Yo no conozco a Larry

Ocurrió este viernes en el Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria, a donde acudían a declarar como testigos varias personas a petición de su señoría. Uno de los testigos era Carlos Sosa, director de CANARIAS AHORA, denunciante de un presunto delito de prevaricación cometido por la Autoridad Portuaria de Las Palmas en el justo momento en que fue limitado el acceso a nuestro periódico por parte de los mandamases portuarios. El abogado de Teresa Cruz, Nicolás González-Cuéllar, el mismo letrado que ha actuado en nombre de Soria en otras causas contra nosotros, preguntó al director de este periódico por la identidad y conocimiento de Luis Larry Álvarez, esposo de la susodicha. El juez declaró improcedente la pregunta, al tiempo que todos los presentes se interrogaban cómo era posible que Teresa Cruz, denunciada por haber prohibido que se leyera CANARIAS AHORA en el puerto, tiene un abogado que no conoce a su marido. Puede darse esta falta de ignorancia, pero quedamos a la espera de saber quién paga minutas tan caras llegadas de Madrid para que supuestamente desconozcan quién obligó a la contratación.

Ocurrió este viernes en el Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria, a donde acudían a declarar como testigos varias personas a petición de su señoría. Uno de los testigos era Carlos Sosa, director de CANARIAS AHORA, denunciante de un presunto delito de prevaricación cometido por la Autoridad Portuaria de Las Palmas en el justo momento en que fue limitado el acceso a nuestro periódico por parte de los mandamases portuarios. El abogado de Teresa Cruz, Nicolás González-Cuéllar, el mismo letrado que ha actuado en nombre de Soria en otras causas contra nosotros, preguntó al director de este periódico por la identidad y conocimiento de Luis Larry Álvarez, esposo de la susodicha. El juez declaró improcedente la pregunta, al tiempo que todos los presentes se interrogaban cómo era posible que Teresa Cruz, denunciada por haber prohibido que se leyera CANARIAS AHORA en el puerto, tiene un abogado que no conoce a su marido. Puede darse esta falta de ignorancia, pero quedamos a la espera de saber quién paga minutas tan caras llegadas de Madrid para que supuestamente desconozcan quién obligó a la contratación.