Cabrear al personal sin necesidad ninguna

Esa familia tan avenida que formaban -en palabras de Paulino Rivero- Coalición Canaria y el PP dentro del Gobierno de Canarias está dejando para la posteridad recuerditos verdaderamente deplorables. No ya para la economía, que de cerebros como el soriano no cabía esperar grandes gestas, sino hasta para la credibilidad de la propia institución y la necesaria buena convivencia en el sector público canario. Porque si ya fue descomunal putada que el Gobierno de España decretara un recorte medio del 5% en los salarios de los trabajadores públicos, la buena mano del Ejecutivo de Canarias para con los empleados de la Comunidad Autónoma debiera haberle conducido como mínimo a no faltarle al respeto al colectivo. Las medidas de austeridad que les anunciamos aquí el pasado 1 de noviembre, mayormente obra de José Manuel Soria, ya están empezando a producir efectos nada edificantes entre esa inmensa constelación de categorías que conforma la plantilla de trabajadores de la Administración canaria. Y sin necesidad alguna, porque las medidas más cabreantes son las que menos ahorro van a producir, de producir alguno. Observen el estado de opinión de los cuarteles.

Esa familia tan avenida que formaban -en palabras de Paulino Rivero- Coalición Canaria y el PP dentro del Gobierno de Canarias está dejando para la posteridad recuerditos verdaderamente deplorables. No ya para la economía, que de cerebros como el soriano no cabía esperar grandes gestas, sino hasta para la credibilidad de la propia institución y la necesaria buena convivencia en el sector público canario. Porque si ya fue descomunal putada que el Gobierno de España decretara un recorte medio del 5% en los salarios de los trabajadores públicos, la buena mano del Ejecutivo de Canarias para con los empleados de la Comunidad Autónoma debiera haberle conducido como mínimo a no faltarle al respeto al colectivo. Las medidas de austeridad que les anunciamos aquí el pasado 1 de noviembre, mayormente obra de José Manuel Soria, ya están empezando a producir efectos nada edificantes entre esa inmensa constelación de categorías que conforma la plantilla de trabajadores de la Administración canaria. Y sin necesidad alguna, porque las medidas más cabreantes son las que menos ahorro van a producir, de producir alguno. Observen el estado de opinión de los cuarteles.