Espacio de opinión de Canarias Ahora
Canarias, Madrid y Valencia
Ironizaba yo con que, claro, no iba Paulino a secundar la iniciativa del Gobierno central en ese sentido y correr el riesgo de que acertara y redujera el paro, en perjuicio de la doctrina oficial pepera de Zapatero malo, malísimo. Un socio es un socio y ellos son más leales de lo que admite Fernando Fernández, que acaba de sernos devueltos de Europa tan borde como cuando se fue.
Sin embargo, aquella ironía tenía fundamento. Porque dice la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que Valencia, Madrid y Canarias no han atendido el acuerdo federativo de impulsar los planes estratégicos de empleo dirigidos al cambio de modelo productivo que propone el Gobierno central. La FEMP había instado a comunidades autónomas, ayuntamientos, sindicatos, empresarios y universidades a promover ese nuevo modelo alejado del ladrillo que tanto ama el PP.
Dado, a lo que iba, que Valencia y Madrid están gobernadas por el PP y que Paulino chupa rueda soriásica y hasta se ha fotografiado con Rajoy, comienzo a pensar que no andaba yo tan descaminado. Sobre todo, tras conocerse las estadísticas de paro correspondientes al mes de abril: como el diablo las carga resulta que el número de parados se ha reducido en todas las comunidades autónomas, menos, precisamente, en Canarias, Madrid y Valencia, enumeradas de mayor (sin oreja) a menor incremento: Canarias, +1,28; Madrid, +0.51 y Valencia +0,21. ¿Una casualidad? No establezco relación de causa-efecto porque no sé todavía si la hay. Sólo subrayo el hecho para lo que gusten opinar.
La noticia le sentó al PP como una patada en la boca. Niegan que sea cierta la información y han dicho, con cierta gracia, que en su denodada búsqueda de “brotes verdes”, acabaron los psocialistas por fumarse uno cargadito de marihuana o alucinógeno de efecto equivalente. Son tremendos los disgustos que se llevan los jerarcas del PP cada vez que ocurre algo bueno. Ellos son así.
En la otra banda, el PSOE. Es lógico que le alegre la noticia pero se pasan de optimistas. Ya oyeron al ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunciar el fin de la crisis; del zapatazo, con perdón. Uno entiende que las elecciones de domingo apremian y que si para el PP la buena noticia fue desplomárseles el cielo sobre sus cabezas, los psocialistas deberían contener las campanas y evitar las falsas expectativas.
La realidad es que el comportamiento positivo del índice de paro puede ser coyuntural. Hace falta una perspectiva de dos o tres meses para constatar si se trata de dato puntual, de un solo de flauta, o si puede hablarse de tendencia cierta a la mejoría. Es decir, si prevalecerá el regocijo con que los peperos anuncian que a final de año habrá cinco millones de parados; o si queda legitimado el optimismo de Zapatero, obligado en razón del cargo a poner al mal tiempo buena cara. Diciembre no está tan lejos y es posible que antes sepamos lo que hay. Aunque se me tilde de psocialista furibundo, deseo que sea Zapatero quien esté en lo cierto.
Cada cual es muy libre de sacar las conclusiones que le parezca. La mía es que con un 26% de parados y el aviso de la Cámara de Comercio tinerfeña de que llegaremos al 30% en diciembre, aun sin establecer de momento la relación de causa-efecto que les dije, no es de recibo que Paulino-Soria dejen de apurar por razones partidistas cualquier posibilidad; como ésta de que habla la FEMP, que han despreciado. Hablan mucho los nacionaleros de las peculiaridades canarias y no advierten que las comunidades de Madrid y Valencia tienen notables fortalezas y campo en el que revolverse por su condición continental. Es una diferencia. Que se hayan montado en su mismo carro para hacer de tristes comparsas en la batalla estatal que allá se trae el PP contra Zapatero, es temeridad manifiesta porque las realidades y las necesidades no son las mismas.
Ironizaba yo con que, claro, no iba Paulino a secundar la iniciativa del Gobierno central en ese sentido y correr el riesgo de que acertara y redujera el paro, en perjuicio de la doctrina oficial pepera de Zapatero malo, malísimo. Un socio es un socio y ellos son más leales de lo que admite Fernando Fernández, que acaba de sernos devueltos de Europa tan borde como cuando se fue.
Sin embargo, aquella ironía tenía fundamento. Porque dice la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que Valencia, Madrid y Canarias no han atendido el acuerdo federativo de impulsar los planes estratégicos de empleo dirigidos al cambio de modelo productivo que propone el Gobierno central. La FEMP había instado a comunidades autónomas, ayuntamientos, sindicatos, empresarios y universidades a promover ese nuevo modelo alejado del ladrillo que tanto ama el PP.