El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Desfachatez hasta el último minuto
Pasará a los manuales de la teoría y práctica política lo ocurrido esta frenética semana en Canarias, con la más estrambótica ruptura de un pacto de gobierno que imaginarse pueda en el mundo occidental y en todos sus territorios ultraperiféricos. Porque ya nos dirán ustedes si tiene encaje en la lógica lo hecho por José Manuel Soria, que rompe aquí para que allá se estalle Rajoy, con los efectos colaterales explotándole al presidente del PP canario en los mismísimos humildes en horas 24. Y el presidente del Gobierno de la ruptura, en lugar de aprovechar para dar a la institución un baño de dignidad, se queda rascándose la cocorota en busca de una inspiración que aún 72 horas después sigue sin llegarle. Paulino Rivero, efectivamente, ha permitido que José Manuel Soria haya hecho reinar su suficiencia y su soberbia hasta el mismísimo minuto final de la ruptura, con una rueda de prensa en la que ha pretendido transmitir que se marcha pero no tanto, y que piensa seguir mangoneando a Rivero hasta que éste se lo permita. Y los canarios, perplejos, se preguntan qué relajo es éste.
Pasará a los manuales de la teoría y práctica política lo ocurrido esta frenética semana en Canarias, con la más estrambótica ruptura de un pacto de gobierno que imaginarse pueda en el mundo occidental y en todos sus territorios ultraperiféricos. Porque ya nos dirán ustedes si tiene encaje en la lógica lo hecho por José Manuel Soria, que rompe aquí para que allá se estalle Rajoy, con los efectos colaterales explotándole al presidente del PP canario en los mismísimos humildes en horas 24. Y el presidente del Gobierno de la ruptura, en lugar de aprovechar para dar a la institución un baño de dignidad, se queda rascándose la cocorota en busca de una inspiración que aún 72 horas después sigue sin llegarle. Paulino Rivero, efectivamente, ha permitido que José Manuel Soria haya hecho reinar su suficiencia y su soberbia hasta el mismísimo minuto final de la ruptura, con una rueda de prensa en la que ha pretendido transmitir que se marcha pero no tanto, y que piensa seguir mangoneando a Rivero hasta que éste se lo permita. Y los canarios, perplejos, se preguntan qué relajo es éste.