De la divergencia a la convergencia de la economía canaria con la del Estado

Como cada final de año, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el 19 de diciembre de 2022 los datos de contabilidad regional del año anterior. Los datos son positivos para la Comunidad Autónoma de Canarias, que se situó como la segunda región de España con mayor crecimiento en Producto Interior Bruto (PIB), con un 7,0%. Un crecimiento de PIB que, además, tuvo efecto mayor en el incremento de PIB per capita que fue de un 10,8%, el tercer crecimiento porcentual del país. A pesar de estos datos positivos, Canarias continúa a la cola del desarrollo económico nacional. 

Recopilando los datos de anteriores años, un medio nacional publicó una perspectiva de la contabilidad regional de las dos primeras décadas del siglo XXI. Descontado 2020, el año negro en que irrumpió la pandemia de la COVID-19, el relato de la evolución del PIB per capita de Canarias es una historia de dolor y empobrecimiento. Si el Archipiélago estaba en el año 2000 cerca de la convergencia con la media de riqueza por habitante del país con un 98% de la media de PIB per capita nacional, en 2019 se habían perdido casi 20 puntos porcentuales. Solo en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura la riqueza por habitante era inferior que en nuestras islas. La caída  de riqueza relativa se reflejaba también en la pérdida de peso de la contribución de Canarias al PIB nacional, que había pasado de ser un 4,0% en el año 2000 a representar un 3,8% en 2019.

El contraste entre los resultados económicos de 2021 con los de las dos décadas anteriores es sangrante, más considerando que en 2022 Canarias sigue a la cabeza del crecimiento nacional de PIB, con un interanual de un 5,8%, Mirando al futuro, BBVA Research espera que el PIB del archipiélago crezca en 2023 un 2,0%, aun por encima de la media nacional y solo por detrás de Baleares. En el año 2024, la continuidad de la tendencia para nuestras islas se pronostica más complicada, ya que como avisa el centro de estudios de la entidad financiera, “las comunidades turísticas, una vez normalizada la afluencia, tenderán a experimentar un menor crecimiento”. O lo que es lo mismo, la diversificación de la economía canaria pasa de ser un asunto importante a convertirse en una tarea urgente.

Y es que la falta de diversificación de la economía canaria se puede intuir como una de las causas de la progresiva divergencia de la economía canaria entre 2000 y 2019. Por un lado, a lo largo del periodo se ha mantenido la crónica dependencia del turismo, con el mantenimiento en un 35% del peso del importe a precios de mercado del sector de comercio, transporte y hostelería en el Valor Añadido Bruto. Por otra parte, los indicadores que reflejan el tamaño de una economía basada en conocimiento se desplomaron, con el Gasto I+D en Canarias perdiendo representación en el global nacional, con un descenso desde el 2,1% en el año 2000 al 1,4% en el año 2019. Finalmente, tampoco otros sectores productivos como la economía de los cuidados fue desarrollado con anterioridad a 2019, como prueba el hecho que el Observatorio Nacional de Dependencia preveía entonces que se iba a tardar más de 60 años en resolver las listas de espera de prestación de servicios a personas dependientes.

En cambio, detrás de los datos positivos de evolución del PIB es susceptible de estar la utilización de los fondos del Plan de Recuperación para potenciar la diversificación de la economía. Los ejemplos, de nuevo, son el incremento de fondos autonómicos en esta legislatura  dedicados a la innovación de un 85%  y los destinados a derechos sociales en un 45%. 

Canarias recupera el camino de la convergencia económica, rectificando la ruta hacia el empobrecimiento de las pasadas décadas. Las tendencias económicas, sin embargo, no se producen ni mantienen solas, sino dando continuidad a las políticas públicas que han conducido hacia ese camino.