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Renovables: las falacias de Clavijo
Cuando hablamos de energías renovables en nuestro sistema eléctrico nos referimos a los molinos y las placas fotovoltaicas que producen energía en Canarias y suponemos que toda la energía que producen todas las instalaciones de renovables llega a nuestros hogares, industrias, restaurantes o alojamientos turísticos.
Pero no es así.
El sistema eléctrico en Canarias es singular y complejo, y son muchas las fuentes de generación eléctrica que entran en el sistema. A esto lo llamamos mix energético, que varía incluso cada hora y que depende de muchos factores.
La demanda eléctrica se nutre de la producción de energía no renovable como los ciclos combinados que pueden funcionar con derivados del petróleo o gas, las turbinas de vapor, los motores diesel, y de la producción de energía renovable: los molinos y placas fotovoltaicas principalmente.
Así, Red Electrica de España (REE) en Canarias decide la proporción de las fuentes energéticas que entran en el mix energético, dando prioridad a la producción más barata.
Pero hay que tener en cuenta varios factores. En primer lugar, si hay viento o sol, pero también de cómo se puede graduar (disminuir) la producción de las instalaciones no renovables, que en su gran mayoría no son flexibles, es decir, que producen una cantidad mínima constante.
Así, combinar las producción renovable no depende de que tengamos las instalaciones para producirla solamente, sino de si somos capaces de reducir la producción de las instalaciones no renovables.
En los últimos meses hemos escuchado como se ha desbloqueado la instalación de parques eólicos en Canarias y que, por tanto, se ha incrementado la potencia que somos capaces de producir con energía eólica.
Pero eso no se traduce en que toda esa producción con energía renovable vaya al mix energético ni que cuando encendemos el interruptor de la luz o encendemos la televisión el porcentaje de energía que proviene de las renovables sea toda la posible.
Así lo demuestran los datos medios del mix energético en Canarias que suministra REE de las principales fuentes de energía, que son los siguientes:
“El iÌndice de penetracioÌn de las energías renovables en nuestro mix energeÌtico ha pasado de representar 8% en 2015 a superar el 20% a finales de 2018”, dijo en el discurso del Debate de la Nacionalidad el pasado mes de febrero el presidente Fernando Clavijo.
Pues bien, si vemos en la tabla, efectivamente, en 2015 teníamos una penetración del 8% de energías renovables, pero en 2018 fue de 10,5% y no del 20% como anunció en su discurso el señor Clavijo, y a lo largo de 2019 estamos en un 9,9% de renovables.
Por lo tanto, falsean la realidad.
Por lo tanto, esa apuesta por las renovables y esa soberanía energética que algunos nos anuncian como uno de los grandes logros de esta legislatura se traduce en un aumento de solo 2,2 puntos en 2018 y un aumento de únicamente 1,9 puntos en lo que vamos de 2019. Menos que en 2018 y, desde luego, no el 20% que nos quiere hacer creer el presidente.
Esto en cuanto a la producción centralizada, pero ¿y el autoconsumo?
¿Dónde están las políticas encaminadas a fomentar la producción en los hogares, industrias, edificios públicos, colegios, hospitales o comercios de su propia energía?
¿Cuánto hemos incrementado en nuestros tejados la instalación de placas fotovoltaicas para reducir la producción centralizada, esa que conforma el mix energético?
No tenemos datos, pero basta con mirar hacia los tejados y comprobar que esto no ha estado en la agenda de nuestro Gobierno.
Seríamos capaces de reducir esa producción centralizada en más de un 30%, según los expertos. Así democratizaríamos la producción energética, que estaría en manos de las personas.
Y entonces ¿por qué no se fomenta? Porque estamos en manos del ritmo que nos marcan las grandes empresas para la penetración de renovables. Porque no hay un gobierno que apueste realmente por modificar el sistema energético en Canarias.
Canarias no tiene un plan energético, no sabemos hacia dónde vamos ni cómo, y eso es aún más preocupante. Y mientras, el recibo de la luz sube cada vez más sin que las políticas energéticas cambien y se pongan al servicio de las personas.
Se sigue hablando del gas como transición. ¿Cómo es posible? Una fuente no renovable que nos sigue haciendo dependientes y que impedirá la penetración de las renovables. Una energía que es causante del cambio climático, porque no solo hablamos de quemar este combustible sino de cómo contamina al extraerlo. Y vamos a colaborar en su producción. ¿Qué intereses están detrás de su introducción en Canarias?
Escribamos nuestra historia de otra manera, el futuro depende de nosotros, toca decidir qué futuro energético queremos para Canarias.
No debemos permitir que las grandes eléctricas escriban nuestra historia.
Ni que los gobiernos estén al servicio de éstas y nos mientan.
Cuando hablamos de energías renovables en nuestro sistema eléctrico nos referimos a los molinos y las placas fotovoltaicas que producen energía en Canarias y suponemos que toda la energía que producen todas las instalaciones de renovables llega a nuestros hogares, industrias, restaurantes o alojamientos turísticos.
Pero no es así.