Espacio de opinión de Canarias Ahora
Pico, pala, hoz y martillo
Como éramos pocos con el coronavirus, en Madrid parió nieve la abuela. Eso sirvió para que algunos políticos escenificaran su postureo en las calles nevadas. Como hizo Pablo Casado, que cogió una pala para mover un poco de nieve mientras le grababan un vídeo. Cuando el vídeo se acabó tiró la pala, se sacudió las manos, se puso la chaqueta y la corbata y siguió a otra cosa mariposa.
Tenemos unos políticos que son muy dados a los gestos vacuos. Las ganas de ayudar para quitar la nieve duraron los mismos segundos que el vídeo que trataba de buscar un hueco en los anales de la historia surrealista de la política española estañar infusión preferida.
No es de extrañar que el presidente del PP y líder de la oposición hiciera ese paripé ya que sus correligionarios en el Ayuntamiento de Madrid y en la comunidad autónoma también solicitaron a sus convecinos que cogieran una pala para apartar la nieve de las aceras y de la puerta del garaje. Esta gente es muy obediente y se pone manos a la obra en un santiamén, sobre todo cuando tienen cerca a un fotógrafo o a una cámara de televisión.
Afortunadamente gracias a los avances de las redes sociales hoy en día cualquiera puede grabar una escena en su propio teléfono móvil y después distribuirla con fruición a todos los medios que se presten a publicarla.
Siempre habrá medios que se presten a ser correa de transmisión de los dirigentes políticos pero hoy tampoco se necesita demasiado de esos medios sumisos si cuentas con una buena cobertura en Twitter, Facebook, Instagram o Whatsapp.
En Canarias nos hemos salvado de soportar estas bochornosas imágenes porque afortunadamente la nieve aún no ha llegado a las ciudades, ni siquiera a los cascos de los pueblos. Si así fuera veríamos con casi toda seguridad a Australia Navarro y a Poli Suárez embutidos en polares y chubasqueros mientras blanden unas palas para remover la nieve.
Algunos políticos nos toman por tontos y tienen sus razones para hacerlo ya que buena parte de la población si es más tonta no nace. Hay mucha estulticia por ahí y a mucha gente le faltan varios hervores.
En las redes sociales ponen a parir a los políticos y a los gobernantes pero si estos tratan de engañarnos con una pala o un pico les prestamos atención cuando lo que tendríamos que hacer es mandarlos al carajo.
Señor, danos paciencia... pero ya.
Como éramos pocos con el coronavirus, en Madrid parió nieve la abuela. Eso sirvió para que algunos políticos escenificaran su postureo en las calles nevadas. Como hizo Pablo Casado, que cogió una pala para mover un poco de nieve mientras le grababan un vídeo. Cuando el vídeo se acabó tiró la pala, se sacudió las manos, se puso la chaqueta y la corbata y siguió a otra cosa mariposa.
Tenemos unos políticos que son muy dados a los gestos vacuos. Las ganas de ayudar para quitar la nieve duraron los mismos segundos que el vídeo que trataba de buscar un hueco en los anales de la historia surrealista de la política española estañar infusión preferida.