El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El chiringuito de 3.000 euros
Antes de seguir tenemos que felicitar con toda nuestra admiración al periodista Pedro Guerra, redactor de Tribunales de La Provincia, que ofreció este viernes la noticia en exclusiva. Acto seguido debemos añadir que en ningún momento se ha publicado el nombre del magistrado objeto de esta investigación. Nosotros tampoco lo haremos todavía, más que nada porque el asunto está todavía en fase preliminar y poner en tela de juicio a un cargo de este tipo, con muchas responsabilidades más allá de las propias de un juzgado, es contribuir de modo irresponsable a empañar la imagen de un poder que no goza precisamente de mucho predicamento entre la ciudadanía. Pero sí que debemos recordarles que lo que investigaba Parramón es la atolondrada distribución de información privilegiada en torno al concurso eólico desde la Consejería de Industria en los tiempos en que era dirigida por Luis Soria. Él y su hermano, José Manuel, montaron todo un tinglado político para que ese negocio no se adjudicara de manera normal, transparente y limpia, sino que pudiera ir a parar al casero del mayor de los dos, Javier Esquivel, que había montado un chiringuito de 3.000 euros de capital social para concursar de aquella manera.
Antes de seguir tenemos que felicitar con toda nuestra admiración al periodista Pedro Guerra, redactor de Tribunales de La Provincia, que ofreció este viernes la noticia en exclusiva. Acto seguido debemos añadir que en ningún momento se ha publicado el nombre del magistrado objeto de esta investigación. Nosotros tampoco lo haremos todavía, más que nada porque el asunto está todavía en fase preliminar y poner en tela de juicio a un cargo de este tipo, con muchas responsabilidades más allá de las propias de un juzgado, es contribuir de modo irresponsable a empañar la imagen de un poder que no goza precisamente de mucho predicamento entre la ciudadanía. Pero sí que debemos recordarles que lo que investigaba Parramón es la atolondrada distribución de información privilegiada en torno al concurso eólico desde la Consejería de Industria en los tiempos en que era dirigida por Luis Soria. Él y su hermano, José Manuel, montaron todo un tinglado político para que ese negocio no se adjudicara de manera normal, transparente y limpia, sino que pudiera ir a parar al casero del mayor de los dos, Javier Esquivel, que había montado un chiringuito de 3.000 euros de capital social para concursar de aquella manera.