Hoy podemos vivir este día festivo con todo su esplendor, celebrar las actividades culturales, de ocio e institucionales habituales con total normalidad tras dos años de pandemia y restricciones. Es decir, volver a celebrar el Día de Canarias como merece nuestra tierra y nuestra ciudadanía. Ello supone una satisfacción enorme que, después de lo vivido y padecido, cobra para todos y todas un especial significado.
Es un día doblemente especial porque este año celebramos 40 años de autonomía en democracia y libertad. Aquel hito de un primer Estatuto de Autonomía en 1982, que se consolidó posteriormente con la primera sesión del Parlamento el 30 de mayo de 1983, inauguró un camino y una historia de progreso en la que Canarias ha avanzado decidiendo sus propios pasos.
Y también es especial, insisto, porque la normalidad ha vuelto a nuestras vidas y hoy las canarias y los canarios valoramos más que nunca lo que somos, lo que tenemos, lo que hemos conseguido y lo que somos capaces de superar.
Esta noche celebraremos el acto institucional del Día de Canarias 2022 en el teatro Guimerá y podremos entregar los Premios Canarias y las Medallas de Oro en una ceremonia en la que ya no habrá limitaciones.
El recinto estará lleno, lo que será una muestra simbólica de la recuperación progresiva, del impulso social y económico que estamos experimentando en estos momentos. Porque Canarias se está recuperando. Y lo está haciendo a pesar, entre otros factores, del escenario de inestabilidad provocado por la injusta, terrible y cruel invasión de Ucrania.
Hoy afrontamos nuestra reactivación económica de forma sólida, pero también siendo más conscientes de que las riquezas han de ser mejor repartidas para caminar hacia una Canarias más justa e igualitaria. También avanzamos hacia un Archipiélago más sostenible, descarbonizado y que da prioridad a las energías limpias.
Para todo esto contamos con una Agenda Canaria 2030, un documento de futuro que nos pertenece a todas y a todos y que va más allá de la actual legislatura. Es una herramienta para la esperanza que se asienta en la absoluta certidumbre de que Canarias está ahora más preparada que nunca y además somos un pueblo que jamás se rinde.
Un pueblo con identidad, tradición y raíz que seguirá afrontando la vida con humildad, unidad, fuerza y solidaridad. Así somos: unas islas orgullosas de su pasado y decididas a afrontar su futuro, siendo protagonistas de nuestra propia historia.
Felicidades.