Amistades muy pintureras

Dicen los que conocen cómo son las entrañas del grupo de gobierno en el Cabildo, que Rosa Rodríguez, consejera de Hacienda y presidenta de la Mesa de Contratación, no se lleva precisamente bien con el titular de Medio Ambiente, Pepe Jiménez, que ya ha tenido dos patinazos seguidos en asuntos de la contratación (¿se acuerdan de los árboles cuya plantación sacaron a concurso cuando ya estaban plantados y regados?). Este miércoles volvió a quedar en evidencia ante la dama de hierro, que tuvo que soportar 45 minutos de debate por unos cacharros de pintura de 56.000 euros que se iban a ajudicar de mala manera, por mucho que María del Rosario Godoy, otro portento de ese grupo de gobierno, insistiera en que el procedimiento había sido el correcto. No debió serlo tanto porque por mucho que pidieron al funcionario firmante de la propuesta que bajara a informar a la Mesa, no hubo manera, oiga. Se llama el funcionario Santiago Caro, y es amigo y compañero de andanzas políticas en Santa Brígida del muy mentado Luis Troya. Por menos de eso en los sitios serios se abre un expediente. Y a ver qué cuenta el funcionario de lo que le dijeron que dijera.

Dicen los que conocen cómo son las entrañas del grupo de gobierno en el Cabildo, que Rosa Rodríguez, consejera de Hacienda y presidenta de la Mesa de Contratación, no se lleva precisamente bien con el titular de Medio Ambiente, Pepe Jiménez, que ya ha tenido dos patinazos seguidos en asuntos de la contratación (¿se acuerdan de los árboles cuya plantación sacaron a concurso cuando ya estaban plantados y regados?). Este miércoles volvió a quedar en evidencia ante la dama de hierro, que tuvo que soportar 45 minutos de debate por unos cacharros de pintura de 56.000 euros que se iban a ajudicar de mala manera, por mucho que María del Rosario Godoy, otro portento de ese grupo de gobierno, insistiera en que el procedimiento había sido el correcto. No debió serlo tanto porque por mucho que pidieron al funcionario firmante de la propuesta que bajara a informar a la Mesa, no hubo manera, oiga. Se llama el funcionario Santiago Caro, y es amigo y compañero de andanzas políticas en Santa Brígida del muy mentado Luis Troya. Por menos de eso en los sitios serios se abre un expediente. Y a ver qué cuenta el funcionario de lo que le dijeron que dijera.