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Gran Canaria pierde el tren

Partían en las mejores condiciones, con una mayoría absoluta que les permitía dirigir políticamente la institución sin depender de nadie, situación excepcional en nuestro Cabildo. Con la sinergia que debía producir la presencia del PP en el Gobierno de Canarias. Y, sin embargo, el balance de estos cuatro años de gobierno insular no puede ser más negativo. Lo que les ha obligado a tratar de cubrir con propaganda una gestión muy pobre y sin resultados palpables para el bienestar ciudadano.El equipo que dirige Soria ha fracasado rotundamente en todos los órdenes. Ha sido incapaz de que el Cabildo desarrolle su relevante papel institucional como gobierno insular que dé cumplida respuesta a las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas, como administración clave en el impulso del desarrollo socioeconómico de la isla. Como consecuencia, en este último período, Gran Canaria ha sufrido un claro retroceso desde múltiples puntos de vista. Así ha ocurrido de forma clara en las políticas sociales, con un Cabildo que no ha querido acometer su obligación respecto a las personas más necesitadas de nuestra isla: nuestros mayores dependientes, los enfermos de salud mental, las personas con movilidad reducida o las que se encuentran en los umbrales de pobreza extrema. O en el empleo, ocupando nuestra isla el primer lugar de Canarias en el número de desempleados: tenemos tantos parados como el resto de las islas juntas. O, en fin, en el incumplimiento de sus obligaciones respecto a la aprobación de los planes territoriales y al impulso a la diversificación y cualificación de nuestra oferta turística, siendo Gran Canaria la única isla del Archipiélago que ha perdido turistas en el último año.Son otras muchas las muestras de un gobierno insular paralizado y sin proyecto: el abandono de nuestra agricultura y ganadería, la carencia de proyectos para potenciar nuestro tejido industrial o la absoluta dejación en materia cultural. Y, asimismo, la baja ejecución presupuestaria: no llega a ejecutarse más de en un 60% del total, lo que significa una escasa inversión y dedicación a nuestra isla, y máxime si tenemos en cuenta que a finales del pasado año figuraban depositados en Cajas y Bancos la cantidad de 180 millones de euros, es decir, permanecen inmóviles 30 mil millones de las antiguas pesetas.¿Cuáles son las acciones visibles del Cabildo en estos cuatro años? Pocas pero significativas sobre sus ejes centrales de actuación: el aumento de los seis escalones en la ubicación de su presidente, la maxibandera, el programa Rumbo Norte -limitado casi exclusivamente al reparto de pintura, siendo incapaz de abordar los auténticos retos de esta zona de la isla- , o los millonarios gastos (más de seis millones de euros anuales) en protocolo, publicidad y propaganda, con especial reparto hacia los medios de comunicación afines al PP.Junto a ese mal gobierno, el Cabildo también ha destacado por su nula defensa de Gran Canaria. Soria y el PP han sido cómplices del desplazamiento de estructuras del Gobierno de Canarias a Tenerife: Hecansa, Saturno, Socaem, Dirección General de TransportesÂ… Y, además, de permitir que el Gobierno canario destine 60 millones de euros al tren de Tenerife y el central otros cien, desequilibrando por completo la política de transportes en el conjunto del Archipiélago, y perjudicando a los ciudadanos y ciudadanas de Gran Canaria y del resto de las islas.Otro tanto ocurrió con su falta de capacidad política en el proceso de decisión sobre la instalación del NAP (punto neutro de interconexión a Internet, dedicado a África) en el Archipiélago, permitiendo, cuando el PP estaba en el Gobierno de Canarias, que ATI lograra que este centro de gran importancia estratégica – que supondrá una inversión cercana a los 50 millones de euros y generará más de un centenar de empleos directos- se ubicara definitivamente en Tenerife.Ante el panorama de grave retroceso descrito, se hace preciso un profundo cambio en el Cabildo. Que contribuya a impulsar la generación de empleo y a potenciar el desarrollo sostenible de la isla, apostando por la cualificación y renovación turística, y por la diversificación económica. Que ponga el acento en las personas y su calidad de vida, atendiendo especialmente a los colectivos que peor lo pasan. Que haga del Cabildo el verdadero gobierno insular, impulsor del avance de Gran Canaria en todos los órdenes. Que sirva para que Gran Canaria recupere el peso político y económico que nunca debió perder.Esos son algunos de los compromisos de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria que, desde su posición nacionalista y progresista, ofrece a toda la ciudadanía un Programa de Gobierno ilusionante, de futuro, y cuyo objetivo es la mejora de la calidad de vida y el bienestar de todas las personas que vivimos en Gran Canaria.(*) Román Rodríguez, presidente de Nueva Canarias y candidato a la Presidencia del Cabildo. Román Rodríguez (*)

Partían en las mejores condiciones, con una mayoría absoluta que les permitía dirigir políticamente la institución sin depender de nadie, situación excepcional en nuestro Cabildo. Con la sinergia que debía producir la presencia del PP en el Gobierno de Canarias. Y, sin embargo, el balance de estos cuatro años de gobierno insular no puede ser más negativo. Lo que les ha obligado a tratar de cubrir con propaganda una gestión muy pobre y sin resultados palpables para el bienestar ciudadano.El equipo que dirige Soria ha fracasado rotundamente en todos los órdenes. Ha sido incapaz de que el Cabildo desarrolle su relevante papel institucional como gobierno insular que dé cumplida respuesta a las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas, como administración clave en el impulso del desarrollo socioeconómico de la isla. Como consecuencia, en este último período, Gran Canaria ha sufrido un claro retroceso desde múltiples puntos de vista. Así ha ocurrido de forma clara en las políticas sociales, con un Cabildo que no ha querido acometer su obligación respecto a las personas más necesitadas de nuestra isla: nuestros mayores dependientes, los enfermos de salud mental, las personas con movilidad reducida o las que se encuentran en los umbrales de pobreza extrema. O en el empleo, ocupando nuestra isla el primer lugar de Canarias en el número de desempleados: tenemos tantos parados como el resto de las islas juntas. O, en fin, en el incumplimiento de sus obligaciones respecto a la aprobación de los planes territoriales y al impulso a la diversificación y cualificación de nuestra oferta turística, siendo Gran Canaria la única isla del Archipiélago que ha perdido turistas en el último año.Son otras muchas las muestras de un gobierno insular paralizado y sin proyecto: el abandono de nuestra agricultura y ganadería, la carencia de proyectos para potenciar nuestro tejido industrial o la absoluta dejación en materia cultural. Y, asimismo, la baja ejecución presupuestaria: no llega a ejecutarse más de en un 60% del total, lo que significa una escasa inversión y dedicación a nuestra isla, y máxime si tenemos en cuenta que a finales del pasado año figuraban depositados en Cajas y Bancos la cantidad de 180 millones de euros, es decir, permanecen inmóviles 30 mil millones de las antiguas pesetas.¿Cuáles son las acciones visibles del Cabildo en estos cuatro años? Pocas pero significativas sobre sus ejes centrales de actuación: el aumento de los seis escalones en la ubicación de su presidente, la maxibandera, el programa Rumbo Norte -limitado casi exclusivamente al reparto de pintura, siendo incapaz de abordar los auténticos retos de esta zona de la isla- , o los millonarios gastos (más de seis millones de euros anuales) en protocolo, publicidad y propaganda, con especial reparto hacia los medios de comunicación afines al PP.Junto a ese mal gobierno, el Cabildo también ha destacado por su nula defensa de Gran Canaria. Soria y el PP han sido cómplices del desplazamiento de estructuras del Gobierno de Canarias a Tenerife: Hecansa, Saturno, Socaem, Dirección General de TransportesÂ… Y, además, de permitir que el Gobierno canario destine 60 millones de euros al tren de Tenerife y el central otros cien, desequilibrando por completo la política de transportes en el conjunto del Archipiélago, y perjudicando a los ciudadanos y ciudadanas de Gran Canaria y del resto de las islas.Otro tanto ocurrió con su falta de capacidad política en el proceso de decisión sobre la instalación del NAP (punto neutro de interconexión a Internet, dedicado a África) en el Archipiélago, permitiendo, cuando el PP estaba en el Gobierno de Canarias, que ATI lograra que este centro de gran importancia estratégica – que supondrá una inversión cercana a los 50 millones de euros y generará más de un centenar de empleos directos- se ubicara definitivamente en Tenerife.Ante el panorama de grave retroceso descrito, se hace preciso un profundo cambio en el Cabildo. Que contribuya a impulsar la generación de empleo y a potenciar el desarrollo sostenible de la isla, apostando por la cualificación y renovación turística, y por la diversificación económica. Que ponga el acento en las personas y su calidad de vida, atendiendo especialmente a los colectivos que peor lo pasan. Que haga del Cabildo el verdadero gobierno insular, impulsor del avance de Gran Canaria en todos los órdenes. Que sirva para que Gran Canaria recupere el peso político y económico que nunca debió perder.Esos son algunos de los compromisos de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria que, desde su posición nacionalista y progresista, ofrece a toda la ciudadanía un Programa de Gobierno ilusionante, de futuro, y cuyo objetivo es la mejora de la calidad de vida y el bienestar de todas las personas que vivimos en Gran Canaria.(*) Román Rodríguez, presidente de Nueva Canarias y candidato a la Presidencia del Cabildo. Román Rodríguez (*)