Espacio de opinión de Canarias Ahora
Outing de PP y PSOE
Como CANARIAS AHORA RADIO se escucha en internet ahí la pude escuchar. Y así percibí otra de las grandes diferencias entre PSOE y PP, también en esta materia: Código Penal aparte ?el Juzgado nº 5 le pide varios años de prisión a Santos por malversación?, mientras en Palma de Mallorca un concejal armarizado se erige en homófobo declarado, se niega a oficiar bodas civiles entre parejas del mismo sexo ?“ese es un debate que no interesa a nadie y sólo beneficia a Zapatero”? y se fotografía con el obispo, en un monasterio o con el Papa, los gays socialistas muestran su sexualidad con naturalidad y desenfado, sin nada que ocultar ni nada que temer, porque quizás poseen más respeto al prójimo que aquellos que se esconden en la oscuridad para profanar sin delicadeza alguna los fondos públicos.
Es un debate peliagudo el del outing (hacer pública la sexualidad de un cargo público) y de hecho el propio Jerónimo Saavedra o Pedro Zerolo ?que ya no tienen nada que ocultar? se oponen a ello, pero algunos activistas de plataformas gays ?y el PP posee una encabezada por Carlos Alberto Biendicho que está incomprensiblemente proscrita dentro de su partido? sostienen que el outing es lícito si el cargo público posee, además de una doble vida, una doble moral, y usa su poder para perseguir a los homosexuales para que nadie sospeche de él. El caso de Santos es paradigmático en este sentido, pero no es el único: el célebre dirigente tory de origen español, Michael Portillo, que dimitió tras reconocer una relación homosexual durante su juventud, es un pensador británico de corte conservador que incluso llegó a asesorar a Margaret Thatcher. Portillo, que ha vuelto a la política superado el trance, fue desenmascarado cuando se convirtió en ariete parlamentario de la homofobia en su partido y mintió sobre su pasado ?algo imperdonable en las democracias anglosajonas?. Una vez confeso y redimido, volvió a la política y hoy es diputado ?y nada homófobo? con absoluta normalidad. De hecho, cuando Bruquetas escribió su libro sobre el outing, la palabra “homofobia” no existía en el diccionario español. Hoy tiene su hueco.
El vulgo tiende a confundir ?y a especular- homosexualidad, bisexualidad, androginia y feminidad. Hace unas semanas, con motivo de una entrevista conjunta en El Séptimo Vicio, el programa de Radio 3 de Pilar Socorro destinado a Las Palmas con motivo del Festival de Cine, Leopoldo María Panero espetó ante los micrófonos de toda España: “Federico Utrera es maricón” ?podía haber dicho masón, que es la metáfora que siempre utiliza, pero no lo hizo. Fue un outing en toda regla y al que sólo puede responderse con las jeniales (sic) palabras del poeta y premio nobel, Juan Ramón Jiménez: “¿Maricón? No lo he sido nunca. Lo fueron Sócrates, Shakespeare, Miguel Ángel, Beethoven, pero yo no. ¿Femenino? Todos los adanes tenemos una costilla femenina, una macho mujer dentro. Ya he contestado”.
Federico Utrera
Como CANARIAS AHORA RADIO se escucha en internet ahí la pude escuchar. Y así percibí otra de las grandes diferencias entre PSOE y PP, también en esta materia: Código Penal aparte ?el Juzgado nº 5 le pide varios años de prisión a Santos por malversación?, mientras en Palma de Mallorca un concejal armarizado se erige en homófobo declarado, se niega a oficiar bodas civiles entre parejas del mismo sexo ?“ese es un debate que no interesa a nadie y sólo beneficia a Zapatero”? y se fotografía con el obispo, en un monasterio o con el Papa, los gays socialistas muestran su sexualidad con naturalidad y desenfado, sin nada que ocultar ni nada que temer, porque quizás poseen más respeto al prójimo que aquellos que se esconden en la oscuridad para profanar sin delicadeza alguna los fondos públicos.
Es un debate peliagudo el del outing (hacer pública la sexualidad de un cargo público) y de hecho el propio Jerónimo Saavedra o Pedro Zerolo ?que ya no tienen nada que ocultar? se oponen a ello, pero algunos activistas de plataformas gays ?y el PP posee una encabezada por Carlos Alberto Biendicho que está incomprensiblemente proscrita dentro de su partido? sostienen que el outing es lícito si el cargo público posee, además de una doble vida, una doble moral, y usa su poder para perseguir a los homosexuales para que nadie sospeche de él. El caso de Santos es paradigmático en este sentido, pero no es el único: el célebre dirigente tory de origen español, Michael Portillo, que dimitió tras reconocer una relación homosexual durante su juventud, es un pensador británico de corte conservador que incluso llegó a asesorar a Margaret Thatcher. Portillo, que ha vuelto a la política superado el trance, fue desenmascarado cuando se convirtió en ariete parlamentario de la homofobia en su partido y mintió sobre su pasado ?algo imperdonable en las democracias anglosajonas?. Una vez confeso y redimido, volvió a la política y hoy es diputado ?y nada homófobo? con absoluta normalidad. De hecho, cuando Bruquetas escribió su libro sobre el outing, la palabra “homofobia” no existía en el diccionario español. Hoy tiene su hueco.