El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Dio plantón a Zapatero
Es la primera vez, que recordemos, que José Manuel Soria se persona en un incendio forestal convirtiéndose en la primera autoridad política en presencia. Cuando tenía competencias en la materia, siendo presidente del Cabildo de Gran Canaria, delegó esa obligación en el consejero de Turismo, a la sazón Juan José Cardona, actual alcalde de Las Palmas. Corría un tórrido agosto de 2005 y hasta la isla viajó el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que con todos sus defectos y sus errores, acudía a solidarizarse con la gente que lo pasaba mal. El mismo día de esa visita del presidente, José Manuel Soria ordenó a sus nutridos servicios de prensa del Cabildo que emitieran un comunicado marca de la casa: “El presidente del Cabildo no se presta a visitas que solo pretenden una fotografía publicitaria”, venía siendo el agreste mensaje presidencial. Dónde iba a parar. Pero la ausencia de Soria no tenía motivaciones políticas. Aquellos días veraneaba en el lujoso complejo Anfi del Mar, beneficiándose de un tratamiento privilegiado por parte de la dirección, en la que entre otras personas se encontraba el ex secretario general del PP, Manuel Fernández. Justo cuando Zapatero pateaba la cumbre de Gran Canaria viendo el alcance de aquel incendio, Soria se encontraba viajando a Trodheim, una localidad noruega famosa por la pesca del salmón, una de las aficiones más celebradas de su anfitrión, el propietario de Anfi del Mar, Björn Lyng, ya fallecido. Les podrá parecer casual, pero por aquellas mismas fechas, Soria tramitaba en el Cabildo un expediente muy valioso para Lyng, la declaración de interés general de una macrourbanización turística en el barranco del Lechugal, Anfi Tauro. La urbanización pasó todos los trámites cabildicios con una celeridad inédita, como quedó acreditado en la causa penal abierta contra Soria por el llamado caso Salmón. Y pasó el trámite parlamentario con el voto de José Manuel Soria, presidente también del Grupo Parlamentario Popular.
Es la primera vez, que recordemos, que José Manuel Soria se persona en un incendio forestal convirtiéndose en la primera autoridad política en presencia. Cuando tenía competencias en la materia, siendo presidente del Cabildo de Gran Canaria, delegó esa obligación en el consejero de Turismo, a la sazón Juan José Cardona, actual alcalde de Las Palmas. Corría un tórrido agosto de 2005 y hasta la isla viajó el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que con todos sus defectos y sus errores, acudía a solidarizarse con la gente que lo pasaba mal. El mismo día de esa visita del presidente, José Manuel Soria ordenó a sus nutridos servicios de prensa del Cabildo que emitieran un comunicado marca de la casa: “El presidente del Cabildo no se presta a visitas que solo pretenden una fotografía publicitaria”, venía siendo el agreste mensaje presidencial. Dónde iba a parar. Pero la ausencia de Soria no tenía motivaciones políticas. Aquellos días veraneaba en el lujoso complejo Anfi del Mar, beneficiándose de un tratamiento privilegiado por parte de la dirección, en la que entre otras personas se encontraba el ex secretario general del PP, Manuel Fernández. Justo cuando Zapatero pateaba la cumbre de Gran Canaria viendo el alcance de aquel incendio, Soria se encontraba viajando a Trodheim, una localidad noruega famosa por la pesca del salmón, una de las aficiones más celebradas de su anfitrión, el propietario de Anfi del Mar, Björn Lyng, ya fallecido. Les podrá parecer casual, pero por aquellas mismas fechas, Soria tramitaba en el Cabildo un expediente muy valioso para Lyng, la declaración de interés general de una macrourbanización turística en el barranco del Lechugal, Anfi Tauro. La urbanización pasó todos los trámites cabildicios con una celeridad inédita, como quedó acreditado en la causa penal abierta contra Soria por el llamado caso Salmón. Y pasó el trámite parlamentario con el voto de José Manuel Soria, presidente también del Grupo Parlamentario Popular.