Espacio de opinión de Canarias Ahora
Zapatero nos pone a 100
Deberíamos de juntarnos todos los damnificados. Fumadores, amigos del acelerador, conductores bebedores, seguidores de los crucifijos en clase, amigos de las hamburguesas y el colesterol?Todos a manifestarnos a la calle. Ya está bien de prohibiciones. Esto se parece cada vez más a la Unión Soviética, grita González Pons. O al franquismo malo, el de Arias Navarro, dice Cospedal. A aquel gobierno que hizo aquella campaña “aunque tú puedes España no puede” para reducir la velocidad durante la crisis del petróleo de los años 70.
Por fin vemos al PP criticando a Franco. Y lo que se les ocurre es meterse con una campaña gubernamental para ahorrar energía. Por lo visto fue lo peor de una dictadura que condenó a muerte al anarquista Salvador Antich (¿se inspiraría en Nicolás Estévanez?), un régimen militar que se ofreció a Estados Unidos para entrar en guerra con Portugal si la izquierda llegaba al poder. Un gobierno en el que, por cierto, estaba un tal Manuel Fraga de Ministro de Gobernación. El mismito que hoy se sienta en el senado en el grupo del PP, el mismito que lleva el título de presidente fundador de ese partido de las libertades llamado Partido Popular.
Con lo bonito que es ser libre, como pretendía Fraga y el resto de los gobiernos de Franco. Bueno, sin pasarnos que ya veo a los homosexuales queriendo casarse y llamarse matrimonio. Ya imagino a los nacionalistas catalanes pidiendo gobernarse solos, ya intuyo a los abertzales con ganas de presentarse a las elecciones, ya veo venir a los africanos que quieren residir aquí, trabajar y cotizar a la seguridad social, ya estoy adivinando a mucha gente solicitando el divorcio express.
Añoro aquel presidente del gobierno que defendió nuestro derecho a echarnos unas cuantas copas de vinos antes de sentarnos frente al volante. Siento nostalgia de su expresión por el libre albedrío en aquellas bodegas en las que bebió delante de los fotógrafos. Me da la impresión de que lo que pretende la muchachada de Zapatero es dar sólo un primer paso. Nos obliga a ir a 110, y si no protestamos mucho baja 10 kilómetros todavía. Entonces será la perdición. Si ZP nos pone a 100 estaremos todos cachondos y necesitaremos condones y todas esas cosas que son pecado. Un auténtico peligro para los que queremos ir al cielo.
Como este gobierno siga fijándose en Franco ya verán a lo que nos conduce: planteará quitar las autonomías, llevará al Tribunal Constitucional la reforma de los estatutos de autonomía que promuevan mayorías nacionalistas, querrá prohibir que se casen a los homosexuales, pretenderá imponer la cadena perpetua, intentará frenar idiomas que no sean el español, nos impondrá los crucifijos frente a la educación para la ciudadanía que se da en Europa?Así que cuidado, que viva la libertad, que, como dice Cospedal, no es plan eso de ponerse a imitar al franquismo.
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Juan Garcia Luján
Deberíamos de juntarnos todos los damnificados. Fumadores, amigos del acelerador, conductores bebedores, seguidores de los crucifijos en clase, amigos de las hamburguesas y el colesterol?Todos a manifestarnos a la calle. Ya está bien de prohibiciones. Esto se parece cada vez más a la Unión Soviética, grita González Pons. O al franquismo malo, el de Arias Navarro, dice Cospedal. A aquel gobierno que hizo aquella campaña “aunque tú puedes España no puede” para reducir la velocidad durante la crisis del petróleo de los años 70.
Por fin vemos al PP criticando a Franco. Y lo que se les ocurre es meterse con una campaña gubernamental para ahorrar energía. Por lo visto fue lo peor de una dictadura que condenó a muerte al anarquista Salvador Antich (¿se inspiraría en Nicolás Estévanez?), un régimen militar que se ofreció a Estados Unidos para entrar en guerra con Portugal si la izquierda llegaba al poder. Un gobierno en el que, por cierto, estaba un tal Manuel Fraga de Ministro de Gobernación. El mismito que hoy se sienta en el senado en el grupo del PP, el mismito que lleva el título de presidente fundador de ese partido de las libertades llamado Partido Popular.