Carlos Dávila y Pérez-Camacho, invitados estelares

Esto que les vamos a relatar a continuación se llama periodismo de investigación, sí señor, lo demás es pura radionovela. El conductor del informativo de la mañana de este martes en la radio autonómica, Mayer Trujillo, que se ha convertido en icono de la cadena, fue el encargado de la difícil tarea de bajarse del correo electrónico de la redacción los cortes enviados por el PP, entregárselos al técnico de sonido, escucharlos en directo y pedir valoraciones a dos impagables analistas: el director de la revista Época, Carlos Dávila, y el portavoz del PP en el Parlamento de Canarias, Miguel Cabrera Pérez-Qué Macho. Los comentarios del locutor a los sonidos que ofrecía a su audiencia no dejaban lugar a interpretaciones que se alejaran mucho de la versión oficial ofrecida por el partido al que pertenece y del que es interventora la jefa de informativos de la casa, la también impagable Teresa Cruz. Suponemos que Cambreleng incluirá a la radio autonómica en su denuncia por divulgar una grabación obtenida de modo ilícito. Y a sabiendas de que el personaje grabado no había autorizado la difusión. Y es una emisora pública.

Esto que les vamos a relatar a continuación se llama periodismo de investigación, sí señor, lo demás es pura radionovela. El conductor del informativo de la mañana de este martes en la radio autonómica, Mayer Trujillo, que se ha convertido en icono de la cadena, fue el encargado de la difícil tarea de bajarse del correo electrónico de la redacción los cortes enviados por el PP, entregárselos al técnico de sonido, escucharlos en directo y pedir valoraciones a dos impagables analistas: el director de la revista Época, Carlos Dávila, y el portavoz del PP en el Parlamento de Canarias, Miguel Cabrera Pérez-Qué Macho. Los comentarios del locutor a los sonidos que ofrecía a su audiencia no dejaban lugar a interpretaciones que se alejaran mucho de la versión oficial ofrecida por el partido al que pertenece y del que es interventora la jefa de informativos de la casa, la también impagable Teresa Cruz. Suponemos que Cambreleng incluirá a la radio autonómica en su denuncia por divulgar una grabación obtenida de modo ilícito. Y a sabiendas de que el personaje grabado no había autorizado la difusión. Y es una emisora pública.