Dejar colocados a los propios

Estas oposiciones a letrado del Consejo Consultivo de Canarias se celebran en un momento absolutamente extemporáneo, dada la interinidad que sufre este órgano dependiente del Parlamento de Canarias. Integrado por siete consejeros, cuatro nombrados por la Cámara autonómica y tres por el Gobierno, el consejo tiene actualmente a su servicio a seis letrados de carrera, al que se sumará el que ahora obtenga la plaza tras estas oposiciones. El mandato de los miembros del Consejo Consultivo es de cuatro años, pero los actuales consejeros llevan en el cargo siete años y siete meses, ya que Coalición Canaria y el Partido Popular se han negado a iniciar el procedimiento para su renovación porque, tras el triunfo electoral del PSOE en las pasadas elecciones autonómicas, aumentaría el número de miembros del Consejo nombrados a propuesta de los socialistas. Con tres años y siete meses en funciones, es obvio que un órgano así debe limitar a lo imprescindible su gestión, lo que es incompatible con la convocatoria en agosto, deprisa y corriendo, de unas oposiciones tan importantes, con un plazo muy corto para que los aspirantes se puedan preparar un programa tan extenso. Salvo que lo que se pretenda sea colocar a alguien de la casa. De la casa nostra.

Estas oposiciones a letrado del Consejo Consultivo de Canarias se celebran en un momento absolutamente extemporáneo, dada la interinidad que sufre este órgano dependiente del Parlamento de Canarias. Integrado por siete consejeros, cuatro nombrados por la Cámara autonómica y tres por el Gobierno, el consejo tiene actualmente a su servicio a seis letrados de carrera, al que se sumará el que ahora obtenga la plaza tras estas oposiciones. El mandato de los miembros del Consejo Consultivo es de cuatro años, pero los actuales consejeros llevan en el cargo siete años y siete meses, ya que Coalición Canaria y el Partido Popular se han negado a iniciar el procedimiento para su renovación porque, tras el triunfo electoral del PSOE en las pasadas elecciones autonómicas, aumentaría el número de miembros del Consejo nombrados a propuesta de los socialistas. Con tres años y siete meses en funciones, es obvio que un órgano así debe limitar a lo imprescindible su gestión, lo que es incompatible con la convocatoria en agosto, deprisa y corriendo, de unas oposiciones tan importantes, con un plazo muy corto para que los aspirantes se puedan preparar un programa tan extenso. Salvo que lo que se pretenda sea colocar a alguien de la casa. De la casa nostra.