La medicina de la presidenta de la Comunidad

La última encuesta del CIS sobre las elecciones en la Comunidad de Madrid ha helado la sonrisa de Isabel Díaz Ayuso. Hasta hace apenas una semana la presidenta de la Comunidad se las veía muy felices porque todas las encuestas le daban como la ganadora de los nuevos comicios. 

La encuesta del CIS también le da el primer puesto al PP de Ayuso pero al mismo tiempo predice que habrá un empate a 68 diputados entre los dos bloques ideológicos. 

La encuesta del CIS otorga una fuerte subida al Partido Popular pero a la vez le vaticina un descenso a Vox, además de la desaparición de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid debido a que previsiblemente no alcanzará el 5% necesario para poder tener representación parlamentaria. 

El PP se nutre en buena medida de los votos de Ciudadanos y en menor medida del descenso de Vox. El PSOE de Ángel Gabilondo sería el segundo partido más votado con algún parlamentario más de los que ya tiene ahora, Más Madrid de Iñigo Errejón se quedaría con los 20 diputados que ya tiene y Unidas Podemos de Pablo Iglesias subiría tres o cuatro escaños, los mismos que bajaría Vox. 

Todo esto quiere decir que aún no está claro quién va a gobernar en la Comunidad de Madrid a partir de mayo. A Ayuso le podría ocurrir lo que le pasó a Gabilondo en las elecciones de hace dos años: que las ganó pero no gobernó porque la derecha unió los diputados de tres partidos para desbancarlo.

Es verdad que la derecha y parte de la izquierda suelen desacreditar las encuestas del CIS de Tezanos pero tampoco pueden olvidar que en las últimas elecciones generales clavó los resultados que adelantó en su sondeos.

Por eso, aunque la derecha ponga a parir continuamente las encuestas del CIS, en el fondo sabe que podría acertar de nuevo, como lo hizo en las elecciones nacionales y en otras autonómicas.  

A Ayuso le podría ocurrir que perdiera las elecciones aunque las ganara porque los tres partidos de izquierda podrían superar los diputados que alcance el bloque de la derecha, esta vez sin Ciudadanos. 

Por lo pronto, la encuesta ha puesto nerviosa a Ayuso y su amago de sonrisa compite ahora con la Gioconda. Es probable que siga gobernando pero también es posible que pase a la oposición. 

Podría ser una venganza poética de Ángel Gabilondo, que fue el que ganó las últimas elecciones pero se quedó en la oposición. Ayuso, que aún no se ha vacunado, podría probar su propia medicina.