Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Las cosas de comer

El PP le puso la proa a Fernández desde los primeros momentos. Incluso antes de estrenarse. No era de los “nuestros” (de “los suyos”, o sea) y ya vieron las reticencias de la consejera Rita Martín (¿es injusto sospechar que obedecía a Soria?).

No sé, ya digo, si Fernández lo ha hecho bien o mal; sí que eso es lo de menos para su permanencia o destitución. La politiquería sigue jugando con las cosas de comer y a cada día que pasa se amplían las zonas irrecuperables del Sur sin ponerle remedio. La alcaldesa, Pino Torres, llegó a advertir que boicotería las inversiones (que están paralizadas) de no irse Fernández. Se echa en falta alguien con autoridad que diga hasta aquí hemos llegado y ponga orden. Y ese alguien no será el Gobierno paulinés, bonito fuera.

Casi lo mismo cabe decir de la construcción del centro de deportes, subsede del Mundobasket. Unas instalaciones que dotarían a Las Palmas de Gran Canaria de las infraestructuras necesarias para albergar ese acontecimiento y otros que se produzcan en el futuro, lo que mejorarían la imagen de la ciudad poniéndola, como suele decirse, en el mapa de los encuentros deportivos nacionales e internacionales.

Según José Miguel Pérez, presidente del Cabildo, el centro no peligra, pero, qué quieren, no entiendo su optimismo. Estaba previsto que costearían la construcción el Gobierno central, el Cabildo y el Ejecutivo paulinés y si los dos primeros han confirmado su compromiso, el Gobierno canario racanea de mala manera con una actitud equívoca de inequívocas sus intenciones. Malas, claro. Como si aguardara el momento en que más daño puede hacer al proyecto echándose fuera.

Y no se culpe a ATI. Es posible que a sus sectores más duros les alegre las criadillas un fiasco; pero será en la intimidad porque es, de nuevo, el inevitable Soria quien pone a las ruedas varas de recio acebuche. Entiende que mientras peor le vayan las cosas a la isla con los psocialistas, mejor para él y procura que así sea. Es lo que tiene convertir en odio la rivalidad política. La guinda es la insistencia de Román en el tontear con Soria que ya iniciara en la Caja. Lo que no resulta aconsejable para su virtud, pureza de intenciones y dos piedras.

El pretexto soriano es que el Ayuntamiento de Las Palmas no se retrata; a pesar de saber muy bien que desde los primeros momentos la corporación municipal fue excluida de la financiación. Extremo que oculta Soria porque su fuerte electorero es la desinformación de la gente que le permite deslizar las falacias y medias verdades, por las que espera obtener premio en las urnas. Nos cree idiotas, ya saben. También en el caso de la sede del Mundobasket se advierte la ausencia de alguien con autoridad que mande a parar este juego que les dije con las cosas de comer.

El PP le puso la proa a Fernández desde los primeros momentos. Incluso antes de estrenarse. No era de los “nuestros” (de “los suyos”, o sea) y ya vieron las reticencias de la consejera Rita Martín (¿es injusto sospechar que obedecía a Soria?).

No sé, ya digo, si Fernández lo ha hecho bien o mal; sí que eso es lo de menos para su permanencia o destitución. La politiquería sigue jugando con las cosas de comer y a cada día que pasa se amplían las zonas irrecuperables del Sur sin ponerle remedio. La alcaldesa, Pino Torres, llegó a advertir que boicotería las inversiones (que están paralizadas) de no irse Fernández. Se echa en falta alguien con autoridad que diga hasta aquí hemos llegado y ponga orden. Y ese alguien no será el Gobierno paulinés, bonito fuera.