Espacio de opinión de Canarias Ahora
Las rechiflas municipales
En los últimos 40 días, los munícipes del tripartito que gobiernan Las Palmas de Gran Canaria han realizado o han dicho una serie de “cancaburradas”, muchas de ellas dignas de aparecer en el Guinness de los despropósitos.
Una de ellas fue la que cometió el alcalde cuando dijo, para justificar un atasco que atrapó a 12.000 vehículos durante varias horas, “… tenemos una ciudad en la que ha aumentado el tráfico porque está mejorando la economía”. O sea que los atascos son debido a la mejoría de la economía en la ciudad, no a las obras de la Metroguagua, o a los accidentes en la Avda. Marítima. Y se quedó tan tranquilo…
Otra, también de nuestro alcalde Hidalgo fue la de las escaleras mecánicas en la ciudad. En una visita de la candidata a la alcaldía de S.C. Tenerife, en la que aparece en las escaleras mecánicas de La Cicer, el alcalde que la acompañaba afirmó que las escaleras mecánicas “no solo funcionan sino que las hay repartidas por toda la ciudad”. Precisamente en nuestra ciudad, excepto las escaleras de La Cicer, todas las demás están averiadas. Algunas desde tiempo inmemorial. Me refiero a la que une San Juan y San José. O la que conecta San Antonio con Paseo de Chil. O las de Lomo Verdejo. Tremenda metedura de pata que recibió su respuesta en las redes sociales por parte de la ciudadanía.
Aunque es un caso muy serio, no puedo dejar de comentar las tarascadas del concejal Javier Doreste a cuenta de la reposición de las 2.558 viviendas del barrio de Las Rehoyas. La mayoría son viviendas sociales, pero hay un grupo de ellas – ya no sé si son 300 ó 500 – nunca fueron viviendas sociales, sino que formaron parte de una promoción privada de la Caja de Canarias en los años 60. Son viviendas que según sus dueños, se encuentran en perfecto estado de conservación y solo necesitan reparación de fachada.
El concejal Doreste no atiende a razones y mete a todas las viviendas en el mismo saco. O sea que les va a demoler sus casas y a construir otras viviendas – algunas en el mismo barrio y otras fuera de él – sean viviendas privadas o públicas. ¿Usted se imagina que le llamen a la puerta de su casa y le dicen que la van a “reponer”? ¡Que le van a construir otra en alguna parte de la ciudad y le van a tirar la suya abajo! Pues eso es de lo que pretende el concejal Doreste. Los vecinos ya han dicho que se van directos al juzgado, y como consecuencia de ello, el plan de reposición de las viviendas sociales del barrio que si lo necesitan se va a parar. ¿Tan difícil es entender lo que es una propiedad privada?
El mismo concejal Doreste salió en los medios informando que el Gobierno de Canarias tiene suelo para construir 8.000 viviendas en la ciudad, pero no construye ni una. Cuando se lee al completo la noticia, ya se recogen velas y se dice que se ha cedido, por parte del Ayuntamiento al Gobierno de Canarias, suelo para 2.000 viviendas.
La Directora del Instituto Canario de la Vivienda (ICV) salió al paso de la noticia inmediatamente y dio una versión bastante diferente. El Ayuntamiento solo ha puesto a su disposición tres solares para la construcción de viviendas de protección pública en los que se podrían levantar alrededor de 100 viviendas. O sea que de la cesión de suelo para construir 2.000 nada de nada. Por cierto, el concejal Doreste debe estar muy ocupado porque no ha dicho ni pío de la rectificación del ICV.
La penúltima rechifla ha sido la de la impresión de carteles promocionales del Carnaval de nuestra ciudad para ponerlos en el Sur de la isla, de cara a los turistas, y redactados en inglés. Bueno, en inglés con faltas de ortografía, ya que al confundir un “where” por un “were”, y la frase que debía ser “Las Palmas de Gran Canaria, where Carnival happens” (LPGC donde el Carnaval tiene lugar), ha quedado fatal. Al respecto en las redes sociales hay una frase muy ingeniosa, refiriéndose a la metedura de pata, que dice: “esto no hay quien lo disfrace”.
La última conocida es la del pleno más importante del año – el del Presupuesto de 2019 –, que se convoca diez minutos antes de celebrarse y a la carrera, el pasado lunes, día 4 de febrero. Fue convocado de urgencia, cuando ya no tenía importancia aprobarlo el 4 o el 7, ya que no va a entrar en vigor hasta el mes de marzo, un mes antes de que se disuelva la corporación municipal por las elecciones próximas, en mayo.
Indagando sobre el porqué de la urgencia (los 29 concejales fueron convocados de palabra primero a las 10 y luego a las 12, y el pleno comenzó finalmente a las 13:05) apareció el motivo. El Coordinador General de Economía, David Gómez, anunció su marcha – estaba en comisión de servicio – el día 1 de febrero, y el último día en el Ayuntamiento era el lunes 4. Aunque el Concejal de Economía y Hacienda es el alcalde Hidalgo, es evidente que no tiene ni idea del tema. Y si se iba Gómez, no había nadie que pudiera presentar el presupuesto al pleno municipal. Así de claro y así de triste.
Una ciudad con casi 400.000 habitantes no tiene una persona (ni un concejal del gobierno tripartito) que pueda presentar el presupuesto anual, cuando se va el Coordinador General. Y claro, la cosa tiene sus bemoles. David Gómez era el cuarto responsable de Economía y Hacienda municipal de este mandato. ¡A ver cómo se las apañan en los casi cuatro meses que quedan de mandato!
Esta última es algo más que una rechifla. Es la demostración de que algunos partidos se presentan a las elecciones sin tener a nadie preparado para una concejalía tan importante como la de Economía y Hacienda. Fiel reflejo de la ineptitud en temas económicos es el nivel de ejecución de los presupuestos municipales desde que está el tripartito gobernando (o haciendo algo parecido a gobernar). En 2016, el grado de ejecución del gasto fue del 85,5%. En 2017, del 82,2%. En 2018 no han presentado la liquidación de las cuentas – pese a que ya las tienen – y han dado una “proyección de liquidación” a 31 de diciembre de 2018 en la que dicen que el grado de ejecución previsto es del 83%.
En cuanto a la “proyección” de la ejecución del gasto en inversiones en 2018, la cosa está bastante peor. De los 87,4 millones de euros previstos invertir, solo se han gastado 42,1, esto es, el 48% de lo presupuestado.
Por eso cuando al alcalde se le llena la boca diciendo que el presupuesto consolidado del año 2019 es de casi 500 millones de euros, yo digo ¿Y para qué? ¡Si no van a gastar nada más que el 80%, les sobran 100 millones!
¡A ver si los ciudadanos espabilamos, que hay votaciones en mayo!
En los últimos 40 días, los munícipes del tripartito que gobiernan Las Palmas de Gran Canaria han realizado o han dicho una serie de “cancaburradas”, muchas de ellas dignas de aparecer en el Guinness de los despropósitos.
Una de ellas fue la que cometió el alcalde cuando dijo, para justificar un atasco que atrapó a 12.000 vehículos durante varias horas, “… tenemos una ciudad en la que ha aumentado el tráfico porque está mejorando la economía”. O sea que los atascos son debido a la mejoría de la economía en la ciudad, no a las obras de la Metroguagua, o a los accidentes en la Avda. Marítima. Y se quedó tan tranquilo…