El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El que con corruptos se acuesta
Cándido Reguera, del PP, accedió a la alcaldía de Arrecife de la mano de dos corruptos confesos, dos de los primeros concejales del PIL detenidos en los comienzos de la operación Unión. Todo valía con tal de alcanzar el poder, incluso aquello de que el PSOE estaba en minoría y esa inestabilidad era insoportable para la capital conejera. Seis meses después, la inestabilidad es aún más obscena y peligrosa porque la mayoría está sustentada en otros dos presuntos corruptos, los detenidos y ahora en libertad provisional Luisa Blanco y Antonio Machín. Es decir, que el alcalde de las paredes de cristal, la regeneración y la estabilidad depende para sacar adelante sus decisiones de la misma calaña que le elevó al puesto de primer regidor municipal. Blanco y Machín tienen a Reguera literalmente cogido por los fondillos, y este lunes lo amenazaron nuevamente con votarle en contra, lo que convertía a los socialistas en dueños la mayoría municipal para torcerle el pescuezo al alcalde por la vía de los asuntos de urgencias. Por eso don Cándido se puso malo de repente.
Cándido Reguera, del PP, accedió a la alcaldía de Arrecife de la mano de dos corruptos confesos, dos de los primeros concejales del PIL detenidos en los comienzos de la operación Unión. Todo valía con tal de alcanzar el poder, incluso aquello de que el PSOE estaba en minoría y esa inestabilidad era insoportable para la capital conejera. Seis meses después, la inestabilidad es aún más obscena y peligrosa porque la mayoría está sustentada en otros dos presuntos corruptos, los detenidos y ahora en libertad provisional Luisa Blanco y Antonio Machín. Es decir, que el alcalde de las paredes de cristal, la regeneración y la estabilidad depende para sacar adelante sus decisiones de la misma calaña que le elevó al puesto de primer regidor municipal. Blanco y Machín tienen a Reguera literalmente cogido por los fondillos, y este lunes lo amenazaron nuevamente con votarle en contra, lo que convertía a los socialistas en dueños la mayoría municipal para torcerle el pescuezo al alcalde por la vía de los asuntos de urgencias. Por eso don Cándido se puso malo de repente.