Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Abortada la 'operación Cachuli'

Otro gallo hubiera cantado si la posibilidad de entregar al marqués de las Dunas la alcaldía de La Oliva se le hubiera presentado al PSOE al día siguiente de las elecciones de mayo. Ahora es un mal momento, por mucho que una buena parte del partido en Fuerteventura ande pidiendo a gritos un correctivo contra Coalición Canaria, sector Asamblea Majorera, que amenaza con arrinconar tanto a los socialistas que habrían de regresar a las catacumbas, como hace veinticinco años. Pero las pretensiones de la dirigencia majorera, con unos muy activos Domingo Fuentes Curbelo y Blas Acosta tratando de pactar con el marqués, se tropezaron con las directrices de la Ejecutiva Regional, que envió el viernes a Pepe Alcaraz a transmitir un poquito de por favor, que es lo que le faltaba a Juan Fernando para estrenarse: un pacto con el Cachuli de la Maxorata, salvando las muy respetables distancias. Y la altura del pantalón.

Otro gallo hubiera cantado si la posibilidad de entregar al marqués de las Dunas la alcaldía de La Oliva se le hubiera presentado al PSOE al día siguiente de las elecciones de mayo. Ahora es un mal momento, por mucho que una buena parte del partido en Fuerteventura ande pidiendo a gritos un correctivo contra Coalición Canaria, sector Asamblea Majorera, que amenaza con arrinconar tanto a los socialistas que habrían de regresar a las catacumbas, como hace veinticinco años. Pero las pretensiones de la dirigencia majorera, con unos muy activos Domingo Fuentes Curbelo y Blas Acosta tratando de pactar con el marqués, se tropezaron con las directrices de la Ejecutiva Regional, que envió el viernes a Pepe Alcaraz a transmitir un poquito de por favor, que es lo que le faltaba a Juan Fernando para estrenarse: un pacto con el Cachuli de la Maxorata, salvando las muy respetables distancias. Y la altura del pantalón.