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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

La crisis de la izquierda

Comienza 2017 con las cinco instituciones más importantes del Estado con sus miembros a la greña en peleas nada edificantes desde el punto de vista político, social. La Monarquía con Felipe Borbón con profundas diferencias con su hermana Cristina y su cuñado Iñaki Urdangarín, amén de otros miembros de la Casa Real que presuntamente han participado en el sumario Nóos. En el Partido Popular, y eso que gobierna, las tensiones han subido de tono desde que José María Aznar renunció a la presidencia de honor, y cada vez mantiene más distancia con Mariano Rajoy. Los múltiples cargos de María Dolores de Cospedal son otra cuestión a dirimir en el congreso de febrero. En el PSOE la disputa entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, con una profunda crisis generalizada por todo el entramado de la organización, ha puesto en una situación muy complicada al partido que fundó Pablo Iglesias Posse. En Unidos Podemos también la actualidad se presenta muy compleja, con la evidencia de profundas contradicciones entre Íñigo Errejón y Pablo Iglesias en cuanto a táctica y estrategia a desarrollar de cara a la sociedad. La guinda la pone Ciudadanos para no ser menos en este capítulo de las disensiones partidistas, con el enfrentamiento de Carolina Punset, la segunda de a bordo del partido, con el jefe de filas Albert Rivera.

Pero lo que parece cada día más claro es que la izquierda no ha sabido aprovechar la debilidad del Partido Popular con sus escándalos, corruptelas, y sus tensiones internas. El 20 de diciembre de 2015 pudo ser presidente Pedro Sánchez con el apoyo de Podemos y sus confluencias, PNV e Izquierda Unida, y Felipe González, Susana Díaz, Juan Luis Cebrián y el IBEX 35 no lo permitieron, y eso con el Partido Popular contra las cuerdas, con la corrupción invadiendo toda la “Organización Criminal para Delinquir”, definida por varios jueces, y con una crisis económica terrible en España. La crisis interna del PSOE es todavía de consecuencias imprevisibles, y de momento tiene la fecha del 14 de enero como cita para el Comité Federal, y es de esperar que de ahí salga otra fecha tan esperada por las bases, la del próximo Congreso del partido. Pero la división sigue siendo profunda de momento, y todo parece indicar que para la elección del próximo secretari@ general es Susana Díaz la que aparece como candidata más clara, y todavía Pedro Sánchez está por definir si da el paso adelante o no. Lo que sí es obvio que hay una tendencia muy fuerte entere la militancia de base a que surja un nuevo líder que haga girar al partido más a la izquierda.

“Perdonadme, sé que os estamos avergonzando”, señaló Pablo Iglesias en un twitter refiriéndose a las trifulcas con Íñigo Errejón. Podemos cuando va a cumplir tres años padece del problema infantil del crecimiento rápido, “el niñ@ está estirando cada día un poco más”, dicen las madres de sus hij@s, y eso es lo que le está pasando al partido fundado en Vistalegre hace ahora tres años. Las diferencias de visión táctica y estratégica son grandes entre las tres facciones del partido representadas por Iglesias, Errejón y Urbán, pero creo que es un error tirarse los trastos a la cabeza y a los pies en Facebook y en Twitter, estamos en el siglo XXI y las redes sociales tienen una resonancia y una influencia tremenda, pero eso llega a los afiliados podemitas en muchas ocasiones distorsionado, difuminado o exaltado, y luego llega la prensa de derecha a decir que hay sangre donde sólo hay cachetones. Pero con todo creo que Iglesias se ha pasado dos pueblos de preponderancia y hasta de exhibicionismo. Creo que Alberto Garzón desde Izquierda Unida puede hacer de mediador positivo entre las tres tendencias de Podemos. La Asamblea Estatal Ciudadana del mes próximo puede ser determinante para confirmar la desunión, o la unión. Así de sencillo.

De Ciudadanos poco hay que decir, van confirmando que serán el cuarto partido del recién nacido “cuatripartidismo”, y también tienen ya sus tensiones internas entre Albert Rivera y Carolina Punset, hasta ahora la segunda de a bordo, pero está claro que la vocación de “naranjito” es ser muleta, bastón, del Partido Popular, “para lo que mande el señor Rajoy”. El resumen es que la izquierda está en horas bajas, y parece claro que en el futuro haya o no sorpasso, PSOE sin Unidos Podemos, o Unidos Podemos sin PSOE, ellos solos no podrán derrotar al Partido Popular con su muletita Ciidadanos.

Comienza 2017 con las cinco instituciones más importantes del Estado con sus miembros a la greña en peleas nada edificantes desde el punto de vista político, social. La Monarquía con Felipe Borbón con profundas diferencias con su hermana Cristina y su cuñado Iñaki Urdangarín, amén de otros miembros de la Casa Real que presuntamente han participado en el sumario Nóos. En el Partido Popular, y eso que gobierna, las tensiones han subido de tono desde que José María Aznar renunció a la presidencia de honor, y cada vez mantiene más distancia con Mariano Rajoy. Los múltiples cargos de María Dolores de Cospedal son otra cuestión a dirimir en el congreso de febrero. En el PSOE la disputa entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, con una profunda crisis generalizada por todo el entramado de la organización, ha puesto en una situación muy complicada al partido que fundó Pablo Iglesias Posse. En Unidos Podemos también la actualidad se presenta muy compleja, con la evidencia de profundas contradicciones entre Íñigo Errejón y Pablo Iglesias en cuanto a táctica y estrategia a desarrollar de cara a la sociedad. La guinda la pone Ciudadanos para no ser menos en este capítulo de las disensiones partidistas, con el enfrentamiento de Carolina Punset, la segunda de a bordo del partido, con el jefe de filas Albert Rivera.

Pero lo que parece cada día más claro es que la izquierda no ha sabido aprovechar la debilidad del Partido Popular con sus escándalos, corruptelas, y sus tensiones internas. El 20 de diciembre de 2015 pudo ser presidente Pedro Sánchez con el apoyo de Podemos y sus confluencias, PNV e Izquierda Unida, y Felipe González, Susana Díaz, Juan Luis Cebrián y el IBEX 35 no lo permitieron, y eso con el Partido Popular contra las cuerdas, con la corrupción invadiendo toda la “Organización Criminal para Delinquir”, definida por varios jueces, y con una crisis económica terrible en España. La crisis interna del PSOE es todavía de consecuencias imprevisibles, y de momento tiene la fecha del 14 de enero como cita para el Comité Federal, y es de esperar que de ahí salga otra fecha tan esperada por las bases, la del próximo Congreso del partido. Pero la división sigue siendo profunda de momento, y todo parece indicar que para la elección del próximo secretari@ general es Susana Díaz la que aparece como candidata más clara, y todavía Pedro Sánchez está por definir si da el paso adelante o no. Lo que sí es obvio que hay una tendencia muy fuerte entere la militancia de base a que surja un nuevo líder que haga girar al partido más a la izquierda.