco ya se quitó de en medio y en cuanto a la parte francesa, la última vez que tuve noticia estaban sus acciones en manos de un grupo coreano, nada menos. Hay que saber idiomas, está visto.
Digo de Emalsa porque, además del pastón que le costaría al Ayuntamiento una sentencia desfavorable, es otro caso en que los responsables políticos quedarán impunes, faltaría más; para correr con el gasto estamos los demás, según es sabido.
La caballerosidad me impide, asimismo, rajar de Ana Oramas, alcaldesa de La Laguna y aspirante a continuar en el Congreso de los Diputados; y de las Diputadas, claro. Dice Oramas que a ella le da igual que le da lo mismo quien gane las elecciones del 9 de marzo porque CC se sentará a negociar con el que sea; siempre y cuando cumpla con Canarias, la obligada coletilla.
Dado que la doctrina oficial de su partido es Zapatero malo, no entiendo que pueda el hombre transmutarse repentinamente en bueno si es reelegido. Un triunfo electoral no imprime carácter en términos digamos teologales; y menos a un laico anatematizado por los obispos. O sea: si Zapatero machaca a las islas, como dice ATIcc-PP, lo seguirá haciendo de ganar.
Hay en CC un punto esquizofrénico que le lleva a acariciar la posibilidad de pactar con el PSOE en Madrid y con el PP en Canarias. Como tratara de hacer Adán. Y por extensión, digo yo, con quien gane en los USA. Menudo problema, por cierto, para un caballero como yo que salga Hillary Clinton.
Me refiero, claro está, a la reacción luzardina ante el desastre del solar de Pavía en la penúltima de las sentencias seriadas que han dejado al Ayuntamiento de Las Palmas con lo puesto; y le ha quitado a Jerónimo Saavedra las ganas de disfrazarse por Carnaval, que no sé qué es peor.
Y no les cuento, oye, si también es contrario al municipio el fallo judicial, que se espera, sobre el concurso de venta de Emalsa, la compañía del agua, a Unelco y la francesa Saur. Todavía colea aquel asunto, oye. Aunque, en este caso, el partido que esté libre de culpa que tire la primera piedra.