Modelo balear: la necesidad de un gobierno de izquierdas para Canarias

Esta semana he podido constatar, en primera persona, cómo es posible, desde un gobierno progresista y de izquierdas, dar soluciones y plantear alternativas a los problemas reales de las personas. Tras varias jornadas de trabajo en Baleares, con la presidenta de este Archipiélago y Secretaria General socialista, Francina Armengol, hemos visto que las cosas se pueden hacer mejor que como se están haciendo en Canarias.

Un gobierno de izquierdas que demuestra la capacidad del PSOE para plantear alternativas y soluciones a los problemas. En Baleares se ha llevado a cabo un acuerdo Empleo-Turismo que ha propiciado un aumento salarial del 17 por ciento para los trabajadores del sector turístico para los próximos cuatro años. Para los empleados del sector del comercio y la hostelería supondrá, en algunos casos, un incremento paulatino que llegará hasta 280 euros/ mes en 2020.

En Canarias tenemos un Gobierno que no ha querido verlas venir, que está en las antípodas de este trabajo entre la patronal y los sindicatos. Porque más allá de declaraciones grandilocuentes, durante los casi 30 años que lleva gobernando Coalición Canaria, no ha demostrado querer implicarse en mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del sector en nuestras islas.

Por el contrario, el Gobierno de Baleares, con los socialistas a la cabeza, ha sido capaz de auspiciar dos convenios colectivos que recogen aumento salarial, limitación de la subcontratación y la vigilancia de las condiciones laborales y enfermedades profesionales vinculadas a la actividad turística en las islas.

Nuestras queridas y admiradas Kellys, que en Canarias han liderado un movimiento modélico en pro de una mejora de las condiciones laborales que en justicia merecen y en nuestra tierra no alcanzan, sufriendo en la actualidad enfermedades a causa de su trabajo y que les impide desarrollar una vida digna y obtener jubilaciones tempranas, sin embargo, en Baleares, han visto mejoradas sus retribuciones y su realidad laboral.

Cuestión de sensibilidad y cuestión ideológica también, porque la estrategia del Gobierno balear con el Turismo es una estrategia integral que enfrenta todas las problemáticas que limitan una adecuada redistribución social de los beneficios del turismo.

Por eso, además de propiciar este gran acuerdo, el Gobierno progresista balear ha recuperado y actualizado la tasa turística.

Su recaudación se dirige con carácter estrictamente finalista a la mejora de la competitividad del sector turístico pero participando en la decisión sobre a qué destinar esos fondos -120 millones euros/año- colectivos medioambientales, expertos del patrimonio histórico, asociaciones culturales, etcétera.

Esos fondos han servido para financiar escuelas de hostelería, de náutica, carriles bici, e incluso obras para la depuración y tratamiento de aguas en las áreas de mayor afluencia.

Otro ejemplo a imitar.

Con respecto al alquiler vacacional, frente a la inacción e inoperancia del gobierno canario, el gobierno balear ha sabido afrontar, con valentía y no sin dificultades, un problema real y acuciante de la ciudadanía de las islas. Ha introducido conceptos innovadores como la posibilidad de declarar la emergencia habitacional en una zona o isla, o incoar un régimen sancionador disuasorio a la publicidad en internet de viviendas vacacionales no autorizadas.

En Vivienda está muy avanzado un Proyecto de Ley que, entre otras cosas, va a limitar la concentración en la propiedad de importantes bolsas de vivienda en un único propietario y generará un derecho subjetivo para que los demandantes de vivienda que lleven cuatro años esperando por una solución habitacional puedan percibir una ayuda económica para su acceso en el mercado privado. Este proyecto de ley ha contado con el dictamen favorable y unánime de los once miembros del Consejo Consultivo Balear.

Y es una propuesta de izquierdas, de las que precisa Canarias.

Sobre el alquiler vacacional, en Canarias el PSOE habría entendido que el Gobierno autónomo fracasara en solventarlo. Lo realmente lamentable es que haya renunciado siquiera a intentarlo.

Todo una ristra de razones que demuestran la necesidad de un gobierno progresista liderado por el PSOE, y con urgencia, para Canarias.

Como en Baleares.