El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La concejala se salva de la multa
200 euros son 200 euros y si te los puedes ahorrar pidiéndole el favor a un compañero concejal, pues mira tú que bien. Eso es lo que ha conseguido la concejala del Mayor de San Bartolomé de Tirajana, Araceli Armas Cruz, que fue sorprendida por un agente de la Policía Local de su municipio conduciendo su Rav 4 al tiempo que hablaba, teléfono en ristre, por su móvil. Multa al canto: 200 euros y a llorarle al maestro armero. El tal maestro debió ser el concejal de Seguridad Ciudadana del mismo municipio grancanario, José Carlos Álamo Ojeda, que en comandita con el secretario de la Corporación, el insuperable José Marcelino López Peraza, acaba de perdonarle la multa a la señora concejala. En su recurso de reposición ante el Ayuntamiento, Araceli Armas alegó una causa de fuerza mayor, pero que muy mayor: “Siendo concejala del Mayor me vi obligada a coger el teléfono porque había ocurrido una incidencia con un usuario de la vivienda tutelada para mayores responsabilidad de mi concejalía”, puede leerse en el recurso de la infractora. El concejal de Policía y el secretario de la Corporación dan por buena esa excusa, y añadiendo que en el informe obrante en el consistorio “el agente denunciante no se ratifica en la denuncia (sic)” se estima el recurso y se anula y deja sin efecto la sanción. Así se recoge en el decreto de fecha 30 de agosto de 2013 que acaba de caer en nuestras manos y que concluye reconociendo a la infractora su derecho a que se le devuelvan los 200 euros por parte de Valora Gestión Tributaria, responsable de la recaudación municipal. No consta en el decreto que la infractora recurriera inicialmente ante el agente denunciante, ni la respuesta evacuada por éste. Se limitan a decir que no se ratificó en la denuncia, lo que ha causado la correspondiente sensación.
200 euros son 200 euros y si te los puedes ahorrar pidiéndole el favor a un compañero concejal, pues mira tú que bien. Eso es lo que ha conseguido la concejala del Mayor de San Bartolomé de Tirajana, Araceli Armas Cruz, que fue sorprendida por un agente de la Policía Local de su municipio conduciendo su Rav 4 al tiempo que hablaba, teléfono en ristre, por su móvil. Multa al canto: 200 euros y a llorarle al maestro armero. El tal maestro debió ser el concejal de Seguridad Ciudadana del mismo municipio grancanario, José Carlos Álamo Ojeda, que en comandita con el secretario de la Corporación, el insuperable José Marcelino López Peraza, acaba de perdonarle la multa a la señora concejala. En su recurso de reposición ante el Ayuntamiento, Araceli Armas alegó una causa de fuerza mayor, pero que muy mayor: “Siendo concejala del Mayor me vi obligada a coger el teléfono porque había ocurrido una incidencia con un usuario de la vivienda tutelada para mayores responsabilidad de mi concejalía”, puede leerse en el recurso de la infractora. El concejal de Policía y el secretario de la Corporación dan por buena esa excusa, y añadiendo que en el informe obrante en el consistorio “el agente denunciante no se ratifica en la denuncia (sic)” se estima el recurso y se anula y deja sin efecto la sanción. Así se recoge en el decreto de fecha 30 de agosto de 2013 que acaba de caer en nuestras manos y que concluye reconociendo a la infractora su derecho a que se le devuelvan los 200 euros por parte de Valora Gestión Tributaria, responsable de la recaudación municipal. No consta en el decreto que la infractora recurriera inicialmente ante el agente denunciante, ni la respuesta evacuada por éste. Se limitan a decir que no se ratificó en la denuncia, lo que ha causado la correspondiente sensación.