Espacio de opinión de Canarias Ahora
España, los que votan y los que vetan
En España todas y todos podemos votar para elegir un Parlamento del que luego saldrá un Gobierno, pero existe una minoría, minoría muy poderosa, que además de votar se cree con derecho a vetar, es decir, a decidir qué partidos pueden gobernar o no el país o, dicho de otro modo, a impedir que determinado partido o partidos puedan llegar a gobernar.
¿Cómo es posible que en España vivamos una situación tan anómala desde un punto de vista estrictamente democrático?
La explicación la daba en su día Louis Brandeis, juez asociado del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de 1916 a 1939: “Podemos tener democracia o podemos tener riqueza concentrada en pocas manos, pero no podemos tener ambas”.
Ese es el caso de España en vísperas de unas nuevas elecciones generales el 10 de noviembre próximo: existe una minoría que cada día concentra más la riqueza en sus manos, una minoría de súper ricos dispuesta a permitir que gobiernen partidos como el Partido Popular, Ciudadanos, el mismo Vox y hasta el Partido Socialista Obrero Español, pero decidida a vetar, a impedir por todos los medios a su alcance, y son muchos, que pueda gobernar Unidas Podemos.
Esa minoría es, realmente, la que ha forzado la celebración de las elecciones del 10 de noviembre al vetar, con el consentimiento del PSOE, la formación de un Gobierno de coalición entre ese partido y Podemos.
Hasta tal punto llega el poder antidemocrático de la minoría de súper ricos que cada día más concentra la riqueza en sus manos. Hasta tal punto sufre la democracia la insolencia de esa élite que se considera por encima del resto de los ciudadanos.
La esperanza y el objetivo de esa minoría de súper ricos - así lo han expresado la CEOE, el Circulo de Empresarios, las grandes empresas del IBEX 35 -, es que el 11 de noviembre, al día siguiente de las elecciones, de no ser posible el gobierno de las derechas, se empiece a formar un Gobierno de coalición entre el PSOE y el PP, con o sin Pedro Sánchez, pero nunca un gobierno reformista del PSOE y de Unidas Podemos, aunque con ello se tuerza la voluntad democrática de la mayoría de los ciudadanos...
Concluyo. Es una responsabilidad de todas y todos hacer que la democracia, el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, prevalezca sobre la plutocracia, el gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos. Solo un Gobierno de progreso y de cambio del PSOE, Unidas Podemos y otros partidos progresistas, tal y como ha ocurrido ya en muchas comunidades autónomas y ayuntamientos, podrá garantizar que las enormes desigualdades sociales que van desde una extrema riqueza a una extrema pobreza se reduzcan hasta la mínima expresión, tal y como exige el principio de la propia democracia.
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0