El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Disco dancing without licence
Mientras en Las Palmas de Gran Canaria algunos empresarios amigos se ponen remolones, otros en el sur le echan al asunto un poco más de flema de lo habitual. Todos los que se mueven en los mundillos del ocio nocturno están encantados de conocer a determinado concejal del nuevo y flamante equipo de gobierno que se ha empeñado el hombre en poner en funcionamiento una nueva discoteca sin contar con las correspondientes bendiciones. Hay reformas importantes en la sala que ha elegido para instalar sus reales, y ni el Cabildo ni el Ayuntamiento han firmado los correspondientes permisos. Para bailar la bamba, como todo el mundo sabe y si no aquí estamos nosotros para cantarlo, se necesita una poca de gracia y otra cosita, ay arriba, ay arriba, y arriba iré, yo no soy marinero, soy concejal, soy concejal, soy concejal.
Mientras en Las Palmas de Gran Canaria algunos empresarios amigos se ponen remolones, otros en el sur le echan al asunto un poco más de flema de lo habitual. Todos los que se mueven en los mundillos del ocio nocturno están encantados de conocer a determinado concejal del nuevo y flamante equipo de gobierno que se ha empeñado el hombre en poner en funcionamiento una nueva discoteca sin contar con las correspondientes bendiciones. Hay reformas importantes en la sala que ha elegido para instalar sus reales, y ni el Cabildo ni el Ayuntamiento han firmado los correspondientes permisos. Para bailar la bamba, como todo el mundo sabe y si no aquí estamos nosotros para cantarlo, se necesita una poca de gracia y otra cosita, ay arriba, ay arriba, y arriba iré, yo no soy marinero, soy concejal, soy concejal, soy concejal.